En pocas palabras. Javier J. Jaspe, Washington D.C.
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Las noticias que llegan de Venezuela parecen indicar que en estas últimas semanas, luego de las protestas que sacudieron al país desde febrero pasado, se habría producido una situación de calma que significaría el final de las mismas en lo que resta del presente año. Sinembargo, esta sensación pudiera ser errada, ya que siguen subsistiendo y se han agravado los factores que dieron lugar a las manifestaciones en contra del gobierno ilegítimo y autoritario de Nicolás Maduro, sin contar que otros hechos de factura reciente se han agregado, los cuales pueden haber potenciado la necesidad de seguir luchando con mayor fuerza hasta lograr la finalización de su nefasto régimen.
En los días que corren, la situación de aparente calma a la cual aludimos se beneficia de las vacaciones estudiantiles y los desajustes ocurridos en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), sin contar el mes de paréntesis del mundial de futbol, mientras el gobierno madurista insiste en su política represiva, se muestra incapaz de enfrentar la crisis económica y social que vive el país y pierde aceleradamente el apoyo de importantes contingentes del chavismo. Para demostrar que no ha sido el miedo a la represión gubernamental la que la ha motivado, dicha calma no ha dejado de ser matizada por repetidas muestras de reclamos de orden social o reinvindicativo (en el complejo industrial de Guayana, por ejamplo) y por una lucha perseverante emcaminada a obtener la libertad de los presos politicos (Leopoldo López, Simonóvis, numerosos estudiantes y los alcaldes Scarano y Benavides, entre otros).
Durante el período de calma al que nos referimos, se habría configurado una especie de burbuja donde una caldera de factores que han agravado el estado de conflictividad en el país bullen a punto de hacerla explotar en la segunda parte del año. Así podría estarlo confirmando una reciente encuesta (Keller y asociados, segundo trimestre 2014), según la cual, durante el gobierno de Maduro el país se ha deteriorado gravemente, por lo que el 61% estima que habrá un colapso general del país y el 59% considera probable que se produzca un estallido social o una revuelta popular. Otra encuesta (Datanálisis) informa que 83% de los venezolanos califican como mala la situación del país. A continuación comentamos brevemente varios de los factores que estarían formando parte de la indicada burbuja..\
Hacia una oposición fortalecida y más unida
Poco a poco, las fisuras y desajustes ocurridos en el seno de la MUD, principalmente las auspiciadas por Maduro para dividir a la oposición, parecen estar dando paso a la constitución de un frente nacional, donde no sólo quepan los partidos politicos sino también los diversos sectores de la sociedad, incluidas las asociaciones gremiales, los estudiantes, los sindicatos, las organizaciones académicas y profesionales, y las llamadas entidades no gubernamentales. La MUD ha demostrado ser un buen vehículo para participar en las elecciones, pero a la hora de enfrentar el régimen madurista, se requiere una organización de mayor cobertura, con un efecto integrador que permita una vinculación directa con el pueblo y que potencie la realización de divrersas acciones para lograr la cesación de dicho régimen más temprano que tarde.
En este frente también deberían tener cabida algunos de los sectores del chavismo que ya no soportan el gobierno madurista y desean vivir en un régimen de democracia y libertad. Tómese también en cuenta, que la carta del minstro Giordani, a raíz de su salida como gran gurú economico del chavismo/madurismo originó diversas reacciones de importantes dirigentes del PSUV en su apoyo, y el III congreso del indicado partido del gobierno motivó una abstención electoral cercana al 90% (http://www.noticierodigital.com/2014/07/nicmer-evans-calculan-en-88-abstencion-en-elecciones-del-psuv/).
La integración de las fuerzas opositoras en un frente nacional permitirá dejar sin efecto el falso dilema producto de la oficina situacional cubana en Miraflores para dividir a la oposición democrática, entre partidarios de la vía electoral y los que supuestamente promueven una salida violenta no constitucional de Nicolás Maduro. Primero, porque ninguna fuerza política de la oposición orgnizada ha promovido salidas violentas no constitucionales de Maduro, y en segundo lugar, lo que es más importante, porque todas las vías de la lucha opositora, mantenidas dentro del marco constitucional, incluida la electoral y la que consiste en la realización de protestas ciudadanas, son combinables y complementarias entre sí para lograr el objetivo de finalización y sustitución del régimen de Nicolás Maduro, por un gobierno de transición democrática. Obviamente, las diferencias de enfoque entre los diversos sectores participantes en el frente nacional sobre las acciones a tomar subsistirán y es sano que sean sometidas a debate, pero lo importante es que tales acciones estén orientadas a obtener este objetivo.
