ALAN LUGO , IVONNE AYALA PERDOMO ,
BETSSY SANTISTEVAN GASTELÚ
Caracas.- "Es necesario un
programa de ajuste económico y eliminación total de controles para salir de la
debacle económica actual." Esa es la principal conclusión del economista
Pedro Rosas Bravo, exministro de Hacienda, al hacer consideraciones sobre la
situación económica actual para este Punto de Encuentro.
Precisó que "el ajuste debe ser aplicado simultáneamente y de manera total en todas las aéreas: no debería adoptarse un esquema de ajustes progresivos o gradual, porque ello le restaría credibilidad al programa de estabilización. Para que tenga éxito se necesita que los operadores económicos y consumidores tengan la convicción de que no "hay vuelta atrás".
Considera que la clave de cualquiera de los programas de estabilización que se logre estructurar, radica en que el programa debe tener una base institucional y administrativa que le de credibilidad y seguridad jurídica ante la comunidad de productores nacionales y frente a las expectativas de los consumidores. En segundo lugar, el país tiene que recuperar la confianza y la credibilidad de los inversionistas extranjeros, de la banca internacional y de los organismos multilaterales.
Precisa Pedro Rosas que estas dos condiciones son esenciales para alcanzar un incremento sustancial de la producción privada doméstica, un debilitamiento de la "psicosis" inflacionaria de los consumidores nacionales, una atenuación de la demanda especulativa de divisas, una estabilización del tipo de cambio y de los ajustes de precios y, sobre todo, una mejora en la percepción internacional sobre la viabilidad a largo plazo de la economía.
Plantea eliminar el control de precios de bienes y servicios. Por tanto, se debe desmantelar en su totalidad el ente encargado de la regulación y control de precios. Igualmente plantea, derogar todas las regulaciones, instructivos y decretos que limitan y persiguen la libre empresa, la inversión privada y la libre comercialización de la producción nacional.
Asimismo se pronuncia por el desmantelamiento de los controles cambiarios y financieros que restringen el comercio de divisas y las operaciones crediticias del sector bancario.
A juicio de Rosas Bravos, habría que dejar sin efecto las expropiaciones, todas ellas sin excepción. Y crear un ente estatal que se ocupe de negociar con los antiguos dueños la devolución de sus activos y propiedades o convenir el pago a plazo de las indemnizaciones monetarias que de común acuerdo puedan determinarse.
En su opinión, hay que asegurar la autonomía del BCV, con un directorio competente e independiente, sin la presencia de ministros o funcionarios de alto nivel del gobierno nacional.
Pedro Rosas Bravo menciona que hay que reducir a la brevedad el número de ministerios y oficinas públicas, manteniendo como criterio que se trata de un nuevo Estado al servicio de la iniciativa privada, la libertad y seguridad individual y el mantenimiento de los servicios públicos y la seguridad social.
Rescate operativo, financiero e institucional de PDVSA.
Pedro Rosas explica que el ajuste del tipo de cambio, la eliminación del control de cambios, la reducción del déficit fiscal y el manejo de una política monetaria antiinflacionaria tienen que estar acompañados por un desmontaje de los mecanismos de intervención y control administrativo que ejerce el Estado.
"Si no se desmonta el intervencionismo económico, el programa de ajuste está condenado al fracaso y Venezuela seguirá estando aislada en el ámbito financiero internacional."
Considera que el rescate de la confianza del mundo financiero internacional debe centrarse en la negociación de un acuerdo con el FMI, que permita repotenciar el nivel de reservas internacionales.
Asimismo, considera prudente negociar un plan global de financiamiento con el Banco Mundial para financiar un programa masivo de inversiones públicas en infraestructura, salud, educación, energía y minería. También, negociar un préstamo sindicado con la Banca Internacional. Cree que habría que regresar a las vías tradicionales de endeudamiento externo, y poner fin al perverso esquema de financiamiento con garantía de entrega de petróleo o de otros activos como el oro.
Dólar a Bs 44,56 es la base del tipo de cambio real
"La política cambiaria por sí sola no resuelve los problemas de la economía, pues ella sólo es un instrumento auxiliar, aunque muy importante, de apoyo a la política económica general". Tal es la visión de José Rodríguez Aznar, ex primer vicepresidente del Banco Central de Venezuela (BCV).
El experto estima que el control de cambio puede transformarse en un sistema "perverso". Es "necesario en situaciones excepcionales pero debe tener una permanencia relativamente corta. El gobierno ha descansado su política económica en esta política cambiaria, para mí es un error".
