Enrique Viloria Vera
Resulta duro de ver, a los otrora feroces encapuchados y encarecidos sindicalistas de la Revolución Bolivariana , moqueando y jipeando por la salud del LÍDER; a esos mismos que se manifiestan cotidianamente indolentes, gandules, apáticos, ante los más de 150.000 asesinatos que registra su nefasta y facinerosa gestión gubernamental.
No voy a llover sobre mojado, ya mucho se ha dicho sobre el tema de este llanto interesado, cicatero, político, roñoso, demagógico, y por lo demás electorero proceder. Sólo les ofrezco a los lagrimeros y moqueadores acólitos de la V República , una renovada versión de la celebre canción de Chavela Vargas que - como si fuera La Llorona la dolida Patria Bolivariana - sería cantada así por los rojitos y los maduros, por los civiles y militares llorones que se arrogan para sí el dolor del LÍDER que no quiere ahora nada con la muerte que tanto predicó y promovió:
Todos me dicen el LÍDER, Llorona
llanero pero cariñoso.
Todos me dicen el zambo, Llorona
resentido pero mentiroso
Yo soy como el chile verde, Llorona
espinao pero sabroso
Yo soy como el pimiento verde, Llorona
amargado pero gustoso
Ay de mí, y de mis dolores, Llorona,
Llorona, llévame a Cuba
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero como Franklin Brito
Ya se han perdido150 000 vidas, Llorona
A mi designado Sucesor, Llorona,
le ordeno que por el bien de esta gloriosa Revolución
se sacrifiquen muchas más
¡TUYO LLORONA: EL JUSTICIERO CORAZÓN DE MI PATRIA!
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