ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 24 de octubre de 2012 12:00 AM
Asumo hoy por quinta vez como presidente de Venezuela, por la gracia de Dios, de la Operación Remolque y del montón de listas de posibles beneficiarios que tengo aquí debajo del brazo y que me permiten disponer de sus vidas. Primero en el 98, luego cuando le gané al entonces traidor Arias Cárdenas, después raspé a los golpistas en el revocatorio, más tarde le tocó el turno al filósofo Manuel Rosales y finalmente cayó por inocente, Henrique Capriles Radonski. Invicto. Inderrotable. Vencedor eterno. Y, también, no importa lo que diga Lula, eterno presidente.
En esta nueva toma de posesión, me dirijo a todo el país para informar la gravedad de la situación en la que me tocará iniciar este nuevo gobierno revolucionario, gracias a la irresponsabilidad del gobierno anterior.
La pobreza en general, pobreza a secas, pobreza extrema o pobreza crítica, ha aumentado en términos escandalosos. Eso lo demuestra el número de votantes que obtuvo mi opción revolucionaria. La ecuación es sencilla. Si yo represento al candidato de los pobres y cada día saco más votos, luego hay más pobres. Más de la mitad del país es pobre de perinola. Y otro pedazo grande está a punto de serlo también. Así que como yo quiero seguir ganando todas las elecciones, entonces se deben acostumbrar. Más pobres es igual a más Chávez.
La deuda. Tremendo lío me dejaron los irresponsables del gobierno anterior. El endeudamiento revolucionario está en 224.000 millones de dólares. ¡Una pelusa! ¿En qué gastaron ese dineral? No tengo la menor idea. Pero se gastaron. Solamente Pdvsa está montada en unos 80 mil millones de dólares y lo peor es que necesitamos un realero para que pueda aumentar la producción. ¿Cómo haremos? Fácil. Más deuda. Y se la calan. Por eso votaron por mí.
Inseguridad. Otro torpedo fenomenal. En los gobiernos anteriores más o menos 150 mil compatriotas han sido asesinados por la delincuencia. Aplicaron unos 19 planes para salvar a la patria de los malandros y nada. Ahora hay más choros y asesinos en las calles. Pero no importa. Ganó Chávez.
Inflación y empleo. Me dejaron un cucarachero. No sé cómo hicieron para encaratar tanto esto. Les dio por endeudar, aumentar el gasto, imprimir billetes sin respaldo y matar la producción interna. Entre las confiscaciones y la copiadera de las políticas de los cubanos, los empresarios huyeron como locos. Tenemos un país de buhoneros y mantenidos. Las empresas del Estado o están quebradas o las mantienen desde Caracas. Si no hay inversión privada solo el gobierno puede generar empleos. Y no lo hace. Si acaso misiones y becas. Ya veremos cómo salimos de este lío.
Tranquilos. Yo gané.
En esta nueva toma de posesión, me dirijo a todo el país para informar la gravedad de la situación en la que me tocará iniciar este nuevo gobierno revolucionario, gracias a la irresponsabilidad del gobierno anterior.
La pobreza en general, pobreza a secas, pobreza extrema o pobreza crítica, ha aumentado en términos escandalosos. Eso lo demuestra el número de votantes que obtuvo mi opción revolucionaria. La ecuación es sencilla. Si yo represento al candidato de los pobres y cada día saco más votos, luego hay más pobres. Más de la mitad del país es pobre de perinola. Y otro pedazo grande está a punto de serlo también. Así que como yo quiero seguir ganando todas las elecciones, entonces se deben acostumbrar. Más pobres es igual a más Chávez.
La deuda. Tremendo lío me dejaron los irresponsables del gobierno anterior. El endeudamiento revolucionario está en 224.000 millones de dólares. ¡Una pelusa! ¿En qué gastaron ese dineral? No tengo la menor idea. Pero se gastaron. Solamente Pdvsa está montada en unos 80 mil millones de dólares y lo peor es que necesitamos un realero para que pueda aumentar la producción. ¿Cómo haremos? Fácil. Más deuda. Y se la calan. Por eso votaron por mí.
Inseguridad. Otro torpedo fenomenal. En los gobiernos anteriores más o menos 150 mil compatriotas han sido asesinados por la delincuencia. Aplicaron unos 19 planes para salvar a la patria de los malandros y nada. Ahora hay más choros y asesinos en las calles. Pero no importa. Ganó Chávez.
Inflación y empleo. Me dejaron un cucarachero. No sé cómo hicieron para encaratar tanto esto. Les dio por endeudar, aumentar el gasto, imprimir billetes sin respaldo y matar la producción interna. Entre las confiscaciones y la copiadera de las políticas de los cubanos, los empresarios huyeron como locos. Tenemos un país de buhoneros y mantenidos. Las empresas del Estado o están quebradas o las mantienen desde Caracas. Si no hay inversión privada solo el gobierno puede generar empleos. Y no lo hace. Si acaso misiones y becas. Ya veremos cómo salimos de este lío.
Tranquilos. Yo gané.
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