A su juicio, el desmontaje del control de cambio es una medida que debe estudiarse con seriedad, y es una estrategia fundamental en un programa de ajustes para enrumbar y restablecer el equilibrio en la economía.
"Debe contemplar medidas fiscales, cambiarias y monetarias que coordinen las políticas que rijan cada una de estas áreas.
Precisa que "el BCV tiene la responsabilidad constitucional de proponer y ejecutar la política cambiaria y la política monetaria para preservar el valor de la moneda y la estabilización de precios. A su vez el Ejecutivo Nacional es el responsable de la gestión fiscal. Sin embargo, el Gobierno Nacional se convierte en el principal enemigo del BCV para que pueda cumplir con su responsabilidad, debido a su política fiscal expansiva del gasto público, financiada en buena parte por el propio BCV, al elevado endeudamiento externo y al otorgamiento de divisas que compromete las reservas internacionales."
Considera que el control de cambios está agotado y debe ser eliminado.
Recomienda, disminuir la gestión expansiva del gasto público; reducción del gasto fiscal en programas ineficientes que no generan producto.
Cree recomendable refinanciar la deuda pública externa y/o conversión en deuda interna. Además, estimular el ingreso de divisas; flexibilizar el régimen para las inversiones extranjeras; propiciar la repatriación de capitales; estimular los proyectos para bienes de exportación; y, garantizar la seguridad jurídica para el inversionista.
Por otra parte propone restablecer la autonomía funcional del BCV; reestructurar el Directorio del Instituto; centralización de las divisas en el BCV; y asignación de divisas al cambio preferencial única y exclusivamente para importaciones o servicios esenciales con criterios estrictos: Alimentos, medicinas y maquinarias y repuestos para la industria y agricultura.
Es imperativo que se analice concienzudamente el rumbo a seguir, recomienda.
Reconoce el economista Rodríguez Aznar que no es fácil tomar medidas que en principio podrían ser percibidas como desfavorecedoras por parte de la población porque todo Gobierno busca obtener el favor de los electores, Sin embargo, observa el ex-vicepresidente del BCV, que la meta debe ser reequilibrar y sanear para, entre otras cosas atraer las divisas que tanto inversores nacionales como foráneos mantienen fuera de las fronteras, precisó.
A juicio de nuestro entrevistado, la venta de dólares a precios cónsonos con la realidad es lo adecuado.
Explica asimismo José Rodríguez Aznar que "el tipo de cambio real está determinado por la relación entre la base monetaria (dinero emitido por el BCV) y las reservas internacionales. Según el Balance del BCV del 28-2-15, el tipo de cambio real debería ser de Bs 44,56 por dólar"
Esta cifra se obtiene dividiendo la base monetaria entre las reservas internacionales, explica.
Considera este economista que sobre esta base el concierto de demandantes y oferentes labrarán el equilibrio del costo de la divisa en el mercado.De ello no le cabe la menor duda.
"Habrá oferentes si se crean las condiciones para ello. El principal oferente actualmente es el Estado, el gobierno, el Banco Central que es el gran poseedor de divisas, pero cuando existía la flotación, el sector privado era si no el principal, uno de los más fuertes oferentes en el mercado cambiario", sostuvo.
"Sistema de cambio debe ser libre y flotante"
"Es ilógico que el Gobierno mantenga el control de cambio en un año electoral", señaló Francisco Rodríguez, director del Bank of America. Merryl Lynch.
El economista compartió una encuesta que realizó con Datanálisis, la cual arroja como resultado, que el control de cambio sólo es apoyado por el 13% de la población. Mientras que el 60,1% cree que la medida debe ser flexibilizada o eliminada. "Si esta medida es levantada para sustituirla por un tipo de cambio fijo o un tipo de cambio intervenido, sería pernicioso. Ese creo que es el levantamiento del control cambiario hacia donde el gobierno no quiere ir y yo tampoco quiero ir", dijo.
-Yo quiero ir hacia un sistema de cambio libre y flotante, cuyo precio lo determine el mercado. Si esto se combina con los ajustes de precios en la gasolina y electricidad, que esencialmente son lo mismo, es dejar de regalar dólares.
Explica que el gobierno regala dólares a través de cuatro formas distintas, que se convierten en subsidios. Además de las anteriormente mencionadas, incluye dos más. Cuando le da dólares al sector privado para importar bienes y esos bienes los vende fijando un precio irreal, y cuando vende los barriles de petróleo a un precio que podría ajustar.
Añade que estos regalos de dólares, representaron el año pasado 17 puntos del PIB que están pagando los venezolanos a través de la inflación, que este año se estima esté en tres dígitos. Justamente, el gobierno está imprimiendo esos 17 puntos del PIB a través del gasto público.