Dicho de otra forma, un frente nacional de la oposición democrática permitirá estructurar una política de doble vía para la consecución del referido objetivo: por un lado, de tipo electoral, como es el caso, por ejemplo, de las elecciones para diputados a la Asamblea Nacional a celebrarse el próximo año, donde si no ocurre un fraude con apoyo cubano, la oposición democrática estaría en capacidad de lograr una mayoría de diputados; por el otro lado, para realizar acciones de protesta ciudadana, haciendo uso de todas las vías que estipula la Constitución. Una prueba de que esta política de doble via es posible y recommendable, la puede estar dando la misma encuesta citada arriba, ya que no sólo en materia electoral, la MUD supera por 7 puntos al PSUV, sino que, al mismo tiempo, la gran mayoría (65%) opina que hay razones para protestar en contra del gobierno madurista.
Cuando decimos lo anterior no pasamos por alto, que será necesario ponerle coto a manifestaciones desconsideradas que se han cruzado entre algunos integrantes de las fuerzas de la oposición, estimuladas en alto grado por el propio gobierno madurista, con las cuales se intercambian velada o abiertamente epítetos o calificativos denigrantes, que no contribuyen a la consolidación de un frente unido de oposición democrática. Igualmente, habrá que sanar algunas heridas que pueden haberse producido para que tareas pendientes, como la reorganización de la MUD (luego de la renuncia del Secretario Ejecutivo y su Adjunto), y la realización del llamado Congreso Ciudadano (el primer encuentro con cara a este Congreso se produjo esta semana), se implementen dentro del espíritu integrador y unitario a que hemos hecho referencia en los dos párrafos anteriores.
Un gobierno que va de mal en peor
La indicada encuesta Keller no puede ser más reveladora, pues según los datos que ofrece, la popularidad de Maduro habría caído vertiginósamente en unos 17 puntos, al pasar de 53% en el primer trimestre de 2013, a 38% en el segundo trimestre de 2014. Esta caída, que en lo que va del tercer trimestre, algunos la cifran por debajo del 30%, no sólo la debe Maduro a la manifiesta incapacidad de su gobierno para lidiar con problemas fundamentales, tales como, inseguridad, inflación, escasez, devaluación, deficit fiscal, endeudamiento, deterioro de servicios esenciales como electricidad y agua potable, entre otros, sino también a acciones fallidas u omisiones significativas, entre las cuales destacamos las siguientes:
La supuesta guerra económica – En buena parte de su gobierno, Maduro se empeñó en acusar al sector privado, de estar desatando una guerra economica, la cual sería culpable de los altos indices inflacionarios y escasez registrados por la economía venezolana. La supuesta guerra económica sirvió de cantilena diaria a Maduro y sus ministros, dando a luz como subproductos del llamado Plan de la Patria, al saqueo de algunas tiendas en noviembre pasado (evento conocido como el “Dakazo”, por la tienda donde se inició el saqueo ordenado por Maduro), y al decreto ley de precios justos, dictado en ejercicio de los poderes habilitantes que Maduro se hiciera otorgar por la Asamblea Nacional. El tiempo ha demostrado que la supuesta guerra económica no existía sino en la imaginación de Maduro y sus asesores cubanos, ya que salvo algunas multas y comercios cerrados por mania persecutoria gubernamental, el ofrecimiento madurista de abastecer el mercado y bajar los precios fracasó rotundamente. Todo lo contrario, los bienes cada vez son más escasos y sus precios han seguido subiendo vertiginósamente.
El ataque a los medios – Con el propósito de continuar la linea de su antecesor y promotor, el finado Hugo Chávez Frías, a quien, entre otras medidas, se debe el cierre ilegal e injusto de RCTV, Maduro no solo ha desarrollado una política de hostigamiento hacia los medios, imponiéndoles multas injustificadas, cuando no privándolos de pautas publicitarias y de las divisas necesarias para adquirir insumos necesarios como papel, sino que al mismo tiempo se ha valido de intermediaries para adquirir esos medios cuando sus dueños, hastiados de estas presiones causantes de su desmejora económica, han optado por acceder a su venta. Este parece ser los casos de Globovisión, la Cadena Capriles y más recientemente de El Universal. Este último caso es emblematico, pues a estas alturas todavía no se sabe el nombre de quienes lo adquirieron en beneficio de Maduro y su gobierno, aunque ya su nueva dirección ejerce la censura y ha despedido a varios de los columnistas que mantenían una línea oposicionista al régimen madurista.
