CHEN CHI-YI | EL UNIVERSAL
martes 4 de diciembre de 2012 12:00 AM
Las comunas como ideología
La comuna es una forma de organización social y económica basada en la propiedad colectiva (social) y en la eliminación de los tradicionales valores familiares. Tiene, entre sus propósitos, el de construir una sociedad en la cual se promueve el autogobierno de todos los aspectos de la vida ciudadana y cuenta con órganos de funcionamiento tales como: el Parlamento, el Consejo Ejecutivo y de Planificación, el Banco Comunal, el Consejo de Economía y Contraloría, la gestión de justicia, etcétera.
Para resaltar la importancia de la gestión económica se promulgan un conjunto de leyes orgánicas especiales sobre el sistema económico concerniente a la producción, la distribución y el intercambio con la finalidad de impulsar el desarrollo endógeno. Al eliminar la propiedad privada se reinvierte el excedente social e incentiva los valores y principios de una sociedad igualitaria, donde se permite alcanzar la suprema felicidad en el sentido de que cada ciudadano trabaje de acuerdo con su capacidad y consuma conforme a sus necesidades.
Una Carrera con Obstáculos
La ideología siempre resulta atractiva aun cuando se base sobre premisas imaginarias y no necesariamente comprobables. Al reflexionar sobre la lógica del Estado Comunal constatamos que sus apoyos conceptuales e ideológicos presentan interrogantes difícilmente admisibles. Son, en realidad, obstáculos para alcanzar sus objetivos. Estos son:
1. La supresión de la propiedad privada contradice a la realidad histórica. La humanidad, en toda su extensión temporal y espacial ha luchado por tener algo propio. Es este deseo el que ha permitido la conquista de un mayor bienestar cuantitativo y cualitativo. Eliminarla parece una decisión "antinatural" y "antiprogreso".
2. La división del trabajo y su especialización fueron los procesos para aumentar la productividad del esfuerzo humano. Despreciarlas conduce necesariamente a la pérdida de eficiencia y eficacia, y anula la posibilidad de superar el estancamiento como sucede en los demás seres vivientes.
3. El trueque y el uso de una moneda especifica en cada comuna (llámese vale o cualquier otra denominación) solamente se practicaba en una sociedad primitiva y atrasada, donde los bienes y servicios eran escasos y limitados. El hecho de querer regresar a este tipo de economía en las comunas refleja, sin la menor duda, un enredo mental.
4. El adoptar el modelo de "Estado Comunal" implica necesariamente un cambio del sistema actual de organización político-administrativa. De hecho, las comunas, tal como las planteadas en los nuevos instrumentos legales, eliminan las funciones de los estados, de los municipios, de las empresas públicas y de todas las funciones político-administrativas centralizadas y descentralizadas. Las comunas se convertirían en pequeños "enclaves" cuya sumatoria se llamaría Venezuela.
5. Al descartar la elección directa instaurando la "dedocracia" se está negando la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones. De hecho, se procede a excluir a la disidencia unificando y uniformando la estructura político-administrativa actual existente. Con este proceder se instala inevitablemente el totalitarismo excluyente.
6. Para que las comunas funcionen adecuadamente se requiere la presencia del "Hombre Nuevo", dispuesto a asumir actitudes conforme a la ideología reinante. Es decir, debe tener una posición beligerante contra la sociedad tradicional, representada por las leyes, la moral, la ética etc., considerada como "trampas" introducidas por la burguesía dominante. Al mismo tiempo, ese hombre nuevo debe acostumbrarse a obedecer, ciegamente y a toda prueba, las órdenes del partido, guiado por su líder. Dudo, que tal hombre nuevo alguna vez haya existido en el pasado y que pueda existir en el futuro.
7. En las leyes referentes al sistema económico de las comunas, se exalta el "excedente social" como fuente de financiamiento de las actividades económicas. ¿Acaso se ha olvidado que el excedente solo podía producirse explotando al trabajo y que los precios y los costos deben igualarse? Bajo este prisma, nos preguntamos ingenuamente si la teoría de "plus-valía" no será simplemente un "lapsus calami".
8. Dudamos mucho sobre la viabilidad de las comunas porque sus múltiples mecanismos escalonados (Consejo Comunal, Funda Comunal, Ciudad Comunal, Federación Comunal, Distrito Comunal, etc.) y sus variadas funciones (legislativa, ejecutiva, judicial, contraloría, de producción, de distribución, de servicios etc.) sin duda les impedirán alcanzar un grado aceptable de eficiencia.
9. Si finalmente se introdujeran sistemáticamente las comunas, tal como están sugeridas por las leyes y reglamentos, (presentes y futuras) tendremos unos cuantos miles de comunas en Venezuela. Estos, a pesar de todas las prédicas, correrán la misma suerte a las de los Koljoses de la Unión Soviética, las de la China maoísta o de otras experiencias de menos alcance, todas ellas estrepitosamente fracasadas.