-Nosotros no le estamos haciendo baratos los productos a la gente, se los estamos haciendo caros, generando un subsidio cambiario que no le está llegando a la gente. Yo creo que sería extremadamente popular eliminar ese subsidio cambiario y transformarlo por un subsidio cambiario que si le llegue a la gente. Estabilizar los precios, reducir la inflación y cambiar o eliminar el incentivo a la fuga de capitales, lo que está haciendo con más de 40 mil millones de dólares en importaciones. De este monto, 20 mil millones de dólares se están yendo hacia la fuga de capitales. Es mejor tener 20 mil millones de dólares en los anaqueles, lo que sería una medida extremadamente popular. No me explico por qué el gobierno no lo hace en un año electoral.
Plantea que los dólares que está consiguiendo el gobierno, puede transferirlos a la población a través de un subsidio directo, como por ejemplo por medio de una tarjeta donde la gente reciba un depósito, que básicamente, viene de los ingresos que se están generando por un plan que ya está complementando el gobierno, como lo es el ajuste en los precios de la gasolina y la electricidad. El saldo que se tenga en la tarjeta esté directamente vinculado a los ajustes y cuando aumente el precio de la gasolina, suba lo que le depositan en la tarjeta. Ahí, se genera un vínculo directo, donde la gente diga: el precio de la gasolina está subiendo y eso, lo estoy recibiendo yo. Con ese dinero se comprarían bienes más baratos. Ese es un subsidio directo, que puede y debe, hacer el gobierno.
La referida encuesta también consulta: ¿A quién beneficia el control cambiario?, el 33,2% responde que al Gobierno, porque le permite ejercer mayor control político. A lo que añade el economista "Yo no creo que esta política sea para eso. Yo creo sinceramente que la razón por la que lo está haciendo el gobierno es porque está tratando de preservar bajos los precios de los productos esenciales, pero eso no está funcionando y, es la razón por la cual, la gente dice: esto no está ayudando al pueblo".
Agrega que no está funcionando, porque no puede implementar un sistema cambiario de subsidios indirectos, que son extremadamente ineficientes, pero en un clima, en el cual no hay buenas relaciones con el sector privado, es incluso más improductivo. "Ningún gobierno de izquierda tiene una relación entusiasta con el sector privado. El gobierno se plantea la distribución del ingreso de la riqueza y orienta sus acciones a los sectores más pobres".
Precisó que "el ajuste debe ser aplicado simultáneamente y de manera total en todas las aéreas: no debería adoptarse un esquema de ajustes progresivos o gradual, porque ello le restaría credibilidad al programa de estabilización. Para que tenga éxito se necesita que los operadores económicos y consumidores tengan la convicción de que no "hay vuelta atrás".
Considera que la clave de cualquiera de los programas de estabilización que se logre estructurar, radica en que el programa debe tener una base institucional y administrativa que le de credibilidad y seguridad jurídica ante la comunidad de productores nacionales y frente a las expectativas de los consumidores. En segundo lugar, el país tiene que recuperar la confianza y la credibilidad de los inversionistas extranjeros, de la banca internacional y de los organismos multilaterales.
Precisa Pedro Rosas que estas dos condiciones son esenciales para alcanzar un incremento sustancial de la producción privada doméstica, un debilitamiento de la "psicosis" inflacionaria de los consumidores nacionales, una atenuación de la demanda especulativa de divisas, una estabilización del tipo de cambio y de los ajustes de precios y, sobre todo, una mejora en la percepción internacional sobre la viabilidad a largo plazo de la economía.
Plantea eliminar el control de precios de bienes y servicios. Por tanto, se debe desmantelar en su totalidad el ente encargado de la regulación y control de precios. Igualmente plantea, derogar todas las regulaciones, instructivos y decretos que limitan y persiguen la libre empresa, la inversión privada y la libre comercialización de la producción nacional.
Asimismo se pronuncia por el desmantelamiento de los controles cambiarios y financieros que restringen el comercio de divisas y las operaciones crediticias del sector bancario.
A juicio de Rosas Bravos, habría que dejar sin efecto las expropiaciones, todas ellas sin excepción. Y crear un ente estatal que se ocupe de negociar con los antiguos dueños la devolución de sus activos y propiedades o convenir el pago a plazo de las indemnizaciones monetarias que de común acuerdo puedan determinarse.
En su opinión, hay que asegurar la autonomía del BCV, con un directorio competente e independiente, sin la presencia de ministros o funcionarios de alto nivel del gobierno nacional.
