Entrevista a Luis Salamanca
EL UNIVERSAL
martes 14 de febrero de 2012 09:12 AM
Caracas.- Los resultados de las elecciones primarias podrían servir como el punto de partida de un estado de conciencia colectivo hacia el cambio, una situación que lleva años gestándose pero que ahora se pone en evidencia con el voto efectivo, según analiza el politólogo Luis Salamanca.
"Este cuadro electoral es muy parecido al que consiguió Hugo Chávez en 1998, en aquel momento había un hastío con los partidos políticos, el resultado fue que Acción Democrática y Copei perdieron más del 80% del apoyo, es decir, se les volatizó el voto y comenzaron a ser minoría", detalló.
Esto lleva, según el analista, a un escenario para las elecciones del 7 de octubre llamada por los politólogos como "elecciones críticas", unos comicios que no son de continuidad. "Las elecciones de continuidad ocurren cuando el candidato del partido de gobierno pierde algunos votos pero no pierde el resultado mientras que en la elección crítica el candidato pierde votos y pierde el poder".
"Podemos estar formando una situación en la cual puede incluso ocurrir una victoria por avalancha, esto pasa cuando el electorado se desplaza inesperadamente de una posición a otra para salir de lo que considera insoportable".
Chavismo pierde votos y la oposición los gana
Las elecciones del domingo, explica Salamanca, permiten hacer proyecciones sobre el piso electoral que se está formando la oposición y el que está perdiendo el chavismo.
Desde el 2006, cuando Chávez sacó 7 millones 309 mil votos, hasta el 2010, cuando las elecciones parlamentarias, el chavismo ha perdido 2 millones 86 mil 716 votos mientras que la oposición ha ganado 985 mil 282 votos. "Por el número de votos de las últimas elecciones se evidencia que la oposición gana 2 mientras el chavismo los pierde".
La oposición, sumando los votos de la Mesa de la Unidad con el PPT del 26 de septiembre de 2010, obtuvo unos 400 mil votos por encima del gobierno, ese es un dato que, Salamanca dice no se puede perder de vista. "Esto, más los resultados de las primarias, llevan a pensar que la oposición puede tener un piso duro de unos 5 millones de votantes de arranque".
Con este piso, prosigue Salamanca, si el candidato opositor logra atraer el voto del chavista descontento, y logra conquistar "a los mutantes" de los ni-ni, podrían llegar a los 7 millones de votos.
Aclara el también ex director del Instituto de Estudio Político de la UCV que todas estas elecciones son plebiscitarias porque Chávez así lo ha hecho, el voto siempre es a favor de él o contra él, de manera, que se pueden comparar elecciones que no deberían ser comparables, porque lo normal es que una cosa sea la elección presidencial de 2006, otra cosa la enmienda, otra la de gobernadores y otra la parlamentaria.
Más importante aún, según destaca el politólogo en su análisis, es que la pérdida de voto chavista es a nivel social, es decir, los ha perdido en sectores populares, donde está la fortaleza de su apoyo en comicios pasados.
"De modo que Chávez llega al 7 de octubre perdiendo votos y la oposición ganándolos, además la oposición va fortalecida por el espectáculo político de este febrero en el que la gente demostró que el cambio de las sociedades se producen con los votos".
Al cambio de conciencia que parece estarse gestando y la pérdida de votos del chavismo se suma la nueva relación "misiones-voto". En estos años en los que el chavismo baja sus números el mandatario ha puesto en marcha unas 12 misiones de las 34 en total que ahora tiene. "Con esto queda claro que las misiones no garantizan que no pierda votos, porque a pesar de que transfirió recursos siguió perdiéndolos".
Lo que queda por hacer
El politólogo Luis Salamanca cree que aún no son los tiempos para caer en triunfalismos, ni del lado opositor ni del oficialismo. Los resultados del 7 de octubre van a depender del desarrollo de los acontecimientos en una campaña que apenas inicia.
"El candidato de la oposición comienza con los mejores augurios pero el mandado no está hecho todavía, hay que recordar que se enfrentará con el Estado-Partido, que además tiene todos los recursos económicos e institucionales a su favor", apunta Salamanca.
El candidato oficialista Hugo Chávez, por su parte, va a tener que manejarse políticamente con más inteligencia. "No va a poder seguir haciendo lo que hasta ahora, porque la radicalización lo que despierta es la movilización de los que lo adversan".
El candidato opositor Henrique Capriles Radonski tiene como reto, según Salamanca, el de manejar con "mucho tino" la relación con sus contrincantes internos, esto quiere decir, que debe demostrar que la unidad es algo más que levantar los brazos.
La fórmula que estima para Capriles es realizar un comando de campaña con los ex candidatos. "El apoyo que debe buscar en Pablo Pérez es para el trabajo de los sectores populares, que es vital porque ahí está la mayoría de los votos y Pérez le llega a ese sector; debe trabajar con María Corina Machado el voto de las mujeres, porque ella hizo un trabajo ahí extraordinario, casi fundó un partido feminista".
