ORIAN BRITO PEÑA| EL UNIVERSAL
sábado 7 de junio de 2014 12:00 AM
La respuesta del Gobierno a quienes se oponen a su fracasado esquema socialista es el mismo, represión, persecución, atropello. En las últimas horas Leopoldo López y familia se han convertido en las nuevas víctimas de la maquinaria de la maldad, esa que opera desde el "Poder Judicial", el cual indudablemente es controlado desde Miraflores donde deciden quienes van al perdón.
De la actuación de López, podrían hacerse diversos análisis sobre la propuesta denominada "La Salida", la cual de acuerdo con declaraciones que ofreciera su esposa Lilian Tintori a medios internacionales, consistía en la realización de asambleas de ciudadanos donde se discutirían los problemas que aquejan a los venezolanos como lo son: inseguridad, desempleo, inflación, corrupción, entre otros tantos.
Además representaba la presencia activa de los ciudadanos en la calle exigiendo respuestas a crisis, una acción que tras el contexto que enfrenta López queda totalmente criminalizada, pues se convierte en subversivo cualquier iniciativa para exigir un alto a la errada dirección en la que "conducen" el país. Otros interpretan "La Salida" como un Maduro vete ya, una tesis que resulta constitucionalmente inviable en este instante, no obstante, no representa ningún delito aspirar un cambio de gobierno, pero para el Estado simplemente los venezolanos "se la tienen que calar".
Sentenciar a un dirigente por un discurso político o por publicaciones que haga a través de sus redes sociales constituye otro elemento que va en detrimento de la libertad, esa que sólo queda en el deseo de los venezolanos. La juez Adriana López, después de maratónicas audiencias fue parte de la estrategia de tortura emocional que sufren todas las victimas del Gobierno, mantuvo en vilo a una familia hasta las 4 de la madrugada para dar a conocer la decisión de someter a Leopoldo López a un juicio absurdo que busca mantenerlo tras las rejas.
Frente al esquema represivo continuado, la esperanza de la conciliación a través del diálogo se diluyen con el paso de las horas, recientemente Nicolás Maduro indicaba que no le pidieran la libertad de Simonovis y mientras aniquilaba la posibilidad de una medida humanitaria, la banda de la maldad anunciaba su próxima víctima, María Corina Machado, Diego Arria, entre otros, a quienes le espera el mismo panorama de Leopoldo López y los estudiantes que están tras las rejas. Aunque a veces pareciera que todo se ha visto, cada día se siguen escribiendo las páginas más negras de la historia de Venezuela, que está sometida a un esquema retrógrado que hará todo lo que sea necesario por mantenerse en el poder, acciones que representarán un costo para las próximas generaciones.
De la actuación de López, podrían hacerse diversos análisis sobre la propuesta denominada "La Salida", la cual de acuerdo con declaraciones que ofreciera su esposa Lilian Tintori a medios internacionales, consistía en la realización de asambleas de ciudadanos donde se discutirían los problemas que aquejan a los venezolanos como lo son: inseguridad, desempleo, inflación, corrupción, entre otros tantos.
Además representaba la presencia activa de los ciudadanos en la calle exigiendo respuestas a crisis, una acción que tras el contexto que enfrenta López queda totalmente criminalizada, pues se convierte en subversivo cualquier iniciativa para exigir un alto a la errada dirección en la que "conducen" el país. Otros interpretan "La Salida" como un Maduro vete ya, una tesis que resulta constitucionalmente inviable en este instante, no obstante, no representa ningún delito aspirar un cambio de gobierno, pero para el Estado simplemente los venezolanos "se la tienen que calar".
Sentenciar a un dirigente por un discurso político o por publicaciones que haga a través de sus redes sociales constituye otro elemento que va en detrimento de la libertad, esa que sólo queda en el deseo de los venezolanos. La juez Adriana López, después de maratónicas audiencias fue parte de la estrategia de tortura emocional que sufren todas las victimas del Gobierno, mantuvo en vilo a una familia hasta las 4 de la madrugada para dar a conocer la decisión de someter a Leopoldo López a un juicio absurdo que busca mantenerlo tras las rejas.
Frente al esquema represivo continuado, la esperanza de la conciliación a través del diálogo se diluyen con el paso de las horas, recientemente Nicolás Maduro indicaba que no le pidieran la libertad de Simonovis y mientras aniquilaba la posibilidad de una medida humanitaria, la banda de la maldad anunciaba su próxima víctima, María Corina Machado, Diego Arria, entre otros, a quienes le espera el mismo panorama de Leopoldo López y los estudiantes que están tras las rejas. Aunque a veces pareciera que todo se ha visto, cada día se siguen escribiendo las páginas más negras de la historia de Venezuela, que está sometida a un esquema retrógrado que hará todo lo que sea necesario por mantenerse en el poder, acciones que representarán un costo para las próximas generaciones.
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