Otra vez el magnicidio - Este es uno de los más grandes fiascos de Maduro. Su gobierno había hecho uso de la supuesta existencia de un plan de la oposición conjuntamente con EEUU para asesinarlo en anteriores oportunidades, pero esta vez voceros del PSUV alegaron tener una supuestas pruebas consistentes de varias piezas de correo electronico, en contgra de algunas figuras respetables de la oposición, cuyas copias distribuyeron a los medios. Luego de este cacareo, de usar la Fiscalía con fines persecutorios y de cursar citaciones, prohibiciones de salida del país y otras medidas represivas en contra de los supuestos autores intelectuales del magnicidio, quedó plenamente demostrado que todo había sido producto de un montaje que a manera de sainete fue usado para distraer la atención del país de los graves problemas que acogotan a los venezolanos. Con evidencias contundentes, algunos de los supuestos magnicidas demostraron que los correos electrónicos eran absolutamente falsos (http://www.el-nacional.com/opinion/editorial/Pruebas-fraguadas_19_439946002.html). El gobierno de Maduro se ha hecho el desentendido y no ha vuelto a insistir en la acusación de magnicidio, pero la sensación del pueblo ha sido altamente reprobatoria de esta nueva burla del gobierno madurista.
La caída de las reservas – Uno de los más grandes crímenes cometidos por el finado Chávez y ahora Maduro ha sido el despilfarro de los más altos ingresos petroleros recibidos por Venezuela en lo que lleva de existencia. Se calcula que en los últimos años, el BCV ha transferido al gobierno una suma no inferior a 59 mil millones de dólares de las reservas internacionales del país, los cuales han sido destinados al gasto ordinario, a subsidiar al gobierno cubano y a alimentar la corrupción (http://www.eluniversal.com/economia/140809/59-millardos-ha-canalizado-el-bcv-al-fisco-en-14-anos). Gracias a este despilfarro, el gobierno ha tenido que racionar la entrega de divisas y los venezolanos sufren los efectos de la falta de pasajes para viajar al exterior y la escasez de bienes de primera necesidad, mientras a la industria y a los medios privados se le niegan las divisas necesarias para adquirir los insumos que requieren en sus diversas actividades. El país también asiste consternado a la complicidad demostrada por el gobierno y la Fiscalía para hacer caso omiso de entregas de divisas por montos que superan los veinte mil millones a las llamadas empresas de maletín pertenecientes a amigos del gobierno, a pesar de que funcionarios relevantes del gobierno madurista, como el ex-ministro Giordani, se han referido a estos actos de corrupción.
La linea represiva – El sainete del díálogo, organizado por el gobierno madurista con ayuda de Unasur y su estruendoso fracaso, puso en evidencia que el mismo sólo perseguía darle tiempo a Maduro para distraer al país, mientras se enfocaba en desarrollar su política represiva en contra de quienes realizaban las protestas de manera pacífica, especialmente los jóvenes, mediante allanamientos masivos a sus hogares, donde las fuerzas represivas les sembraron armas, drogas y otros elementos incriminatorios. Al momento que esto escribimos, todavía se mantienen en las cárceles muchos estudiantes y a más de dos mil de ellos se les sigue juicio por ante los tribunales que le sirven a Maduro como instrumentos cómplices para implementar su política represiva (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/140806/contabilizan-23-detenidos-y-mas-de-2-mil-jovenes-con-juicios-por-prote).
(http://www.lapatilla.com/site/2014/07/05/jovenes-juraron-ante-bandera-de-venezuela-mantener-la-lucha-por-la-libertad-fotos/). La respuesta de los jóvenes no se ha hecho esperar ratificando su propósito de mantener las luchas por la libertad e independencia del país frente al gobierno cubano, así como llamando a desconocer al gobierno de Maduro (http://www.noticierodigital.com/2014/07/junta-patriotica-estudiantil-y-popular-pide-desconocer-a-nicolas-maduro/) (http://www.lapatilla.com/site/2014/07/05/jovenes-juraron-ante-bandera-de-venezuela-mantener-la-lucha-por-la-libertad-fotos/). Más recientemente, para insistir en el desarrollo de su política represiva, causante de más de 40 víctimas y miles de heridos entre los participantes en las protestas, Maduro ha dado órdenes para incrementar el parque de equipos antidisturbios, utilizado por los militares para reprimir brutalmente las manifestaciones pacíficas en contra de su gobierno y en favor de la libertad y democracia en Venezuela (http://www.noticierodigital.com/2014/08/maduro-anuncia-compra-de-300-nuevos-equipos-para-la-gnb/).