Con Pablo Medina recomienda buscar el respaldo de los trabajadores, la clase obrera, y con Diego Arria el de la clase media. Capriles debe aprovechar el potencial de los candidatos, que según Salamanca, demostraron ser verdaderos fenómenos, "porque hicieron un espacio en tan poco tiempo".
"Este cuadro electoral es muy parecido al que consiguió Hugo Chávez en 1998, en aquel momento había un hastío con los partidos políticos, el resultado fue que Acción Democrática y Copei perdieron más del 80% del apoyo, es decir, se les volatizó el voto y comenzaron a ser minoría", detalló.
Esto lleva, según el analista, a un escenario para las elecciones del 7 de octubre llamada por los politólogos como "elecciones críticas", unos comicios que no son de continuidad. "Las elecciones de continuidad ocurren cuando el candidato del partido de gobierno pierde algunos votos pero no pierde el resultado mientras que en la elección crítica el candidato pierde votos y pierde el poder".
"Podemos estar formando una situación en la cual puede incluso ocurrir una victoria por avalancha, esto pasa cuando el electorado se desplaza inesperadamente de una posición a otra para salir de lo que considera insoportable".
Chavismo pierde votos y la oposición los gana
Las elecciones del domingo, explica Salamanca, permiten hacer proyecciones sobre el piso electoral que se está formando la oposición y el que está perdiendo el chavismo.
Desde el 2006, cuando Chávez sacó 7 millones 309 mil votos, hasta el 2010, cuando las elecciones parlamentarias, el chavismo ha perdido 2 millones 86 mil 716 votos mientras que la oposición ha ganado 985 mil 282 votos. "Por el número de votos de las últimas elecciones se evidencia que la oposición gana 2 mientras el chavismo los pierde".
La oposición, sumando los votos de la Mesa de la Unidad con el PPT del 26 de septiembre de 2010, obtuvo unos 400 mil votos por encima del gobierno, ese es un dato que, Salamanca dice no se puede perder de vista. "Esto, más los resultados de las primarias, llevan a pensar que la oposición puede tener un piso duro de unos 5 millones de votantes de arranque".
Con este piso, prosigue Salamanca, si el candidato opositor logra atraer el voto del chavista descontento, y logra conquistar "a los mutantes" de los ni-ni, podrían llegar a los 7 millones de votos.
Aclara el también ex director del Instituto de Estudio Político de la UCV que todas estas elecciones son plebiscitarias porque Chávez así lo ha hecho, el voto siempre es a favor de él o contra él, de manera, que se pueden comparar elecciones que no deberían ser comparables, porque lo normal es que una cosa sea la elección presidencial de 2006, otra cosa la enmienda, otra la de gobernadores y otra la parlamentaria.
Más importante aún, según destaca el politólogo en su análisis, es que la pérdida de voto chavista es a nivel social, es decir, los ha perdido en sectores populares, donde está la fortaleza de su apoyo en comicios pasados.
"De modo que Chávez llega al 7 de octubre perdiendo votos y la oposición ganándolos, además la oposición va fortalecida por el espectáculo político de este febrero en el que la gente demostró que el cambio de las sociedades se producen con los votos".
Al cambio de conciencia que parece estarse gestando y la pérdida de votos del chavismo se suma la nueva relación "misiones-voto". En estos años en los que el chavismo baja sus números el mandatario ha puesto en marcha unas 12 misiones de las 34 en total que ahora tiene. "Con esto queda claro que las misiones no garantizan que no pierda votos, porque a pesar de que transfirió recursos siguió perdiéndolos".
Lo que queda por hacer
El politólogo Luis Salamanca cree que aún no son los tiempos para caer en triunfalismos, ni del lado opositor ni del oficialismo. Los resultados del 7 de octubre van a depender del desarrollo de los acontecimientos en una campaña que apenas inicia.
"El candidato de la oposición comienza con los mejores augurios pero el mandado no está hecho todavía, hay que recordar que se enfrentará con el Estado-Partido, que además tiene todos los recursos económicos e institucionales a su favor", apunta Salamanca.
El candidato oficialista Hugo Chávez, por su parte, va a tener que manejarse políticamente con más inteligencia. "No va a poder seguir haciendo lo que hasta ahora, porque la radicalización lo que despierta es la movilización de los que lo adversan".
El candidato opositor Henrique Capriles Radonski tiene como reto, según Salamanca, el de manejar con "mucho tino" la relación con sus contrincantes internos, esto quiere decir, que debe demostrar que la unidad es algo más que levantar los brazos.
La fórmula que estima para Capriles es realizar un comando de campaña con los ex candidatos. "El apoyo que debe buscar en Pablo Pérez es para el trabajo de los sectores populares, que es vital porque ahí está la mayoría de los votos y Pérez le llega a ese sector; debe trabajar con María Corina Machado el voto de las mujeres, porque ella hizo un trabajo ahí extraordinario, casi fundó un partido feminista".
Con Pablo Medina recomienda buscar el respaldo de los trabajadores, la clase obrera, y con Diego Arria el de la clase media. Capriles debe aprovechar el potencial de los candidatos, que según Salamanca, demostraron ser verdaderos fenómenos, "porque hicieron un espacio en tan poco tiempo".
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