Manuel Corao
El Comando Venezuela, organización proselitista del candidato Henrique Capriles Radonski, inicia a partir del 27 de septiembre la exposición en giras nacionales, expresión similar al titular correspondiente a esta columna, “Un gobierno para todos”. Colmará el marco visual para el final de la campaña, siendo el mensaje a resaltar la no exclusión, aspecto muy necesario en nuestra polarizada nación.
Al analizar la señal, observamos en cuatro palabras un resumen de las diversas piezas utilizadas para ofertar a los venezolanos variadas razones en optar por un cambio de conducción en los destinos del país. Los antecedentes de la misma, tales como gestión administrativa en su condición de gobernador en el estado Miranda, alcalde del municipio capitalino Baruta y diputado en el extinto Congreso venezolano, del candidato, han sido las iniciales bondades para considerar a Capriles como la alternativa. A estas alturas queda demostrado que los ofrecimientos presentados era lo esperado por el votante, lo cual ratifica no haber sido por casualidad su escogencia por la base en la cita primaria. El ascenso de Capriles en la preferencia de los venezolanos reflejados en las indagaciones así lo confirman. Para el momentode salir este escrito, podemos afirmar que el abanderado de la oposición como ningún otro aspirante con anterioridad tiene una clara expectativa de victoria. Los venezolanos con derecho a asistir tienen suficiente datos acerca de la formación, tendencia social, temas sobre el porvenir y experiencia oficial dada su trayecto público.
Capriles, quien con calculada moderación actuó hasta los momentos ante HugoChávez eludiendo dirigirse directamente a este, sabiéndose con una ascendente opción de triunfo, cambia de estrategia y reta al barinés a un debate sobre el devenir, como a la vez le exige responsabilidad en connotados hechos de exclusiva competencia del inquilino del palacio de Miraflores.
Mientras, Hugo Chávez, quien observa la baja de aceptación de su tren ejecutivo por el desgobierno, y lo que es peor, percibe a cada instante el divorcio del pueblo con su persona, insiste en cadenas nacionales plagadas de errores de concepto y producción que el televidente percibe como una burla.
Cuando nos conseguimos en la etapa final de la confrontación presidencial en una atmósfera caracterizada por un virtual empate, luego de escuchar al aspirante Chávez despotricar, insultar, proferir descalificaciones de toda índole en las cuales hasta incluyen la familia del adversario; podemos afirmar que el postulante rojo rojito está desesperado. Nada extraño sería observar en los venideros días la radicalización de una campaña de descrédito iniciada ya hace cuatro semanas cuando las medidoras de opinión indicaron que el gobernante mirandino estaba equilibrado con el representante del Partido Socialista Unido de Venezuela. De ese momento para acá supuestos hechos tales como plan económico por venir a favor del capitalismo salvaje en perjuicio del ciudadano común, mini partidos retirando apoyo dado a Capriles, e individualidades de reciente presencia en la oposición regresando repentinamente al gubernamentalismo por inspiraciones divinas, constituye parte de esa estratagema de acción descalificadora.
Esta gestión persecutoria estuvo antecedida con el cierre del consulado de Venezuela en Miami, providencia que por casualidad coincidió con el traslado de la mesa electoral de los estados de las Carolinas, Georgia y Florida injustificadamente a la ciudad de Nueva Orleans, donde se encuentra una instalación consularvenezolana. La dirigencia internacional del Comando Venezuela, al observar que la decisión estaba dirigida a evitar el sufragio de los residentes por cuanto los mismos le son adversos, redobló esfuerzos. Desplazó Primero Justicia hacia los estados anteriormente indicados calificados dirigentes que trabajan para llevar en sana paz la mayor cantidad de individuos hacia Louisiana. Una vez definido el lugar de votación en Nueva Orleans, la comunidad sufragante se activó procediendo a contratar puestos en los transportes ofertados.
Los días pasan, la espera se acorta, pero el temor de una locura por quienes pudieran ser desplazados del poder por vía del voto, pudiese traer pesar a nuestros compatriotas. Hoy más que nunca debemos estar vigilantes. Los defraudadores del pueblo, aquellos representantes de los invasores comunistas, los hombres del maletín, los socios del hampa común no quieren irse; pero hagan lo que hagan el pueblo que los escogió, junto a las fuerzas del bien, los sacarán aunque invoquen el mal.
Director de VeneNoticias.
No comments:
Post a Comment