THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 11 de octubre de 2012 12:00 AM
Limpiamente ganó la oposición. Así de simple, bajo amenaza de desconocimiento, guerra civil, despidos a los empleados, listados de entrega de casas y toda suerte de triquiñuelas y fraudes jurídicos para podarnos, luego de ametrallarnos, caernos a cuchilladas, sobornos y toda clase de incontables atrocidades, no queda duda de que la gran ganadora fue la oposición democrática.
Por primera vez en la historia el Partido Socialista Unido de Venezuela perdió ante la oposición. Pasamos de los 6,6 millones de votantes, más los cientos de miles en el extranjero y ya nadie nos baja. 6,6 millones de votos se dicen fácil, pero representan nada menos que a 13,5 millones de venezolanos que ya no creen en Hugo Chávez. El apabullante 85% de la clase media, importante sostén y fortaleza indetenible de toda nación desarrollada, es opositora, se acabaron los ninies en la clase media, pocos afectos tiene el presidente Chávez en las filas de la A a la C.
Pero más allá de eso ocurrió lo impensable, un tercio del 23 de Enero o de La Dolorita se le fueron al otrora invencible adalid de los pobres, un 46% de los barrios en Altagracia y perdió en Petare, un 40% de los barrios de La Vega, un 36% de Caucagüita. Y ¿qué hablar de los barrios pobres del Zulia? El 42% de la mayoría de los pobres se le volteó al pitcher de Sabaneta en clara demostración de que le cayeron a cobas con las cifras de la pobreza. Millones de pobres se le fueron diciéndole que "los 500 mil millones de dólares invertidos" (supuestamente en ellos) jamás les llegaron, así es que celebremos el despertar de una nueva Venezuela en la que esos millones de pobres le dijeron a la revolución ¡Basta ya!
Y ¿qué pasó en el 23 de Enero? ¿Por qué después de aumentar en 20 mil votantes, Chávez no creció ni un voto y la oposición aumentó un 53%? Pues resulta que en el gran bastión de dignidad del chavismo, el gran líder supremo se pasmó igual que buena parte de los barrios pobres de Zulia, Anzoátegui, Lara y Carabobo. El 33% de los pobres venezolanos y el 85% de la clase media le dijo al presidente que no, en el mayor campanazo histórico que ha recibido su propuesta. El 30% de los pobres en Venezuela creyeron que la propuesta de Capriles es mejor para nuestro país. Tremendo toque de diana para la revolución luego del mayor despilfarro de recursos en la historia republicana.
¿Qué ganó Hugo Chávez? Sí, lo reconozco. Pero le pongo un asterisco a su triunfo como se hace hoy en los deportes "Sí, ganó. Pero con esteroides". Nos queda el mal sabor de una campaña abusiva y destructiva. El saldo del ataque jurídico a los partidos opositores restó nada menos que 149.261 votos opositores, el descarado robo del apoyo de los símbolos de la izquierda que apoyaban a la oposición tuvo como saldo 375.578 votos opositores menos, la campaña de supuestos maletinazos y del retiro de apoyos de última hora tuvo como saldo negativo nada menos que 129.644 votos perdidos para la oposición, y todo eso sin contar a los miles de votantes del exterior que no pudieron ejercer su derecho así como la intensa campaña, ilegal a todas luces contra Primero Justicia que les causó nada menos que 25 mil votos menos en Miranda. Así que ganó, lo hizo, es indiscutible que ganó y se lo reconocemos todos los demócratas, ¿pero cuál hubiera sido la verdadera diferencia en una campaña limpia?, sin amenazas de guerra civil, desconocimiento de los resultados por parte de militares activos, amenazas de despidos a los empleados, mentiras descaradas, abusos sistemáticos y masivos, hegemonía comunicacional, ataques armados, asesinatos impunes y para usted de contar ¿Quién creen que hubiera ganado limpiamente?
Así es que arriba esa moral, porque Venezuela amaneció completamente distinta el 8 de octubre y los escenarios son extraordinarios. Los ninies desaparecieron, la clase media masivamente es opositora y un tercio de los pobres mandaron pa`l carrizo los 14 años de mentiras. La oposición dio mega ejemplo de civismo, de actitud democrática incluso ante la barbarie de un régimen sin el menor escrúpulo, todas las mentiras inventadas cayeron por su propio peso. El oficialismo llega a su tercer período mermado, enfermo y separado en varias facciones y la cosa no pinta bien para ellos de cara al próximo año. Por primera vez en la historia la oposición ganó en dos regiones Táchira y Mérida, ocurrió un empate técnico en Nueva Esparta, Miranda, Lara y Anzoátegui y está apenas a cinco puntos de ventaja en otros dos estados. El PSUV perdió contra la Unidad en Dtto. Capital, en Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Lara, Nueva Esparta y Zulia. Ahora bien, si se diseña una buena estrategia, con toda seguridad 9 estados pasarán a manos de la oposición y se pueden ganar con esfuerzo 14. El panorama para el chavismo es incierto de cara a diciembre porque Chávez ya no está en el juego y la desunión impera en sus filas. Echemos señoras y señores el resto y terminemos por romperle democráticamente y con votos la columna vertebral de apoyo a un gobierno que pronto entenderá que cometió el mayor error histórico y que se desinflará en nuestras narices en los próximos meses. Lo que viene, sin duda alguna, es muy bueno.
