En: http://www.lapatilla.com/site/2014/05/25/alexander-guerrero-e-los-cuatro-jinetes-del-apocalipsis/
Alexander Guerrero E.
1. Caída Ingreso per cápita y empobrecimiento acelerado
En mi última nota, dibujamos la cuestión fiscal del “socialismo” como la fuente de los grandes problemas, el tamaño del Estado no es financiable por el ingreso petrolero y los impuestos no petroleros en conjunto; la inviabilidad es total y su precio lo estamos pagando con escasez e hiperinflación, convirtiéndose de inmediato en el mecanismos empobrecedor por excelencia, como cualquier déficit fiscal no financiable. Los mecanismos transmisores de ese esquema de empobrecimiento son esencialmente dos, la inflación y la quiebra del sector privado; su impacto social se puede observar en la estructura del empleo/desempleo; el mercado laboral no demanda trabajadores calificados, sino de servicios sin calificación, cuyos salarios se emparejan con el salario mínimo.
Ese factor de empobrecimiento, ha sido diseñado por agenda, y corre desde el 2003. Diez años después, el ingreso se reparte más “igualitariamente” pero en el borde inferior del salario mínimo, el cual ya marca salarios e ingresos en el 62% de la población laboral; en otras palabras, muchos ganan menos, pero son más iguales, el realismo socioeconómico natural al socialismo, salir de esa ruta de empobrecimiento no será tarea sencilla, sobre todo porque aún no ha sido comprendida políticamente. El gobierno ha sido exitoso en empobrecer desde los sectores medios hacia abajo. Veamos este ejemplo. Hoy no hay diferencia en ingresos, si eres medico de ocho años de universidad al comparar con paramédico a lo cubano, diseñado para ser su sustituto, con 3 años de estudio, sus salarios son similares!. La libertad de elegir un servicio médico languidece.
2. La incomprensión de una realidad socio-económica
El setting social-económico y político es el del realismo socialista, acompañado de un discurso-propaganda, el cual ha sido dirigido –supuestamente - a promover la producción nacional, pero con las políticas en ejercicio diseñadas para producir efectos totalmente contrarios; inflación y escasez y empequeñecimiento del sector privado. Aunque el objetivo es evidente, a la sociedad civil le ha costado digerirlo, por ejemplo, la reacción del sector productivo privado y político ha sido mediatizada. El primero, convocado a unos diálogos de paz sobre lo económico, al cual se vio obligado a asistir, unos bajo el chantaje de poder adquirir divisas para importar y otros bajo la esperanza que el discurso del gobierno fuera cierto. Sin embargo, la realidad es más patética, en quince años de experimento comunista pareciera que es poco lo que hemos aprendido.
Con el segundo, el sector político, las cosas han sido aún peor, además de complejas, el gobierno ha desmovilizado a las organizaciones políticas que lo adversan, quedando expuesto entre sus propias contradicciones, unas producidas por un pobre y mediocre comprensión del entorno socioeconómico, mal diseño y un peor diagnóstico; este último salido prácticamente salido de las reservas del chavismo que han medrado a la oposición, y la otra por lo intereses políticos de franquicias políticas envejecidas y anquilosadas en cuanto a su comprensión de esa realidad, y a personalismos, de los cuales la historia de Venezuela es prolija. Igualmente fue convocado a un dialogo de paz por los clientes de quince años del petróleo venezolano y refugiado en UNASUR, así quedó la oposición como Batman y Robin.
3. Sin reservas internacionales con crisis fiscal: Hiperinflacióny escasez
La situación económica y social es desesperante, la familia está sometida al tijerazo de la hiperinflación y la escasez, con economías familiares destruidas por el enorme tiempo consumido en la búsqueda de los bienes más necesarios, alimentos y medicinas. El gobierno en lugar de responsablemente acometer las políticas apropiadas, introdujo un paquete de medidas políticas para acentuar la represión sobre las economías del sector privado y las cuales fueron dirigidas –sin ignorancia ni ingenuidad- a contraer la oferta y la producción nacional. En ese sentido se extremaron los controles de precios través no solo de la fuerza armada y represiva sino de decretos leyes, de dudosa factura constitucional, para imponer sobre precios justos y ganancias el control total sobre las importaciones, todo lo cual ha acelerado la contracción económica ya presente desde el tercer trimestre del 2013. De esta manera el gobierno amarraba productores privados y a la clase media al racionamiento de bienes y de sus propias libertades. La represión y ataques contra las libertades se acentuaron, así tenemos presos a montones, perseguidos, exiliados, etc.
Ese entorno de represión económica que derrumba el escaso margen de operatividad que traía la economía política, ocurre en medio de una crisis de balanza de pagos sin reservas internacionales con un déficit en pagos de 17% del PIB, y la fiscal por efectos similares, por caída del ingreso fiscal petrolero – de la renta petrolera- y expansión insostenible del gasto público,que lo llevó a financiar el gasto con inflación, monetizando el enorme déficit fiscal de un 24% del PIB directamente y en by pass con PDVSA desde el BCV. Así se llega a la hiperinflación, la cual cerrará el 2014 cerca de 100%, en un entorno donde no se indexan contratos, los ceros sobran, la hiperinflación, le financia al gobierno el 40% de su déficit fiscal!