La comuna es una forma de organización social y económica basada en la propiedad colectiva (social) y en la eliminación de los tradicionales valores familiares. Tiene, entre sus propósitos, el de construir una sociedad en la cual se promueve el autogobierno de todos los aspectos de la vida ciudadana y cuenta con órganos de funcionamiento tales como: el Parlamento, el Consejo Ejecutivo y de Planificación, el Banco Comunal, el Consejo de Economía y Contraloría, la gestión de justicia, etcétera.
Para resaltar la importancia de la gestión económica se promulgan un conjunto de leyes orgánicas especiales sobre el sistema económico concerniente a la producción, la distribución y el intercambio con la finalidad de impulsar el desarrollo endógeno. Al eliminar la propiedad privada se reinvierte el excedente social e incentiva los valores y principios de una sociedad igualitaria, donde se permite alcanzar la suprema felicidad en el sentido de que cada ciudadano trabaje de acuerdo con su capacidad y consuma conforme a sus necesidades.
Una Carrera con Obstáculos
La ideología siempre resulta atractiva aun cuando se base sobre premisas imaginarias y no necesariamente comprobables. Al reflexionar sobre la lógica del Estado Comunal constatamos que sus apoyos conceptuales e ideológicos presentan interrogantes difícilmente admisibles. Son, en realidad, obstáculos para alcanzar sus objetivos. Estos son:
1. La supresión de la propiedad privada contradice a la realidad histórica. La humanidad, en toda su extensión temporal y espacial ha luchado por tener algo propio. Es este deseo el que ha permitido la conquista de un mayor bienestar cuantitativo y cualitativo. Eliminarla parece una decisión "antinatural" y "antiprogreso".
2. La división del trabajo y su especialización fueron los procesos para aumentar la productividad del esfuerzo humano. Despreciarlas conduce necesariamente a la pérdida de eficiencia y eficacia, y anula la posibilidad de superar el estancamiento como sucede en los demás seres vivientes.
3. El trueque y el uso de una moneda especifica en cada comuna (llámese vale o cualquier otra denominación) solamente se practicaba en una sociedad primitiva y atrasada, donde los bienes y servicios eran escasos y limitados. El hecho de querer regresar a este tipo de economía en las comunas refleja, sin la menor duda, un enredo mental.
4. El adoptar el modelo de "Estado Comunal" implica necesariamente un cambio del sistema actual de organización político-administrativa. De hecho, las comunas, tal como las planteadas en los nuevos instrumentos legales, eliminan las funciones de los estados, de los municipios, de las empresas públicas y de todas las funciones político-administrativas centralizadas y descentralizadas. Las comunas se convertirían en pequeños "enclaves" cuya sumatoria se llamaría Venezuela.
5. Al descartar la elección directa instaurando la "dedocracia" se está negando la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones. De hecho, se procede a excluir a la disidencia unificando y uniformando la estructura político-administrativa actual existente. Con este proceder se instala inevitablemente el totalitarismo excluyente.
6. Para que las comunas funcionen adecuadamente se requiere la presencia del "Hombre Nuevo", dispuesto a asumir actitudes conforme a la ideología reinante. Es decir, debe tener una posición beligerante contra la sociedad tradicional, representada por las leyes, la moral, la ética etc., considerada como "trampas" introducidas por la burguesía dominante. Al mismo tiempo, ese hombre nuevo debe acostumbrarse a obedecer, ciegamente y a toda prueba, las órdenes del partido, guiado por su líder. Dudo, que tal hombre nuevo alguna vez haya existido en el pasado y que pueda existir en el futuro.
7. En las leyes referentes al sistema económico de las comunas, se exalta el "excedente social" como fuente de financiamiento de las actividades económicas. ¿Acaso se ha olvidado que el excedente solo podía producirse explotando al trabajo y que los precios y los costos deben igualarse? Bajo este prisma, nos preguntamos ingenuamente si la teoría de "plus-valía" no será simplemente un "lapsus calami".
8. Dudamos mucho sobre la viabilidad de las comunas porque sus múltiples mecanismos escalonados (Consejo Comunal, Funda Comunal, Ciudad Comunal, Federación Comunal, Distrito Comunal, etc.) y sus variadas funciones (legislativa, ejecutiva, judicial, contraloría, de producción, de distribución, de servicios etc.) sin duda les impedirán alcanzar un grado aceptable de eficiencia.
9. Si finalmente se introdujeran sistemáticamente las comunas, tal como están sugeridas por las leyes y reglamentos, (presentes y futuras) tendremos unos cuantos miles de comunas en Venezuela. Estos, a pesar de todas las prédicas, correrán la misma suerte a las de los Koljoses de la Unión Soviética, las de la China maoísta o de otras experiencias de menos alcance, todas ellas estrepitosamente fracasadas.
No comments:
Post a Comment