El militarismo campante – El gobierno de Maduro se nutre de un supuesto pacto cívico-militar para su sustento, pero en la realidad es el llamado generalato, incluidos otros oficiales de alto rango, el que tiene la batuta del poder en Venezuela. Para mantenerlo feliz y del lado de su gobierno, Maduro ha prodigado a este generalato con gran parte de los ministerios, gobernaciones e importantes cargos en las empresas y demás entidades del gobierno, así como con ascensos, aumentos de sueldo, créditos baratos, montones de divisas a cambio controlado para financiar prácticas corruptas (http://www.el-nacional.com/siete_dias/promocion-militar-dolares-Cadivi_0_452954841.html), viajes al exterior y hasta una televisora que se mantiene huérfana de audiencia. Entre esas medidas para ganar indulgencia con la cúpula militar, destaca la orden impartida por Maduro para la adquisición de costosos armamentos en el exterior, medida que pesa gravemente en la mengua de las divisas que requiere el país para importar bienes de consumo esencial para los venezolanos (http://www.lapatilla.com/site/2014/08/11/gobierno-avanza-en-compra-de-armamento-pese-a-la-crisis-economica/) (http://www.eluniversal.com/economia/140812/valor-de-las-importaciones-privadas-cayo-31-en-4-meses).
Entretanto, en los rangos inferiores de los oficiales y en la tropa cunde el descontento, no obstante las constantes y angustiosas llamadas de Maduro y la élite militar que lo apoya, a la unidad de las fuerzas armadas. Estos rangos inferiores y tropa resienten su utilización como fuerzas represivas en contra de los jóvenes y el pueblo en las protestas pacíficas, ven con reprobación la creciente corrupción del generalato, incluida su complicidad con el narcotráfico, y reclaman que les corresponde de conformidad con la Constitución, realizar sus funciones como una fuerza en favor de la Nación y no como un elemento al servicio del PSUV.
Como una utilización francamente atípica de las fuerzas armadas se ha mencionado la reciente decisión de destinar 17.000 efectivos militares a la persecución del contrabando en la frontera Colombo-Venezolana (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/140811/despliegan-17000-militares-para-combatir-contrabando). Ësto, no sólo porque son las medidas de restricción cambiaria y de subsidio a la gasolina interna del propio gobierno madurista, las causantes de dicho contrabando, sino porque el costo de movilización de semejante contingente militar y los efectos dañinos al comercio legal interfronterizo, van a resultar más perjudiciales que el posible beneficio derivado de la eventual captura de uno que otro contrabandista. (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/140813/colombia-muestra-inconformidad-por-cierre-fronterizo-con-venezuela) Sin duda, una operación que desafía el sentido común tanto cívico como militar, para decir poco…
Las evidencias de narcogobierno – La detención en días pasados del general Hugo Carvajal en Aruba, debido a que tiene juicios pendientes con la justicia de Estados Unidos por narcotraficante, motivó una iracunda reacción de Maduro y una movilización diplomatica de su gobierno en favor de su liberación. Es cierto, que el general de marras fue puesto en libertad luego de una lastimosa y contradictoria decisión de Holanda, pero este episodio puso en clara evidencia las vinculaciones del generalato y el gobierno madurista con los carteles de la droga, las cuales llevan a calificarlo como un narcogobierno, por lo que sus personeros, incluido el propio Maduro, serán sometidos en su oportunidad a juicio bien sea en Estados Unidos o en los tribunales internacionales con competencias en estas causas. Por lo pronto, estos militares y demás funcionarios del gobierno madurista involucrados serán sujetos a las sanciones que se consideran por iniciativa del Senado de Estados Unidos.