3.1 Escasez y control de importaciones
El gobierno ante el falso dilema de tener que enfrentar ortodoxamente ambas crisis, la fiscal y la de balanza de lagos, eliminando los controles de precio y de cambio y reduciendo drásticamente el déficit fiscal, decide correr hacia adelante buscando el cierre total de la economía, y transfiriendo al gobierno la determinación de precios de todos los bienes y servicios en la economía, y del control total de las importaciones. Los comunistas se aferran al poder, sin que tengan la entidad política sobre el país para hacerlo, el horizonte será de caos con escasez e hiperinflación, la peor combinación, ellos piensan que la represión y los fusiles desactivaran el impacto social de la hiperinflación y la escasez y caída del poder de compra del bolívar. La ingobernabilidad viene por agenda no como consecuencia no intencionada.
La oposición política en medio de un gran miedo pasa agachada ante el caos. Los impactos de esos dos esquemas políticos puestos en marcha fueron brutales, se exacerbó la inflación y se intensifico la escasez, la economía se contrajo severamente, creció el desempleo, en medio de una colosal crisis de pagos representada en una disminuida renta petrolera que no puede pagar las deudas y pasivos de PDVSA como tampoco resolver el déficit fiscal, el gobierno había raspado la olla y la renta del petróleo vía FONDEN. La hiperinflación y la escasez, dos fenómenos que bajo ningún respecto pueden o deben ocurrir simultáneamente, ocurren, develando una colosal contracción económica producida por las restricciones de oferta mencionadas con una inflación que dinamita el salario real. En medio de ese fenómeno la escasez de bienes y servicios es consecuencia natural producida por la escasez de divisas y las devaluaciones y el ataque a la propiedad privada. Los ejemplos de Velasco Alvarado y Allende están aún frescos en la historia para que muchos puedan comprender lo que nos ocurre.
3.2 Escasez de dólares: devaluación como garrote
La grave situación fiscal y de balanza de pagos (reservas internacionales) que muestra la economía venezolana, no es un fenómeno inédito, ocurre en aquellos entornos donde los controles de precios, y el control de cambio, se combinan para apalancar inflacionariamente un insostenible crecimiento del gasto público. En nuestro caso, ambos fenómenos tienen, además de la económica, una razón particular en nuestra caso, la ideológica, que en quince años ha implantado un régimen económico, la economía política de sustituir el sector privado –estatizarlo, nacionalizarlo u arruinarlo- empoderando al gobierno y al Estado legal y constitucionalmente para que asuma el rol de empresario. La consecuencia inmediata de ello es la perdida de transparencia, la corrupción y el manejo de una economía con paradigmas absurdos, con asignación ineficiente de recursos, donde las restricciones presupuestarias y los límites al Estado/gobierno no existen, lo que acorta el camino a una crisis fiscal, tal cual como la que vivimos en las actuales circunstancias.
Ese marco de economía política de extrema intervención del gobierno en los asuntos económicos, -naturalmente privados- se funda sobre un Estado donde los poderes públicos operan como uno solo sin los contrapesos institucionales del Estado de Derecho moderno y que ha sido definido esencialmente para delimitar las restricciones fiscales de una economía que impidan la quiebra del sector privado y el empobrecimiento por envilecimiento de la moneda. Irrespetar esas reglas, en el marco de los controles con una renta petrolera en retroceso y de una industria petrolera atada a perjudiciales –financiera y económicamente- acuerdos políticos con sus clientes, nos trajo este entorno de doble crisis, donde la devaluación ha sido el precio ajustado, pero únicamente para dotar al gobierno de dinero inflacionario, con objetivos fiscales. En otras palabras así se reduzca el volumen de dólares de la renta petrolera, la cantidad de bolívares crecerá, con el costo de la pérdida del poder adquisitivo de la gente, y al precio de una hiperinflación, cuyo horizontes dibuja tres dígitos bajos. El gobierno así, se sirve del impuesto inflacionario, jugando la ruleta de la ilusión monetaria.
4. Caída de la renta del petróleo y el peso de deuda de PDVSA
El bolívar en consecuencia se ha devaluado durante todo el año, en línea con el bizarro esquema cambiario, tejido este por los grupos de interés financieros adosados al gobierno en virtud de enorme riesgo que ya muestra Venezuela (1.015 pb) y del elevado grado de exposición en deuda documentada venezolano de sus bancos clientes. El objetivo ha sido disminuir la demanda por dólares, racionando a través del SICAD I y II los escasos dólares que restan de la renta petrolera. El sentimiento por parte entendidos es que Venezuela se enrumba hacia un default generalizado, fenómeno que ya abarca un importante volumen de pasivos tanto del Estado como de PDVSA; en los hechos el default ha comenzado de manera selectiva, cuentas por pagar y otros pasivos en cuenta corriente.
