EL UNIVERSAL
viernes 26 de octubre de 2012 08:13 AM
San Francisco, EEUU. - Los estadounidenses de origen asiático desempeñarán un importante papel en la campaña electoral estadounidense, sobre todo en los conocidos como "Swing States" o estados que cambian su voto y que se consideran decisivos. El candidato republicano debe convencer a los asiáticos de que sería un presidente mejor que el actual, el demócrata Barak Obama. Una tarea nada fácil.
La familia del profesor Andrew Aoki vive desde hace generaciones en Estados Unidos, pero cada año al menos un estudiante del renombrado Augsburg College de Minnesota pregunta al politólogo dónde aprendió tan bien inglés, informó DPA.
Situaciones como ésta revelan una contradicción central en la posición de los estadounidenses de origen asiático en la sociedad estadounidense, considera Aoki.
Y es que aunque con frecuencia suelen ser exitosos, los "Asian Americans" siguen viéndose de cierta forma como marginados fuera de la sociedad. Y esa minoría sigue utilizando de forma muy titubeante su creciente poder político.
Eso empieza a cambiar ahora, cree Aoki, de origen japonés. Los asiáticos podrían desempeñar un papel decisivo en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre, sobre todo en estados fuertemente disputados como Virginia, Nevada y sobre todo Florida. Y es que el futuro presidente tendrá que ganar, para serlo, dos de los tres principales "Swing States": Ohio, Pennsylvania y Florida.
Los resultados del censo demográfico de 2010 apuntaban que los asiáticos son la minoría estadounidense de más rápido crecimiento en el país. Entre 2000 y 2010, aumentaron en un 46% a más de 14 millones, cifra que llega a los 17 millones si se cuentan los ciudadanos estadounidenses con sólo uno de los padres asiático.
En el estado bisagra de Virginia el 6,5% de la población es de origen asiático y en Nevada incluso el 7,7%. "Un grupo marginal puede decidir ahora sobre la victoria o la derrota", afirma el congresista demócrata de California Mike Honda, de origen japonés.
Para Obama, que lidera las encuestas pero con un margen muy estrecho respecto a su contrincante Romney, esas son buenas noticias, pues una mayoría de los asiáticos apoya a los demócratas, por motivos históricos y sociales, muchos de ellos gestados durante los años de boom económico bajo la presidencia de Bill Clinton.
Otro factor importante es que los asiáticos generalmente no son muy religiosos, dice Aoki. Y los estadounidenses religiosos suelen elegir más bien a los republicanos.
El hecho de que tengan una educación e ingresos por encima de la media es otro motivo, así como la composición más mezclada étnicamente del partido demócrata. "Es muy importante, sobre todo en los últimos años, desde que los republicanos iniciaron su cruzada contra los inmigrantes", afirma Aoki.
Los comentaristas políticos sólo hablan normalmente de que la dura línea de los republicanos ahuyenta a los electores latinos, pero espantar a los asiáticos podría tener las mismas consecuencias negativas a largo plazo.
Según una encuesta del instituto de opinión Lake Research Partners, más del 50 por ciento de los asiáticos se reconoce más cercano a los demócratas y sólo el 16 por ciento prefiere a los republicanos. El 73% tiene una buena opinión de Obama y sólo el 27% de Romney. Los demócratas representan más a la minoría asiática, en temas como la reforma del sistema sanitario, los intereses de la clase media, la igualdad, la educación o la inmigración.
Pero de la pérdida del apoyo de ese grupo electoral son responsables los propios republicanos: en 1992, el 55% de los asiáticos votaron por el republicano George H.Bush y sólo el 31% por Clinton. Los asiáticos apoyaban entonces la dura línea de los republicanos contra el comunismo, según expertos políticos.
Pero la Guerra Fría hace tiempo que ha terminado y los asiáticos jóvenes tienen otras prioridades, una nueva realidad a la que no supieron reaccionar los republicanos.
