SAÚL GODOY GÓMEZ | EL UNIVERSAL
martes 25 de diciembre de 2012 12:00 AM
Vamos a estar claros, los comunistas necesitan, para conservar el poder político en Venezuela, que con una minoría de burócratas y comisarios políticos, puedan controlar grandes territorios y buen número de comunidades y centros urbanos.
El control poblacional lo hacen por medio de las llamadas "bio-políticas", es decir, fundamentalmente manejando a discreción la distribución de alimentos, como todos sabemos el gobierno destruyó el aparato productivo del país con tres claros motivos, el primero, eliminar los puestos de trabajo que el sector privado podía ofrecer para que quedara el Estado como único empleador; segundo, trasladar la producción de bienes al extranjero, con países cómplices, para ganar apoyo internacional y abrir una economía de puertos; tercero, hacer que la población dependiera del gobierno en sus necesidades básicas.
El desastre agrícola que concluyó con la quiebra del campo venezolano, a fuerza de nacionalizaciones sumarias, ocupaciones ilegales de tierras productivas, control de los precios de los productos, competencia desleal con importaciones a menor precio, secar la cadena de suministros para el campesino y los empresarios agrícolas, le dieron al gobierno el absoluto dominio sobre la comida.
Estas políticas están dando resultado que no es otra que hacer realidad la famosa fórmula, utilizada con tanto éxito en la Rusia estalinista y en la Alemania nazi, "Calla, obedece y vive".
De allí el interés del gobierno chavista de hacerse dueño de los supermercados y los bancos, para controlar el flujo de dinero y de comida a la población.
Pero ahora viene con la implantación de las comunas, que es el paso final para el control absoluto de poder en Venezuela, y lo hacen trancando el juego democrático por medio de lo que ellos llaman la Nueva Geometría del Poder.
Con la excusa de darle más poder al pueblo y de la búsqueda de la máxima felicidad posible, están logrando los tres pasos fundamentales en la construcción del nuevo Estado socialista.
1. Hacer que la gente solo piense en sobrevivir para que no piense en política sino en resolver sus necesidades más básicas: empleo y comida.
2. Obligarlos a integrarse en comunas, que es la única manera como pueden satisfacer sus necesidades más básicas, eliminando toda intermediación política.
3. Darles como única alternativa de vida la obediencia y su completa fidelidad al líder de la revolución y al partido de gobierno, y permitiendo que sus vidas privadas sean manipuladas e intervenidas por los demás, como parte del colectivo, serán premiados o castigados por los mismos comuneros.
Esa es la punta del iceberg, ya que con la nueva geometría del poder, están eliminando todas las instancias de poder en un marco democrático, representativo, descentralizado y de libertades, y lo están sustituyendo por uno comunista, centralizado y de obediencia.
¿Qué significa todo esto?
Lo que está haciendo Chávez y su camarilla es tomar el control del país para que ellos, los comunistas, puedan perpetuarse en el poder eternamente, eliminando las elecciones directas, secretas, universales y sustituyéndolas por las asambleas comunitarias de donde saldrán los líderes de las comunas, que quieren hacernos creer son independientes y que administran sus comunidades, lo cual es falso, tienen que proponer proyectos y esperar el financiamiento de un ministerio, son controladas por el partido, ya tienen leyes y normas que las regulan y las someten al control jurisdiccional del poder central.
La nueva geometría del poder elimina todas las instancias de poder que por mucho tiempo se llegaron a construir para proteger al ciudadano del poder absoluto del Estado, la separación de poderes trata de eso justamente, de crear niveles institucionales que nos protejan y por los cuales podemos defendernos de las arbitrariedades de la voluntad del tirano y sus secuaces.
Igual que en Cuba, el pueblo sostiene con su trabajo y sacrificio a un grupito de privilegiados, mientras la gente sufre y es explotada en nombre de la solidaridad y del amor, y quien proteste, queda automáticamente sin derechos.
El gobierno comunista eliminando la separación de poderes, las gobernaciones, las alcaldías y parroquias y creando provincias federales, territorios comunales, distritos funcionales y haciendo de las comunas el único ámbito de vida posible para el súbdito (ya no es ciudadano), queda a merced de la voluntad omnipotente de los jefes de la revolución, decidiendo en asuntos de vida y muerte, como ya actuaron en los casos del fiscal Anderson, de Franklin Brito, de los policías y comisarios presos, de la jueza Afiuni...
Sin los gobernadores, sin los alcaldes, sin los fiscales, sin los jueces, sin los procuradores y los defensores del pueblo, sin los diputados, sin los jefes civiles, sin los partidos políticos, sin las asociaciones de vecinos, sin los medios de comunicaciones libres e independientes quedan los individuos y las comunidades al desnudo frente al poder aplastante de los comunistas, tal y como sucede en Cuba.