Las anunciadas medidas económicas – De un tiempo a esta parte, Maduro se ha dedicado a pregonar que pronto sacudirá al país con un conjunto de medidas para solucionar los graves problemas económicos que viven los venezolanos, pero a pesar de estos anuncios las medidas no han sido concretadas en la realidad. Por ahora, lo único cierto es que Maduro ha solicitado el apoyo financiero de los chinos y los rusos, sin que el país haya sido informado sobre los terminos y condiciones de los acuerdos pactados. Los chinos han degradado la calificación de la economía venezolana, a la cual ven con mayor riesgo (http://www.eluniversal.com/economia/140813/principal-calificadora-china-ve-alto-riesgo-en-venezuela; http://www.eluniversal.com/opinion/140812/como-ve-china-a-venezuela)
En cuanto a Rusia, han circulado rumores de que en el marco de estos acuerdos Maduro obtuvo el apoyo de este país frente a Holanda, para obtener la liberación del general Carvajal comentada en partes anteriores. Si así fuere, los acuerdos podrían incluir cláusulas de reciprocidad del gobierno venezolano para apoyar a los rusos en su política de restablecer su hegemonía sobre los países que formaban parte de la órbita soviética, o para usar el petróleo venezolano en la ejecución de medidas de retaliación por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea al gobierno de Putín por su actuación en relación con Ucrania. De confirmarse estos rumores, Venezuela se vería envuelta en controversias entre grandes potencias, y las consecuencias nefastas para el país serían impredecibles, por no decir absolutamente desastrosas, sin ningún beneficio para los venezolanos.
En cuanto a las medidas económicas de orden interno, al parecer, el gobierno madurista estaría siendo asesorado por un grupo de economistas comandado por un banquero francés (http://www.armando.info/sitio/index.php?id=17&tx_ttnews[tt_news]=89&cHash=f07ece09e4ed3ad58a9bad91e1ad9b09). Entre otras, estas medidas pretenderían hacer ajustes económicos para contribuir a reducir el deficit fiscal, unificar el tipo de cambio, aumentar el precio de la gasolina que se consume internamente y vender a CITGO, empresa propiedad de PDVSA en Estados Unidos.
Aunque no se conocen los detalles, las reacciones de los analistas económicos y del publico en general, tienden a ser en buena parte adversas a varias de estas medidas. Por ejemplo, algunos recuerdan que a raíz del programa de ajustes económicos de Carlos Andrés Pérez, en su segundo gobierno, el cual incluía el aumento del precio de la gasolina, el país vivió el célèbre “Caracazo” en febrero de 1989, donde se escenificaron saqueos y actos violentos de francotiradores que algunos atribuyen a elementos cubanos provistos por Fidel Castro. La unificación del tipo de cambio se ha visto como algo difícil de implementar, sin que la moneda nacional, el bolivar, sufra una fuerte devaluación que potenciará aún más la inflación, ya en cifras bien elevadas, haciendo más penosa la vida de los venezolanos. Por lo que respecta a la venta de CITGO, operación que algunos atribuyen al propósito de traspasar este importante activo de PDVSA a cambio de la asistencia financiera china al gobierno madurista, hay bastante consenso de que esta medida también será prejudicial a los intereses de Venezuela, dada la importancia de tal empresa en la colocación y comercialización del producto petrolero venezolano en el mercado de Estados Unidos (http://www.elnuevoherald.com/2014/08/08/1816049/maduro-quiere-vender-citgo.html).
En pocas palabras, las noticias que llegan de Venezuela parecen indicar que en estas últimas semanas, luego de las protestas que sacudieron al país desde febrero pasado, se habría producido una situación de calma, mientras el gobierno de Nicolás Maduro insiste en su política represiva, se muestra incapaz de enfrentar la crisis económica y social que vive el país y pierde aceleradamente el apoyo popular, incluida la de importantes contingentes del chavismo. Durante este período de calma, se habría configurado una especie de burbuja donde una caldera de factores que han agravado el estado de conflictividad en el país bullen a punto de hacerla reventar en la segunda parte del año. Este reventón podría estarlo confirmando una reciente encuesta (Keller y asociados, segundo trimestre 2014), según la cual, durante el gobierno de Maduro el país se ha deteriorado gravemente, por lo que el 61% estima que habrá un colapso general del país y el 59% considera probable que se produzca un estallido social o una revuelta popular. Según la misma encuesta, la popularidad de Maduro habría caído vertiginósamente en unos 17 puntos, al pasar de 53% en el primer trimestre de 2013, a 38% en el segundo trimestre de 2014, caída, que en lo que va del tercer trimestre, algunos cifran por debajo del 30%. Otra encuesta (Datanálisis) informa que 83% de los venezolanos califican como mala la situación del país. En los párrafos que anteceden hemos expuesto algunos breves comentarios sobre los factores que estarían obrando para que se produzca el aludido reventón en lo que resta del presente año y, por vía de consecuencia, la posible cesación del gobierno de Nicolás Maduro y su sustitución por un gobierno de transición democrática. Veremos….
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