JUAN M. RAFFALLI A.| EL UNIVERSAL
viernes 8 de agosto de 2014 12:00 AM
La Unidad atraviesa momentos complejos, propios de misma naturaleza. Son muchos actores políticos con maneras distintas de ver la realidad y cada uno con sus propios intereses. ¿Cómo pedir a un boy scout que no le guste la aventura? Cuando hay elecciones la brújula electoral facilita las cosas, pero cuando ello no ocurre lograr propósitos comunes es mucho más difícil. La MUD no era y no podrá ser nunca un partido sino una alianza de ellos. Como dijo el profesor Mires, la MUD es un Frente Democrático y agrego que por ello no tiene capacidad de generar férreas disciplinas internas. Sencillamente no es capaz de unir a sus miembros sino es bajo ideales comunes y convicciones internas. La solución no es tan fácil como sustituir a Aveledo a quien todos, incluyendo los chavistas, debemos agradecer su enorme esfuerzo en favor de la democracia. Tampoco es tan sencilla como pasar factura a Ramón José Medina quien también fue un luchador incansable. Menos aún creo en la antipolítica que busca llevar a la toma de decisiones claves a un disímil conglomerado de importantes actores sociales pero que tiene cada uno su propia especialidad. El tema ahora pasa por una tarea de marca mayor, nada menos que ponerse creativos en la conducción y organización; dar a cada quien un espacio y respetar reglas mínimas de convivencia interna.
Las mismas razones que motivaron la "unión" de los demócratas siguen intactas. Pero más aún, ahora hay lo que podríamos llamar "agravantes". El avance desmedido en el uso de la fuerza y la militarización; la grosera pérdida de la poca institucionalidad que existió hace unos años; la corrupción desaforada y la profunda crisis en la economía exacerbada por la incapacidad y las pugnas internas, dejan el campo abonado para que florezca una alternativa opositora. No aprovecharlo sería un gran error. Me luce claro que las prioridades de la MUD son tres, (i) organizarse internamente lo antes posible; (ii) empezar a definir candidaturas sólidas para las parlamentarias; (iii) hacer oposición con todos los hierros con un discurso de esperanza que entusiasme a esa Venezuela desanimada. Con esos tres objetivos cumplidos lo demás vendrá (o se irá) por vía de consecuencia. Esperamos que los intereses superiores del país reunifiquen las fuerzas opositoras sin demoras.
Las mismas razones que motivaron la "unión" de los demócratas siguen intactas. Pero más aún, ahora hay lo que podríamos llamar "agravantes". El avance desmedido en el uso de la fuerza y la militarización; la grosera pérdida de la poca institucionalidad que existió hace unos años; la corrupción desaforada y la profunda crisis en la economía exacerbada por la incapacidad y las pugnas internas, dejan el campo abonado para que florezca una alternativa opositora. No aprovecharlo sería un gran error. Me luce claro que las prioridades de la MUD son tres, (i) organizarse internamente lo antes posible; (ii) empezar a definir candidaturas sólidas para las parlamentarias; (iii) hacer oposición con todos los hierros con un discurso de esperanza que entusiasme a esa Venezuela desanimada. Con esos tres objetivos cumplidos lo demás vendrá (o se irá) por vía de consecuencia. Esperamos que los intereses superiores del país reunifiquen las fuerzas opositoras sin demoras.
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