ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 26 de septiembre de 2012 12:00 AM
En dos meses y medio de campaña oficial son contadas las presentaciones públicas del eterno candidato. La razón verdadera de este esquema limitado en lo personal y muy mediático en cuanto a masas la saben solamente en Cuba, donde tiene depositada toda su confianza y aprecio. Algún día se sabrá qué ocurre, pero no es normal ni responde a un diseño adecuado afrontar una campaña con la mira puesta en completar 20 años en el poder, de la manera tan escuálida como lo viene haciendo.
El fuerte está en la parte sucia, en el ventajismo, en el uso ilegal de los recursos públicos, en el dinero proveniente del Tesoro nacional. El fuerte está en las cadenas y en el manejo descarado de todo el sistema de medios de su propiedad. Afiches con fotos falsas y lanzas verbales de muy poca credibilidad como corazón de mi patria, cuando todo el mundo sabe que Cuba es un rival formidable en esto del corazón color acaramelado.
Pero en lo que se refiere al discurso, al mensaje concretamente, sí hay un doble discurso. Micomandantepresidente apunta a más centralización, más control personal de todo al estilo cubano, a un país sin gobernadores ni alcaldes y sin oposición. Con lo hecho hasta ahora y la nueva era basta para terminar de apoderarse del país. Es quien tiene el verdadero paquete oculto. Por eso apela a miles de trucos como la lástima o el insulto. Como la amenaza y la promesa. Pero es en la promesa donde realmente se luce.
De hecho, las pocas veces que va a la calle y habla, en algún momento tiene su hora loca de promesas. Puede estar hablando de su infancia o alabando a Fidel. Puede estar cantando o regañando a Izarra. Pero cuando arranca la hora loca arranca. Más o menos así:
Vamos a construir el Acueducto de Los Andes desde Valera hasta San Cristóbal. Agua para todos. Asfaltaremos todas las carreteras del estado y todas las calles hasta el último rincón. Levantaremos 145 hospitales y 300 Centros de Atención Comunitaria, una figura nueva de la salud socialista. Crearemos más becas y ayudas. No habrá niños de la calle y todos los abuelos estarán bajo techo y con seguro médico suficiente. Carros, carros chinos, carros baratos, carros para todos y todas. Computadoras, muchas computadoras, computadoras baratas, computadoras para todos. Sepan. Terminaré con el problema de los cortes de luz. Energía eléctrica hasta para exportar. No más apagones. Agua. Agua socialista. Agua potable, limpia y sabrosa. Ni una ciudad más sin agua. Tren. Más trenes. Construiremos un tren que irá desde Valera hasta Caracas. Comida, mucha comida. Barata, regalada si quieren. Colegios gratis y clínicas gratis. Todo gratis. Es más, que nadie trabaje más. Yo los mantengo.
El fuerte está en la parte sucia, en el ventajismo, en el uso ilegal de los recursos públicos, en el dinero proveniente del Tesoro nacional. El fuerte está en las cadenas y en el manejo descarado de todo el sistema de medios de su propiedad. Afiches con fotos falsas y lanzas verbales de muy poca credibilidad como corazón de mi patria, cuando todo el mundo sabe que Cuba es un rival formidable en esto del corazón color acaramelado.
Pero en lo que se refiere al discurso, al mensaje concretamente, sí hay un doble discurso. Micomandantepresidente apunta a más centralización, más control personal de todo al estilo cubano, a un país sin gobernadores ni alcaldes y sin oposición. Con lo hecho hasta ahora y la nueva era basta para terminar de apoderarse del país. Es quien tiene el verdadero paquete oculto. Por eso apela a miles de trucos como la lástima o el insulto. Como la amenaza y la promesa. Pero es en la promesa donde realmente se luce.
De hecho, las pocas veces que va a la calle y habla, en algún momento tiene su hora loca de promesas. Puede estar hablando de su infancia o alabando a Fidel. Puede estar cantando o regañando a Izarra. Pero cuando arranca la hora loca arranca. Más o menos así:
Vamos a construir el Acueducto de Los Andes desde Valera hasta San Cristóbal. Agua para todos. Asfaltaremos todas las carreteras del estado y todas las calles hasta el último rincón. Levantaremos 145 hospitales y 300 Centros de Atención Comunitaria, una figura nueva de la salud socialista. Crearemos más becas y ayudas. No habrá niños de la calle y todos los abuelos estarán bajo techo y con seguro médico suficiente. Carros, carros chinos, carros baratos, carros para todos y todas. Computadoras, muchas computadoras, computadoras baratas, computadoras para todos. Sepan. Terminaré con el problema de los cortes de luz. Energía eléctrica hasta para exportar. No más apagones. Agua. Agua socialista. Agua potable, limpia y sabrosa. Ni una ciudad más sin agua. Tren. Más trenes. Construiremos un tren que irá desde Valera hasta Caracas. Comida, mucha comida. Barata, regalada si quieren. Colegios gratis y clínicas gratis. Todo gratis. Es más, que nadie trabaje más. Yo los mantengo.
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