MONS. BALTAZAR PORRAS| EL UNIVERSAL
sábado 7 de junio de 2014 12:00 AM
Hay personajes casi míticos porque su vida en medio de guerras y conflictos, los presentan como seres bajo la lupa de los servicios secretos. Erich Blair, verdadero nombre de este espía británico nacido en la India, izquierdista, antiimperialista, durante la Guerra Civil Española, estuvo a punto de perder la vida a manos de los servicios secretos rusos. Aprendió la lección y cambió de bando.
Con buena formación y excelente observador, sus múltiples experiencias lo llevaron a escribir su obra más conocida "1984". Allí deja plasmada su visión, casi una profecía, de su preocupación por la permanencia de la democracia. Ésta desaparecería en la fecha de la novela, publicada en 1949. Se establecería en el mundo el socialismo, con lo que desaparecerían los logros alcanzados por las democracias.
Uno de los postulados básicos del socialismo es la manipulación del lenguaje. Lobo con piel de oveja, estos regímenes manejan la antítesis de lo que implantan: un lenguaje de paz, mientras se instaura todo bajo la guerra. Es lo que conocemos como revolución pacífica pero armada. Este fue postulado de los regímenes comunistas durante la Guerra Fría. Segundo, la miseria es la justicia de los pobres. Ningún régimen socialista-comunista ha sido exitoso en producir bienestar para todos. El imperio soviético y los países de la cortina de hierro, estuvieron sumidos en una pobreza que los llevó al descalabro. Aquí, corifeos del régimen dicen: no conviene que los pobres se conviertan en clase media.
El papa Francisco dice que su sueño vuela más alto: "que todos tengan prosperidad sin exceptuar bien alguno. Esto implica educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida".
Con buena formación y excelente observador, sus múltiples experiencias lo llevaron a escribir su obra más conocida "1984". Allí deja plasmada su visión, casi una profecía, de su preocupación por la permanencia de la democracia. Ésta desaparecería en la fecha de la novela, publicada en 1949. Se establecería en el mundo el socialismo, con lo que desaparecerían los logros alcanzados por las democracias.
Uno de los postulados básicos del socialismo es la manipulación del lenguaje. Lobo con piel de oveja, estos regímenes manejan la antítesis de lo que implantan: un lenguaje de paz, mientras se instaura todo bajo la guerra. Es lo que conocemos como revolución pacífica pero armada. Este fue postulado de los regímenes comunistas durante la Guerra Fría. Segundo, la miseria es la justicia de los pobres. Ningún régimen socialista-comunista ha sido exitoso en producir bienestar para todos. El imperio soviético y los países de la cortina de hierro, estuvieron sumidos en una pobreza que los llevó al descalabro. Aquí, corifeos del régimen dicen: no conviene que los pobres se conviertan en clase media.
El papa Francisco dice que su sueño vuela más alto: "que todos tengan prosperidad sin exceptuar bien alguno. Esto implica educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida".
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