POMPEYO MÁRQUEZ
Es alta la coincidencia de que la
mejor manera de enfrentar a esta dictadura militar-civil es transitar la ruta
electoral; esto plantea varias exigencias.
Es alta
la coincidencia de que la mejor manera de enfrentar a esta dictadura
militar-civil es transitar la ruta electoral; esto plantea varias exigencias.
La primera es la unidad, ir unidos en cada circuito electoral. La segunda es
enfrentar las manipulaciones que está haciendo el CNE con la modificación de
los circuitos en base al índice poblacional del último censo y el retardo que
experimenta para fijar la fecha. Como dijeron los estudiantes, hay que combinar
las movilizaciones de calle con la ruta electoral.
Sabemos
que estamos enfrentados a un CNE al servicio del Ejecutivo, al igual que los
restantes poderes. No es fácil, aun cuando todas las encuestas valoran a la
oposición como la principal opción en esta disputa electoral. Sin que esto
constituya ninguna crítica, sino simplemente una opinión, hay que ser más
enérgico frente al CNE que, a instancias del Ejecutivo, maniobra, sabiéndose
perdedor, para disminuir considerablemente la cantidad de diputados a elegir en
zonas con gran tendencia opositora, mientras que aumentaría por otro lado la
cantidad de parlamentarios en lugares con tendencia oficialista. Hay que ser
más críticos frente a esas alteraciones que se hacen en base al índice
poblacional, todo ello con la clara intención de que crezca la desesperanza entre
el electorado oposicionista y con ello la abstención.
Se nos
presenta una oportunidad de salir de esta dictadura, una mayoría en la AN
crearía un nuevo cuadro político y le corresponde a la dirección política
captar su profundidad y darle la dirección correcta. Aprovechar la presión
internacional y en particular lo de los ex presidentes, quienes declararon que
“la democracia y su ejercicio efectivo, fundamento de la solidaridad entre los
Estados, consiste en el respeto y garantía de los derechos humanos, el
ejercicio del poder conforme al Estado de Derecho, la separación e
independencia de los poderes públicos, el pluralismo político, las elecciones
libres y justas, la libertad de expresión y prensa, la probidad y transparencia
gubernamentales, entre otros estándares, tal y como consta en la Declaración de
Santiago de Chile adoptada por la OEA en 1959, luego ampliada y desarrollada
por la Carta Democrática Interamericana”.
Concluyo
saludando a Teodoro Petkoff. Mi familia que te aprecia, y en especial yo, nos
sentimos orgullosos de ti por el Premio Ortega y Gasset que te otorgó el diario
ABC de España.
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