Por primera vez en la historia el Partido Socialista Unido de Venezuela perdió ante la oposición. Pasamos de los 6,6 millones de votantes, más los cientos de miles en el extranjero y ya nadie nos baja. 6,6 millones de votos se dicen fácil, pero representan nada menos que a 13,5 millones de venezolanos que ya no creen en Hugo Chávez. El apabullante 85% de la clase media, importante sostén y fortaleza indetenible de toda nación desarrollada, es opositora, se acabaron los ninies en la clase media, pocos afectos tiene el presidente Chávez en las filas de la A a la C.
Pero más allá de eso ocurrió lo impensable, un tercio del 23 de Enero o de La Dolorita se le fueron al otrora invencible adalid de los pobres, un 46% de los barrios en Altagracia y perdió en Petare, un 40% de los barrios de La Vega, un 36% de Caucagüita. Y ¿qué hablar de los barrios pobres del Zulia? El 42% de la mayoría de los pobres se le volteó al pitcher de Sabaneta en clara demostración de que le cayeron a cobas con las cifras de la pobreza. Millones de pobres se le fueron diciéndole que "los 500 mil millones de dólares invertidos" (supuestamente en ellos) jamás les llegaron, así es que celebremos el despertar de una nueva Venezuela en la que esos millones de pobres le dijeron a la revolución ¡Basta ya!
Y ¿qué pasó en el 23 de Enero? ¿Por qué después de aumentar en 20 mil votantes, Chávez no creció ni un voto y la oposición aumentó un 53%? Pues resulta que en el gran bastión de dignidad del chavismo, el gran líder supremo se pasmó igual que buena parte de los barrios pobres de Zulia, Anzoátegui, Lara y Carabobo. El 33% de los pobres venezolanos y el 85% de la clase media le dijo al presidente que no, en el mayor campanazo histórico que ha recibido su propuesta. El 30% de los pobres en Venezuela creyeron que la propuesta de Capriles es mejor para nuestro país. Tremendo toque de diana para la revolución luego del mayor despilfarro de recursos en la historia republicana.
¿Qué ganó Hugo Chávez? Sí, lo reconozco. Pero le pongo un asterisco a su triunfo como se hace hoy en los deportes "Sí, ganó. Pero con esteroides". Nos queda el mal sabor de una campaña abusiva y destructiva. El saldo del ataque jurídico a los partidos opositores restó nada menos que 149.261 votos opositores, el descarado robo del apoyo de los símbolos de la izquierda que apoyaban a la oposición tuvo como saldo 375.578 votos opositores menos, la campaña de supuestos maletinazos y del retiro de apoyos de última hora tuvo como saldo negativo nada menos que 129.644 votos perdidos para la oposición, y todo eso sin contar a los miles de votantes del exterior que no pudieron ejercer su derecho así como la intensa campaña, ilegal a todas luces contra Primero Justicia que les causó nada menos que 25 mil votos menos en Miranda. Así que ganó, lo hizo, es indiscutible que ganó y se lo reconocemos todos los demócratas, ¿pero cuál hubiera sido la verdadera diferencia en una campaña limpia?, sin amenazas de guerra civil, desconocimiento de los resultados por parte de militares activos, amenazas de despidos a los empleados, mentiras descaradas, abusos sistemáticos y masivos, hegemonía comunicacional, ataques armados, asesinatos impunes y para usted de contar ¿Quién creen que hubiera ganado limpiamente?
Así es que arriba esa moral, porque Venezuela amaneció completamente distinta el 8 de octubre y los escenarios son extraordinarios. Los ninies desaparecieron, la clase media masivamente es opositora y un tercio de los pobres mandaron pa`l carrizo los 14 años de mentiras. La oposición dio mega ejemplo de civismo, de actitud democrática incluso ante la barbarie de un régimen sin el menor escrúpulo, todas las mentiras inventadas cayeron por su propio peso. El oficialismo llega a su tercer período mermado, enfermo y separado en varias facciones y la cosa no pinta bien para ellos de cara al próximo año. Por primera vez en la historia la oposición ganó en dos regiones Táchira y Mérida, ocurrió un empate técnico en Nueva Esparta, Miranda, Lara y Anzoátegui y está apenas a cinco puntos de ventaja en otros dos estados. El PSUV perdió contra la Unidad en Dtto. Capital, en Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Lara, Nueva Esparta y Zulia. Ahora bien, si se diseña una buena estrategia, con toda seguridad 9 estados pasarán a manos de la oposición y se pueden ganar con esfuerzo 14. El panorama para el chavismo es incierto de cara a diciembre porque Chávez ya no está en el juego y la desunión impera en sus filas. Echemos señoras y señores el resto y terminemos por romperle democráticamente y con votos la columna vertebral de apoyo a un gobierno que pronto entenderá que cometió el mayor error histórico y que se desinflará en nuestras narices en los próximos meses. Lo que viene, sin duda alguna, es muy bueno.
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