Romney intenta sin embargo ganar su apoyo: en julio creó la organización de campaña electoral "Asiático-americanos e insulares del Pacífico por Romney" y ha repetido su intención de colaborar con los asiáticos para "volver a llevar a Estados Unidos al camino correcto".
La familia del profesor Andrew Aoki vive desde hace generaciones en Estados Unidos, pero cada año al menos un estudiante del renombrado Augsburg College de Minnesota pregunta al politólogo dónde aprendió tan bien inglés, informó DPA.
Situaciones como ésta revelan una contradicción central en la posición de los estadounidenses de origen asiático en la sociedad estadounidense, considera Aoki.
Y es que aunque con frecuencia suelen ser exitosos, los "Asian Americans" siguen viéndose de cierta forma como marginados fuera de la sociedad. Y esa minoría sigue utilizando de forma muy titubeante su creciente poder político.
Eso empieza a cambiar ahora, cree Aoki, de origen japonés. Los asiáticos podrían desempeñar un papel decisivo en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre, sobre todo en estados fuertemente disputados como Virginia, Nevada y sobre todo Florida. Y es que el futuro presidente tendrá que ganar, para serlo, dos de los tres principales "Swing States": Ohio, Pennsylvania y Florida.
Los resultados del censo demográfico de 2010 apuntaban que los asiáticos son la minoría estadounidense de más rápido crecimiento en el país. Entre 2000 y 2010, aumentaron en un 46% a más de 14 millones, cifra que llega a los 17 millones si se cuentan los ciudadanos estadounidenses con sólo uno de los padres asiático.
En el estado bisagra de Virginia el 6,5% de la población es de origen asiático y en Nevada incluso el 7,7%. "Un grupo marginal puede decidir ahora sobre la victoria o la derrota", afirma el congresista demócrata de California Mike Honda, de origen japonés.
Para Obama, que lidera las encuestas pero con un margen muy estrecho respecto a su contrincante Romney, esas son buenas noticias, pues una mayoría de los asiáticos apoya a los demócratas, por motivos históricos y sociales, muchos de ellos gestados durante los años de boom económico bajo la presidencia de Bill Clinton.
Otro factor importante es que los asiáticos generalmente no son muy religiosos, dice Aoki. Y los estadounidenses religiosos suelen elegir más bien a los republicanos.
El hecho de que tengan una educación e ingresos por encima de la media es otro motivo, así como la composición más mezclada étnicamente del partido demócrata. "Es muy importante, sobre todo en los últimos años, desde que los republicanos iniciaron su cruzada contra los inmigrantes", afirma Aoki.
Los comentaristas políticos sólo hablan normalmente de que la dura línea de los republicanos ahuyenta a los electores latinos, pero espantar a los asiáticos podría tener las mismas consecuencias negativas a largo plazo.
Según una encuesta del instituto de opinión Lake Research Partners, más del 50 por ciento de los asiáticos se reconoce más cercano a los demócratas y sólo el 16 por ciento prefiere a los republicanos. El 73% tiene una buena opinión de Obama y sólo el 27% de Romney. Los demócratas representan más a la minoría asiática, en temas como la reforma del sistema sanitario, los intereses de la clase media, la igualdad, la educación o la inmigración.
Pero de la pérdida del apoyo de ese grupo electoral son responsables los propios republicanos: en 1992, el 55% de los asiáticos votaron por el republicano George H.Bush y sólo el 31% por Clinton. Los asiáticos apoyaban entonces la dura línea de los republicanos contra el comunismo, según expertos políticos.
Pero la Guerra Fría hace tiempo que ha terminado y los asiáticos jóvenes tienen otras prioridades, una nueva realidad a la que no supieron reaccionar los republicanos.
Romney intenta sin embargo ganar su apoyo: en julio creó la organización de campaña electoral "Asiático-americanos e insulares del Pacífico por Romney" y ha repetido su intención de colaborar con los asiáticos para "volver a llevar a Estados Unidos al camino correcto".
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