Monday, October 29, 2012
Y si gana Capriles?
Orlando Viera-Blanco
Sujetar nuestra complejidad social a unas urnas, es seguir patinando en papeletas
A raíz de nuestra columna anterior, ¿Y si Capriles pierde Miranda?, muchos lectores preguntaron al rompe, Orlando, ¿y si gana? Creo entonces que es menester aclarar. Construir un frente cívico nacional contra el drama que supone tener a Chávez un sexenio más, no es un reto que se dé despachando desde una oficina municipal. El país reclama hacer política con “P” mayúscula, sin más novatadas, ni más exclusivas, porque el bulto es pesado y es de todos…
Jamás he sido pesimista con relación al futuro de Venezuela. Al contrario. En términos de cultura política hemos sido un país rebelde y contestatario, que ha impedido nos esquilen como ovejas comiendo de la mano de Chávez. No hemos llegado al punto de una vida de salvoconductos o de atavíos milicianos. Pero si no comprendemos que el compromiso va mas allá del jaleo electoral, todos terminaremos en un mismo rebaño, con un mismo corte.
La impostergable tarea de resistir y revertir, no está reservada a un hombre, es cierto. Pero es indiscutible que debe mediar una aleta mayor, que dirija el ritmo, el norte y la intensidad de los esfuerzos. Venezuela no superará su desliz histórico desde un bastión municipal o parroquial. Decir “ganamos Petare o Miranda” mientras se desperdiga un país, es parar a media ruta y dormir una siesta. Y esto aparte de pereza, es una visión chica de la verdad…
Erradicar el comunismo y reinstalar una democracia moderna, no tolera afanarse a pequeñas causas. Exige tesón y firmeza para seguir tocando todas las puertas, de todas las casas y todas las conciencias del país y del mundo, denunciando la barbarie y defendiendo la razón. Lo otro, es Rosales parte II.
Si Capriles, Machado, López, Aveledo o Arria no son capaces de mantener la unidad mas allá de una causa-electoral por una causa-país, entonces el culpable no-es Chávez. Si las agendas siguen siendo personales, cortoplacistas, estamos cocidos. La esperanza después del 7-0 se desvanecerá el 16-D.
Sujetar nuestra complejidad social a unas urnas, es seguir patinando en papeletas y no en el fondo de la cuestión: vencer a un régimen. Es deslizar la duda si a la oposición le interesa más preservar un párvulo feudo, que sacrificarse por una causa más elevada llamada nación. Es peligroso tener la razón cuando el gobierno no la tiene (Voltaire). Pero peor es tenerla, frente a una oposición llamada a derrotarle… Los hijos, la vida, la libertad, la propiedad y la patria, no los mide un CNE.
Menos los sondeos, la propaganda o la massmediacion. Proseguir con la fascinación comicial, es sucumbir cándidamente en un camerino maquillado de democracia, cuya luz la prenden y la apagan a placer, los títeres del teatro… Capriles puede que gane Miranda, pero parafrafesándole, el ganador solo será él.
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