Pedro Rosas Bravo menciona que hay que reducir a la brevedad el número de ministerios y oficinas públicas, manteniendo como criterio que se trata de un nuevo Estado al servicio de la iniciativa privada, la libertad y seguridad individual y el mantenimiento de los servicios públicos y la seguridad social.
Rescate operativo, financiero e institucional de PDVSA.
Pedro Rosas explica que el ajuste del tipo de cambio, la eliminación del control de cambios, la reducción del déficit fiscal y el manejo de una política monetaria antiinflacionaria tienen que estar acompañados por un desmontaje de los mecanismos de intervención y control administrativo que ejerce el Estado.
"Si no se desmonta el intervencionismo económico, el programa de ajuste está condenado al fracaso y Venezuela seguirá estando aislada en el ámbito financiero internacional."
Considera que el rescate de la confianza del mundo financiero internacional debe centrarse en la negociación de un acuerdo con el FMI, que permita repotenciar el nivel de reservas internacionales.
Asimismo, considera prudente negociar un plan global de financiamiento con el Banco Mundial para financiar un programa masivo de inversiones públicas en infraestructura, salud, educación, energía y minería. También, negociar un préstamo sindicado con la Banca Internacional. Cree que habría que regresar a las vías tradicionales de endeudamiento externo, y poner fin al perverso esquema de financiamiento con garantía de entrega de petróleo o de otros activos como el oro.
Dólar a Bs 44,56 es la base del tipo de cambio real
"La política cambiaria por sí sola no resuelve los problemas de la economía, pues ella sólo es un instrumento auxiliar, aunque muy importante, de apoyo a la política económica general". Tal es la visión de José Rodríguez Aznar, ex primer vicepresidente del Banco Central de Venezuela (BCV).
El experto estima que el control de cambio puede transformarse en un sistema "perverso". Es "necesario en situaciones excepcionales pero debe tener una permanencia relativamente corta. El gobierno ha descansado su política económica en esta política cambiaria, para mí es un error".
A su juicio, el desmontaje del control de cambio es una medida que debe estudiarse con seriedad, y es una estrategia fundamental en un programa de ajustes para enrumbar y restablecer el equilibrio en la economía.
"Debe contemplar medidas fiscales, cambiarias y monetarias que coordinen las políticas que rijan cada una de estas áreas.
Precisa que "el BCV tiene la responsabilidad constitucional de proponer y ejecutar la política cambiaria y la política monetaria para preservar el valor de la moneda y la estabilización de precios. A su vez el Ejecutivo Nacional es el responsable de la gestión fiscal. Sin embargo, el Gobierno Nacional se convierte en el principal enemigo del BCV para que pueda cumplir con su responsabilidad, debido a su política fiscal expansiva del gasto público, financiada en buena parte por el propio BCV, al elevado endeudamiento externo y al otorgamiento de divisas que compromete las reservas internacionales."
Considera que el control de cambios está agotado y debe ser eliminado.
Recomienda, disminuir la gestión expansiva del gasto público; reducción del gasto fiscal en programas ineficientes que no generan producto.
Cree recomendable refinanciar la deuda pública externa y/o conversión en deuda interna. Además, estimular el ingreso de divisas; flexibilizar el régimen para las inversiones extranjeras; propiciar la repatriación de capitales; estimular los proyectos para bienes de exportación; y, garantizar la seguridad jurídica para el inversionista.
Por otra parte propone restablecer la autonomía funcional del BCV; reestructurar el Directorio del Instituto; centralización de las divisas en el BCV; y asignación de divisas al cambio preferencial única y exclusivamente para importaciones o servicios esenciales con criterios estrictos: Alimentos, medicinas y maquinarias y repuestos para la industria y agricultura.
Es imperativo que se analice concienzudamente el rumbo a seguir, recomienda.
Reconoce el economista Rodríguez Aznar que no es fácil tomar medidas que en principio podrían ser percibidas como desfavorecedoras por parte de la población porque todo Gobierno busca obtener el favor de los electores, Sin embargo, observa el ex-vicepresidente del BCV, que la meta debe ser reequilibrar y sanear para, entre otras cosas atraer las divisas que tanto inversores nacionales como foráneos mantienen fuera de las fronteras, precisó.
A juicio de nuestro entrevistado, la venta de dólares a precios cónsonos con la realidad es lo adecuado.
Explica asimismo José Rodríguez Aznar que "el tipo de cambio real está determinado por la relación entre la base monetaria (dinero emitido por el BCV) y las reservas internacionales. Según el Balance del BCV del 28-2-15, el tipo de cambio real debería ser de Bs 44,56 por dólar"
Esta cifra se obtiene dividiendo la base monetaria entre las reservas internacionales, explica.