4.1 La caída renta petrolera y crisis financiera de PDVSA y la Republica
Entre cuentas por pagar de PDVSA a contratistas, proveedores y asociados, se arrugan pasivos que superan los 45.000 MM $, la petrolera hace malabarismos financieros (emisiones privadas, especie de notas o bonos quirografarios) que no circulan en el mercado, pero si una manera de estirar el impacto de esos pasivos en su flujo de caja. A ello se suma la deuda documentada de PDVSA bordeando los 48.000 MM $, a lo cual habrá que agregar el peso del crédito chino, donde con descuento, y facilidades para su administración y eventual venta en el mercado natural de PDVSA, reduce considerablemente la renta petrolera, pero a cambio de ciertas facilidades fiscales chinas contenidas en el “crédito chino” a cambio de una pesada hipoteca sobre el petróleo, de unos 30.000 MM $. En total deuda y pasivos alcanzan un gran total de 130.000 MM $ y que requiere un servicio cercano a los 9.000 MM$ por año, que sirve, entre otros, deuda y pasivos garantizados, y no garantizados, y que estimula a estirar otras cuentas corrientes por pagar.
El peso de la deuda, la enorme nómina y los costos operativos, mas allá de costo de producir petróleo y productos, las subvenciones a Cuba ( de unos 90,000 bd y 10.000 MM $), el “fiao” a Petrocaribe y el mantenimiento de la factura que cubre los gastos de la “revolución” dejan poco para cubrir la contribución fiscal de PDVSA, esta ultimo ítem deja ver los atrasos al fisco en pago de impuestos y las trasferencias a FONDEN, todo ello en un marco de caída de la producción por escasez de fondos para invertir, bien por cuenta propia o en las empresas mixtas, Como se puede observar si PDVSA reduce su contribución fiscal, es porque la venta de dólares al BCV se reduce, lo cual como lo describimos arriba tiene su fuente en la caída de la renta del petróleo, flujos que son a todo evento negativos, lo cual crea situaciones financieras alarmantes dad la perdida de los préstamos del mercado de capitales por emisión de deuda en el mercado abierto.
4.2 Escases de dólares y exceso de deuda
Es evidente que el monto de obligaciones de PDVSA garantizadas, documentadas, emisiones privadas, el flujo de caja (renta petrolera) de PDVSA esta en extremo comprometido. Lo cual implica que el mercado cambiario (reservas internacionales y otros) como se observa está afectado por la sequía de dólares en PDVSA, porque los petrodólares son el 98% de las reservas internacionales. El gobierno en unas dislocadas finanzas y bajo una brutal presión fiscal ha exacerbado la dependencia de las importaciones de los petrodólares. Los escasez y la hiperinflación recogen esos efectos perversos de un gobierno que gasta bolívares y dólares sin contrapesos institucionales. Si agregamos la deuda externa de la República, es evidente que la crisis financiera de PDVSA que describimos arriba amenaza en el mismo paso, la viabilidad financiera del gobierno, los petrodólares constituyen el 100% de los dólares que ingresan al Tesoro y al BCV.
5. Colofón político: La oposición oficial en rol de bombero apagafuegos
……se solapa en la pérdida de gobernabilidad, la cual transcurre como el preámbulo de una colosal crisis política.El conjunto de medidas políticas con el cual el gobierno enfrenta su propio caos económico y sus repercusiones políticas por ingobernabilidad, vendrían en la Ley Habilitante y en la acción político-económica de la GNB, la economía se militariza, las consecuencias serían peores, la escasez se exacerbaría y la hiperinflación despedazaría el salario real de la gente. La calle se calienta, sin embargo, la oposición “oficial” no comprende la realidad socioeconómica y política, su acción política similar a la del gobierno, se desenvuelve en torno al miedo de ser sobrepasada por los acontecimientos políticos que descomponen y vuelve añicos el escaso grado de libertad de gobernabilidad existente, en lugar de ejercer su rol de oposición y obligar al gobierno a tomar las medidas económicas para corregir la desbandada hiperinflacionaria y resolver el problema de escasez de dólares.
El dialogo convocado por el gobierno con el apoyo de sus acreedores (Mercosur, Cuba, China Rusia) terminó en un fiasco, lo cual demostraba algo que era perfectamente predecible; el gobierno está corriendo hacia adelante y su objetivo inmediato es controlar el poder, la producción y atrincherarse política y militarmente para sostenerse en el poder en medio del caos económico por el mismo producido. La probabilidad de corrección en materia de economía política y política económica es ninguna, las franquicias políticas aglomeradas en la MUD no pudieron descifrar ese conundrum, decidieron afianzar su rol de bombero y al costo de perder masivamente credibilidad, la pelea era por una botella vacía. La represión política en la calle se afianzó, sin oposición de ningún tipo excepto el juego político de los estudiantes, el escenario bizarro nos daba un teatro al absurdo, en imagen, la zorra corriendo detrás de los perros.
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