Este gobierno niwiquiera merece el título de autocracia

En: Recibido por email. Publicada en El Tiempo

Entrevista a Germán Carrera Damas

Germán Carrera Damas ve una democracia muy fuerte, pero no en el gobierno, sino en la sociedad

El historiador Germán Carrera Damas cree que al expropiar se roba no sólo al dueño, sino a toda la sociedad. Advierte  además que en este momento los venezolanos libran  la que podría ser la batalla final entre el poder civil y el militar, reseña El Tiempo.
¿ Historiador ante todo?   
- A pesar de todo (risas)

- ¿Para qué sirve la Historia?   
-Tengo décadas preguntándome para qué no sirve la Historia. Hay tanto uso como abuso de ella, y una ausencia del sentido histórico.

- ¿ Y el nacionalismo? 
- Puede confirmar la existencia de un país. Pero también puede convertirse en un verdadero riesgo para esa existencia.
- Pío Baroja decía que era una enfermedad que se curaba viajando… 
- Otros piensan que es una enfermedad que se cura con la guerra, aunque también la genera.
-¿ En qué página va esta historia llamada Venezuela? 
-En este momento la sociedad venezolana está librando la que podría ser la batalla final que rige toda su existencia republicana, entre el poder militar y el poder civil.
- ¿Se pasará la página del revanchismo?   
-¿ Qué revanchismo?
- El pase de facturas por acontecimientos de hace 40 y 50 años, llevar 13 años echándole la culpa de todos los males al puntofijismo, abrir juicios a militares por hechos de los años 60… 
-Eso no es revanchismo, eso es cobardía. Más que eso, en el caso de juicios a militares, es una venganza. Me refiero a la llamada venganza morada, que sólo se satisface con la muerte de quien la suscita.

-¿ Un héroe del siglo XX?   
- Dos: Rómulo Betancourt y Arnoldo Gabaldón, quienes transformaron a Venezuela.

-El socialismo del siglo XX también habla de transformación…    
-Hay una diferencia fundamental. Aquellos lo hicieron con el propósito doble de enaltecer y favorecer a Venezuela, dándole libertad y condiciones de trabajo. Ahora queda la triste realidad goebbeliana, a través del nuevo lenguaje, según el cual construir es destruir.
- ¿Expropiar es robar? 
- Sin la menor duda. No sólo están expropiando al dueño sino a una sociedad a la que le costó más de medio siglo construir un capitalismo moderno que le permitiera al país ingresar  a la condición de nación acorde con su tiempo, no a una situación de atraso.
-¿ De qué siglo es el socialismo del siglo XXI?   
- ¿Cuál socialismo del siglo XXI? En Venezuela lo que hay  que hacer es recordar unas palabras del papa Juan Pablo II: la derrota del comunismo no significa un triunfo del capitalismo. Los problemas sociales siguen planteados. Se requiere unir fuerzas bajo una forma creativa. Pero estos monosabios del Presidente -y no me refiero a la especie animal, sino a quienes en las corridas de toros ayudaban al matador- no podrán hacerlo, pues no son capaces de hilvanar tres ideas.
-¿Se parecen los chavistas a los adecos del 45?   
-¡Ni remotamente!
-¿El error histórico que más se repite en Venezuela?    -Pretender hacer feliz al pueblo contra su voluntad.
-¿ Por qué los presidentes tienen tanta sed de Historia? 
-Porque la ignoran. El único Presidente venezolano que formó un sentido histórico, ya que fue un asiduo estudioso de la Historia, fue Rómulo Betancourt. Los demás leyeron cosas, pero nunca hicieron una profunda reflexión.
-Por lo visto es usted adeco y betancourista hasta la muerte… 
-No lo soy. Fui más bien militante comunista en París durante el régimen de Marcos Pérez Jiménez. El compromiso de un político no es con la verdad,  eso es para nosotros los historiadores. El político se debate entre la oportunidad y la utilidad. Por tanto, un historiador no puede estudiar a un político desde el punto de vista de la verdad.
-¿ Otro Presidente que haya detestado  la mitad de la población? 
-¿No era más fácil que me hubiera formulado la pregunta al revés? (carcajadas)
-De hecho era la siguiente pregunta…   
- (Risas) Bueno, el hecho de ser detestado por la mitad del país lo convierte en un Presidente afortunado, ya que no ha sido rechazado por la generalidad de la sociedad como lo fue  el llamado “Bagre”. Había miedo hasta de pronunciar la palabra Gómez.
- ¿Bolivariano?   
-No soy bolivariano. Para mí la figura de Simón Bolívar es objeto de estudio. Es uno de los hombres más importantes y extraordinarios de la historia de la humanidad. Su epopeya agotó el sentido de la creatividad. Pero así como hizo cosas grandiosas, hizo cosas muy malas. La peor, en el aspecto político, fue un acto absolutamente injustificable y vergonzoso: entregar su comandante en jefe, Miranda, a Monteverde, su enemigo, para recibir a cambio un pasaporte que le permitiría irse al exterior. En lo personal, es muy cuestionable el hecho de abandonar a Manuelita en el momento en el que él más la necesitaba, y dejarla a merced de sus adversarios, que le hicieron la vida imposible.
-¿El pecado de  Páez?  
-Desagradarle a Chávez (carcajadas).
-¿ Mató Santander a Bolívar? 
-Cuando era agente de la CIA (risas). Esa acusación no tiene sentido. ¿Dónde está el examen médico?
-¿ Qué clase de historia sale de un historiador adoctrinado?   
-No nace historia, sino justificación. Hoy en Cuba no hay ni un solo historiador. ¿Quién recuerda a un historiador del fascismo o del estalinismo?
-¿Una convicción de historiador?   
-A pesar de todo el daño que se ha querido acumular en estos diez años, la democracia en Venezuela está más fuerte que nunca, pero no en el gobierno, sino en la sociedad. La mejor demostración está en las elecciones primarias de la próxima semana. La gente le encuentra defectos a la democracia, que al fin y al cabo es femenina, pero, ¿habrá alguna mujer que no tenga defectos? (carcajadas)
-¿Su candidato?   
- María Corina Machado. Representa el logro de hace 50 años.
-¿Una imprecisión histórica?   
-Este gobierno ni siquiera merece el título de autocracia, pues históricamente estas se han caracterizado por dos atributos: orden y eficiencia. Una autocracia que cultiva el desorden y se regodea en la ineficiencia, sencillamente es un mal gobierno.
De  perfil
De Cumaná, donde nació en 1930, Germán Carrera Damas salió muy joven (apenas con 18 años) y emprendió   viaje a Europa para cursar estudios superiores de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de París.
En 1950 se trasladó a México. Allí estudió Economía y luego se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad Autónoma de México, en la que cursó la carrera de Historia. Ya con ese título en su haber regresó a Venezuela y  revalidó la licenciatura en la UCV, donde posteriormente también completó un doctorado.
Fue entonces cuando tomó el sendero de la docencia universitaria, el cual lo condujo incluso hasta el extranjero: dictó la cátedra “Simón Bolívar” en las universidades de Cambridge (Reino Unido) y Colonia (Alemania), así como la  Bacardí para investigadores eminentes de la Universidad de Florida ( Estados Unidos).
Prestó servicios diplomáticos como embajador en México, Suiza, Colombia, República Checa, entre otras naciones.
Ha producido más de 40 obras, entre ellas  “El culto a Bolívar”, una controversial investigación que muchos consideraron detracción bolivariana y que su autor defendió argumentando la necesidad  de “enjuiciar críticamente”  la devoción  al Libertador