En pocas palabras. Javier J. Jaspe Washington D.C.
No me refiero a los dictadores de Cuba, Raúl y Fidel, sino a los hermanos mellizos, Joaquín y Julián Castro, jóvenes profesionales educados en Stanford y Harvard, quienes deslumbraron a la reciente convención del Partido Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte. Joaquín opta por un puesto de diputado en el Congreso de Estados Unidos y Julián se desempeña como Alcalde de San Antonio, Texas. Ambos, cifras valiosas de los ciudadanos de origen latino que ya ocupan posiciones de importancia en el concierto politico del país. Joaquín actuó en el primer día de la indicada convención como presentador de su hermano Julián, a quien le correspondió ser uno de los oradores principales ese día (keynote speaker), role que hasta ese momento no había sido ocupado por ninguna persona de origen latino en las convenciones del Partido Demócrata.
El nombre de Julián Castro, a quien no conocía, me había llegado por varios conductos, y al pronunciar su discurso de manera lúcida, consistente y concisa, confirmó las voces que lo señalan como una de las personalidades de origen latino que, junto con su hermano Joaquín, y otros como Marco Rubio en el Partido Republicano, por su carisma, preparación y capacidad de trabajo, apuntan firmemente para ocupar posiciones de elevada significación política en el futuro, incluida la presidencia. No debe descartarse, incluso, que el papel desempeñado por Julián Castro en la convención Demócrata, en apoyo a la candidatura de Barack Obama, haya tenido, entre sus objetivos, compensar en alguna medida el gran interés que despertó en los electores latinos, el discurso de Rubio como presentador de Romney en la convención Republicana.
Julián Castro hilvanó su discurso (http://www.foxnews.com/politics/2012/09/04/transcript-julian-castro-speech-at-dnc/) en la convención Demócrata a través de dos aspectos principales. En primer término, comentó sobre sus orígenes como hijo y nieto de latinos, desde los tiempos en que su abuela Mexicana decidió venirse a Estados Unidos en procura del sueño americano; las vicisitudes padecidas por ésta en trabajos domésticos para levantar a su hija, la mamá de Joaquín y Julián, primera de la familia en graduarse en una Universidad; y las luchas de su mamá en favor de las causas latinas, mientras trabajaba árduamente para que él y su hermano Joaquín pudiesen educarse en universidades de primera, como en efecto lo hicieron. Recorrido familiar que lo llevó a definir magistralmente el sueño Americano, no como un golpe de suerte singular e instantáneo de recién llegados, sino como una carrera de relevo donde la primera generación de inmigrantes y las generaciones que siguen y nacen en suelo de los Estados Unidos, se pasan de manera sucesiva el valor añadido de su trabajo para mejorar progresivamente su condición económica y social.
En el segundo aspecto abordado en su discurso, destacó las principales diferencias entre los planteamientos republicanos y demócratas, poniendo énfasis en los efectos negativos que se producirían sobre la clase media Americana, si la fórmula del partido Republicano representada por el Gobernador Mitt Romney y Paul Ryan, se impusiera en las próximas eleciones, frente a las que consideró positivas políticas en curso, producto de la iniciativa del presidente Obama. Esta opinión la fundamentó en los recortes presupuestarios que, de ganar las elecciones, se propondrían realizar Romney y Ryan en materias relacionadas con educación pública, asistencia médica y social, créditos educativos, entrenamiento laboral y transporte.
Los aludidos recortes presupuestarios, a su juicio, se encuentran subordinados a políticas fracasadas que los Republicanos han aplicado en sus pasados gobiernos bajo diferentes nombres, pero que en definitiva lo que harían es privar de oportunidades y desmantelar a una clase media que se ha formado en el curso de varias generaciones. Finalmente, le dió un espaldarazo a las políticas del gobierno del presidente Barak Obama, contexto donde destacó la medida que éste adoptara en materia de inmigración, para eximir de deportación a jóvenes que ingresaron ilegalmente al país, llamando vigorósamente a darle un masivo respaldo a su reelección en las venideras elecciones del 6 de noviembre.
En pocas palabras, la actuación de los hermanos Castro en la reciente convención del partido Demócrata los colocó en el epicentro de la política nacional, e hizo recordar a otro par de hermanos del mismo partido, John F. y Robert Kennedy, lamentablemente fallecidos y de destacada actuación durante el siglo pasado. Particularmente, el discurso de Julián Castro, como principal orador de dicha convención, por su contenido e impacto, lo revela como una cifra valiosa del conjunto de jóvenes de orígen latino que junto con su hermano Joaquín, y como también es el caso de Marco Rubio en el partido Republicano, se abren paso exitosa y ascendentemente en la política de Estados Unidos del presente y de los próximos años. Veremos….
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