El control poblacional lo hacen por medio de las llamadas "bio-políticas", es decir, fundamentalmente manejando a discreción la distribución de alimentos, como todos sabemos el gobierno destruyó el aparato productivo del país con tres claros motivos, el primero, eliminar los puestos de trabajo que el sector privado podía ofrecer para que quedara el Estado como único empleador; segundo, trasladar la producción de bienes al extranjero, con países cómplices, para ganar apoyo internacional y abrir una economía de puertos; tercero, hacer que la población dependiera del gobierno en sus necesidades básicas.
El desastre agrícola que concluyó con la quiebra del campo venezolano, a fuerza de nacionalizaciones sumarias, ocupaciones ilegales de tierras productivas, control de los precios de los productos, competencia desleal con importaciones a menor precio, secar la cadena de suministros para el campesino y los empresarios agrícolas, le dieron al gobierno el absoluto dominio sobre la comida.
Estas políticas están dando resultado que no es otra que hacer realidad la famosa fórmula, utilizada con tanto éxito en la Rusia estalinista y en la Alemania nazi, "Calla, obedece y vive".
De allí el interés del gobierno chavista de hacerse dueño de los supermercados y los bancos, para controlar el flujo de dinero y de comida a la población.
Pero ahora viene con la implantación de las comunas, que es el paso final para el control absoluto de poder en Venezuela, y lo hacen trancando el juego democrático por medio de lo que ellos llaman la Nueva Geometría del Poder.
Con la excusa de darle más poder al pueblo y de la búsqueda de la máxima felicidad posible, están logrando los tres pasos fundamentales en la construcción del nuevo Estado socialista.
1. Hacer que la gente solo piense en sobrevivir para que no piense en política sino en resolver sus necesidades más básicas: empleo y comida.
2. Obligarlos a integrarse en comunas, que es la única manera como pueden satisfacer sus necesidades más básicas, eliminando toda intermediación política.
3. Darles como única alternativa de vida la obediencia y su completa fidelidad al líder de la revolución y al partido de gobierno, y permitiendo que sus vidas privadas sean manipuladas e intervenidas por los demás, como parte del colectivo, serán premiados o castigados por los mismos comuneros.
Esa es la punta del iceberg, ya que con la nueva geometría del poder, están eliminando todas las instancias de poder en un marco democrático, representativo, descentralizado y de libertades, y lo están sustituyendo por uno comunista, centralizado y de obediencia.
¿Qué significa todo esto?
Lo que está haciendo Chávez y su camarilla es tomar el control del país para que ellos, los comunistas, puedan perpetuarse en el poder eternamente, eliminando las elecciones directas, secretas, universales y sustituyéndolas por las asambleas comunitarias de donde saldrán los líderes de las comunas, que quieren hacernos creer son independientes y que administran sus comunidades, lo cual es falso, tienen que proponer proyectos y esperar el financiamiento de un ministerio, son controladas por el partido, ya tienen leyes y normas que las regulan y las someten al control jurisdiccional del poder central.
La nueva geometría del poder elimina todas las instancias de poder que por mucho tiempo se llegaron a construir para proteger al ciudadano del poder absoluto del Estado, la separación de poderes trata de eso justamente, de crear niveles institucionales que nos protejan y por los cuales podemos defendernos de las arbitrariedades de la voluntad del tirano y sus secuaces.
Igual que en Cuba, el pueblo sostiene con su trabajo y sacrificio a un grupito de privilegiados, mientras la gente sufre y es explotada en nombre de la solidaridad y del amor, y quien proteste, queda automáticamente sin derechos.
El gobierno comunista eliminando la separación de poderes, las gobernaciones, las alcaldías y parroquias y creando provincias federales, territorios comunales, distritos funcionales y haciendo de las comunas el único ámbito de vida posible para el súbdito (ya no es ciudadano), queda a merced de la voluntad omnipotente de los jefes de la revolución, decidiendo en asuntos de vida y muerte, como ya actuaron en los casos del fiscal Anderson, de Franklin Brito, de los policías y comisarios presos, de la jueza Afiuni...
Sin los gobernadores, sin los alcaldes, sin los fiscales, sin los jueces, sin los procuradores y los defensores del pueblo, sin los diputados, sin los jefes civiles, sin los partidos políticos, sin las asociaciones de vecinos, sin los medios de comunicaciones libres e independientes quedan los individuos y las comunidades al desnudo frente al poder aplastante de los comunistas, tal y como sucede en Cuba.
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