En: http://www.lapatilla.com/site/2012/12/09/orlando-viera-blanco-chavez-esta-vivito-y-en-lo-suyo/
Orlando Viera-Blanco
Fernando Londoño, exministro del presidente Uribe, ha escrito un ensayo un tanto elocuente por lo que cree saber de Chávez y de los venezolanos, como inocente en términos de análisis y predicción. El ensayo lo tituló ¿Dónde está Chávez? (25-11-2012), al cual que es menester hacer algunas aclaratorias.
La reflexión se centra en una serie de conjeturas sobre si Chávez no estuviera agonizante. Anticipa Londoño: “si Chávez estuviera vivo, lo que se llama estar vivo, no dejaría pasar la ocasión para lanzar improperios contra los judíos y para apoyar a sus hermanos de Hamas… Si Chávez estuviera vivo, le mandaría mensajes de amor y solidaridad al déspota de Irán… Si Chávez estuviera vivo, insistimos en la manera como consideramos vivo a un hombre de sus ímpetus, ya habría visitado a Daniel Ortega en Managua para celebrar su triunfo sobre Colombia…”. Y agrega lapidariamente: “El coronel no comprende el panorama de su patria ni el del universo, sin su presencia llenadora, palpitante, decisiva. Lo dicho conduce a una conclusión inapelable: Chávez no está vivo”. Fin de la cita.
Londoño, no caiga Ud. también en la tentación (y en la trampa) de especular sobre “la salud, la comprensión o los ímpetus” de Chávez. No le aporte más letra a “una novela” que siguiendo el guión de los hermanos Castro, nos distrae y divide más. Ud. sentencia que “sin el reyezuelo, no queda nada… nadie se atreve a preguntar por Chávez… ni los opositores que le temen como los moros al Cid Campeador”. Estas apreciaciones son apresuradas Londoño. Los venezolanos nos hemos cansado de reñir sobre la salud de Chávez. ¿Y acaso no ha sido ese el objetivo? ¿Inocentes todos? ¿De que sirve hacerlo si-no de más propaganda? Chávez está en lo suyo, en el culto a su espíritu y a su personalidad, logrando que Ud. y yo hagamos lo que él busca: dedicarnos obsesiva y reservadamente a él. Así le mostramos al mundo cómo ese Cid Campeador, emerge galopante de las tinieblas.
Finaliza Londoño: “Venezuela es un país tan acongojado, tan desorientado, tan deshecho, que no se siente capaz de afrontar su destino sin la imagen del tirano”. No nos subestime amigo mío. Tal afirmación -a lo menos simplista por determinista y propia de quien ve las cosas a distancia- es reduccionista de la realidad. Venezuela es un país que atraviesa un proceso muy complejo, tanto como el que ha vivido Colombia. Procesos lentos, que tardan en decantar, pero que estamos madurando, sufriendo y superando con dignidad y valentía. A fin de cuentas tenga Ud. claro, que aquí nadie le teme tanto a Chávez como en Colombia le temieron a Uribe. Y mire Ud. lo que ocurrió: A Uribe lo hicieron ir… como tarde o temprano, se irá el nuestro. ¿Dónde está Chávez? En su cabeza y en su pluma. Emancípese.
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