Considera este economista que sobre esta base el concierto de demandantes y oferentes labrarán el equilibrio del costo de la divisa en el mercado.De ello no le cabe la menor duda.
"Habrá oferentes si se crean las condiciones para ello. El principal oferente actualmente es el Estado, el gobierno, el Banco Central que es el gran poseedor de divisas, pero cuando existía la flotación, el sector privado era si no el principal, uno de los más fuertes oferentes en el mercado cambiario", sostuvo.
"Sistema de cambio debe ser libre y flotante"
"Es ilógico que el Gobierno mantenga el control de cambio en un año electoral", señaló Francisco Rodríguez, director del Bank of America. Merryl Lynch.
El economista compartió una encuesta que realizó con Datanálisis, la cual arroja como resultado, que el control de cambio sólo es apoyado por el 13% de la población. Mientras que el 60,1% cree que la medida debe ser flexibilizada o eliminada. "Si esta medida es levantada para sustituirla por un tipo de cambio fijo o un tipo de cambio intervenido, sería pernicioso. Ese creo que es el levantamiento del control cambiario hacia donde el gobierno no quiere ir y yo tampoco quiero ir", dijo.
-Yo quiero ir hacia un sistema de cambio libre y flotante, cuyo precio lo determine el mercado. Si esto se combina con los ajustes de precios en la gasolina y electricidad, que esencialmente son lo mismo, es dejar de regalar dólares.
Explica que el gobierno regala dólares a través de cuatro formas distintas, que se convierten en subsidios. Además de las anteriormente mencionadas, incluye dos más. Cuando le da dólares al sector privado para importar bienes y esos bienes los vende fijando un precio irreal, y cuando vende los barriles de petróleo a un precio que podría ajustar.
Añade que estos regalos de dólares, representaron el año pasado 17 puntos del PIB que están pagando los venezolanos a través de la inflación, que este año se estima esté en tres dígitos. Justamente, el gobierno está imprimiendo esos 17 puntos del PIB a través del gasto público.
-Nosotros no le estamos haciendo baratos los productos a la gente, se los estamos haciendo caros, generando un subsidio cambiario que no le está llegando a la gente. Yo creo que sería extremadamente popular eliminar ese subsidio cambiario y transformarlo por un subsidio cambiario que si le llegue a la gente. Estabilizar los precios, reducir la inflación y cambiar o eliminar el incentivo a la fuga de capitales, lo que está haciendo con más de 40 mil millones de dólares en importaciones. De este monto, 20 mil millones de dólares se están yendo hacia la fuga de capitales. Es mejor tener 20 mil millones de dólares en los anaqueles, lo que sería una medida extremadamente popular. No me explico por qué el gobierno no lo hace en un año electoral.
Plantea que los dólares que está consiguiendo el gobierno, puede transferirlos a la población a través de un subsidio directo, como por ejemplo por medio de una tarjeta donde la gente reciba un depósito, que básicamente, viene de los ingresos que se están generando por un plan que ya está complementando el gobierno, como lo es el ajuste en los precios de la gasolina y la electricidad. El saldo que se tenga en la tarjeta esté directamente vinculado a los ajustes y cuando aumente el precio de la gasolina, suba lo que le depositan en la tarjeta. Ahí, se genera un vínculo directo, donde la gente diga: el precio de la gasolina está subiendo y eso, lo estoy recibiendo yo. Con ese dinero se comprarían bienes más baratos. Ese es un subsidio directo, que puede y debe, hacer el gobierno.
La referida encuesta también consulta: ¿A quién beneficia el control cambiario?, el 33,2% responde que al Gobierno, porque le permite ejercer mayor control político. A lo que añade el economista "Yo no creo que esta política sea para eso. Yo creo sinceramente que la razón por la que lo está haciendo el gobierno es porque está tratando de preservar bajos los precios de los productos esenciales, pero eso no está funcionando y, es la razón por la cual, la gente dice: esto no está ayudando al pueblo".
Agrega que no está funcionando, porque no puede implementar un sistema cambiario de subsidios indirectos, que son extremadamente ineficientes, pero en un clima, en el cual no hay buenas relaciones con el sector privado, es incluso más improductivo. "Ningún gobierno de izquierda tiene una relación entusiasta con el sector privado. El gobierno se plantea la distribución del ingreso de la riqueza y orienta sus acciones a los sectores más pobres".
Vía El Universal
No comments:
Post a Comment