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Después del anuncio del pasado sábado es indispensable exigir un exhaustivo informe médico en el que se diga que tipo de lesión cancerígena tiene y cuales son sus expectativas de curación
Los ciudadanos tenemos el derecho de conocer y el gobierno la obligación de informar sobre el verdadero estado de salud del Presidente de la República. No se trata de una curiosidad morbosa sino de la impostergable necesidad de saber definitivamente por medio de un parte médico si él está o no en capacidad de asumir en enero la primera magistratura del país.
Es malsano seguir con este juego de medias verdades o mentiras a medias. La oposición debe exigir en la Asamblea que el gobierno presente un parte médico en el que se informe de manera exhaustiva sobre las condiciones del paciente y si éste está o no en condiciones de seguir ejerciendo su cargo.
No le conviene al país seguir jugando con la incertidumbre de crear falsas expectativas sobre una cura que ahora resulta que no fue tal. No es cierto lo dicho por uno de los principales miembros del PSUV que la gente que votó por Chávez sabía que él estaba enfermo, eso no fue lo que se dijo durante la campaña electoral sino por el contrario que había superado su enfermedad. ¿A quién se pretendía engañar? ¿a sus seguidores haciéndoles ver que su líder era una especie de súper hombre? O ¿a la oposición sembrándola de dudas?.
En toda democracia que se precie de tal la salud del Presidente es materia de interés público y por lo tanto los gobiernos están en la obligación de informar a los ciudadanos sobre el estado físico y mental del Jefe de Estado. Sólo en las dictaduras esa información es un secreto de Estado. Así fue que el pueblo ruso no supo que Stalin estaba muy enfermo hasta que se murió, tampoco el pueblo chino de la decadencia física y mental de Mao.
La democracia no consiste solamente en convocar elecciones sino en ejercer con transparencia el poder en el marco de la Constitución y las leyes.
Después del anuncio del pasado sábado es indispensable exigir un exhaustivo informe médico en el que se diga que tipo de lesión cancerígena t iene y cuales son sus expectativas de curación. No hacerlo constituiría un engaño más a los ciudadanos de este país que podría tener graves consecuencias para la paz y estabilidad democrática de Venezuela.
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