Livia Acosta, la cónsul general de Venezuela en Miami vinculada a un presunto complot iraní contra Estados Unidos, aparece como miembro activo del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en el sistema de acceso en internet de la caja de ahorro de esa entidad, según documentos obtenidos por El Nuevo Herald.
En el sistema de la caja de ahorros (CASEBIN) también figura como integrante del organismo de inteligencia el vicecónsul Edgard González Belandria, quien dirige la emisión de pasaportes en el consulado en Miami.
Fuentes cercanas a los organismos de seguridad venezolanos dijeron tener conocimiento de que Acosta es integrante del SEBIN, y señalaron que realizó labores de inteligencia para ese organismo cuando ejercía funciones diplomáticas en México.
Acosta no respondió las llamadas realizadas por El Nuevo Herald, pero una funcionaria del consulado aseguró que se encuentra en Miami, pese a que versiones de prensa señalaban que estaba de viaje en Venezuela.
Acosta está en el centro de un creciente escándalo diplomático luego de que un reportaje de la cadena Univisión transmitiera una grabación en la que solicitaba a un presunto ciberpirata mexicano las claves de acceso a las instalaciones nucleares en Estados Unidos.
En la grabación, el presunto ciberpirata comenta que suministró las claves secretas y la ubicación de cada una de las plantas nucleares de Estados Unidos y una voz atribuida a Acosta expresa: “Deberías también darme eso […] para enviarlo al presidente, el jefe de Defensa, más bien, de la seguridad presidencial, es mi amigo”.
El lunes un portavoz del Departamento de Estado expresó preocupación y dijo que estaban evaluando las acciones que podrían tomar en respuesta al reportaje que implica a Irán y a Cuba en el presunto complot para lanzar un ataque cibernético contra plantas nucleares, la Casa Blanca, el Pentágono y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La representante republicana de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que el hecho de que Acosta es integrante activa del servicio de inteligencia de Chávez es un tema adicional de preocupación.
“Tengo una profunda preocupación sobre el pasado de la cónsul general de Venezuela en Miami y sus presuntas conexiones con grupos extremistas y los regímenes de Irán y Cuba. Si se demuestra que estas aseveraciones descubiertas por El Nuevo Herald son ciertas, sería otra peligrosa capa de la interferencia del régimen de Chávez en nuestra comunidad del sur de Florida”, expresó Ros-Lehtinen.
“Todo esto es muy preocupante y resalta la renovada vigilancia que nuestras agencias de seguridad nacional deben implementar con relación al gobierno venezolano”, afirmó. “Chávez está a la cabeza de un régimen chillón y antiestadounidense que está activamente buscando maneras de perjudicar nuestros intereses, y no podemos mantenernos de brazos cruzados”.
Activistas venezolanos en Miami también expresaron indignación ante las noticias.
“Representa un peligro que funcionarios de la policía política se encuentren realizando funciones dentro del consulado”, indicó José Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), agrupación que está organizando una manifestación de protesta para el viernes a las 10 a.m. frente al Consulado de Miami, en la avenida Brickell.
“Hay que recordar que ha sido precisamente la policía política la que en muchas oportunidades lleva los expedientes en contra de los perseguidos políticos […] y ahora nos encontramos que en Miami, donde hemos solicitado asilo, nos siguen persiguiendo funcionarios de la Disip, amparados con la inmunidad diplomática”, añadió.
El presidente Hugo Chávez, por su parte, tachó de mentiras las alegaciones contra Acosta.
“Hasta hoy [lunes] estaban lanzando programas en las televisoras de Estados Unidos, diciendo que ahora Venezuela está montando actos terroristas junto con terroristas iraníes para atacar a Estados Unidos. La mentira es utilizada como excusa para agredirnos, hay que estar atentos a eso”, afirmó Chávez durante una cadena en radio y televisión.
Acosta también las desmintió. En una breve entrevista telefónica con La Voz de América, dijo que las acusaciones formuladas en su contra son “tan ciertas como el beso que le dio Obama a Chávez”, en referencia a la campaña publicitaria emprendida por la firma Benetton en la que aparecen ambos presidentes besándose en la boca.
Los documentos obtenidos por El Nuevo Herald muestran que Acosta y González están registrados como integrantes activos del SEBIN en la caja de ahorros del organismo. El SEBIN sustituyó a la antigua Dirección General de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP).
Según la relación de cuenta, a la que se tiene acceso ingresando la cédula de identidad del usuario, ambos funcionarios tenían montos acumulados en la caja de ahorros creada para los empleados del organismo de seguridad.
Anthony Daquin, ex asesor del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, dijo conocer a Acosta.
“Ella es funcionaria del SEBIN, es funcionaria activa […]. Es una señora que estuvo muy involucrada [en la revolución bolivariana] y ha tenido muy buenas relaciones con las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia]. A ella la sembraron en el 2006 en México, después de los problemas entre [el entonces presidente Vicente] Fox y el presidente Chávez”, aseguró Daquin.
“México es un punto importante porque es el puente para entrar y atacar a Estados Unidos y la gente no lo sabe”, expresó Daquin, quien se desempeñó en Venezuela como asesor de Seguridad del Cuartel General del Ejército y dijo haber estado al tanto de algunas de las operaciones que la inteligencia venezolana emprendió en México y en las que Acosta estuvo involucrada.
Johan Peña, ex comisario de la DISIP, dijo tener conocimiento de que Acosta es integrante del servicio de inteligencia.
“Ella conjuntamente con un vicecónsul [González] son del SEBIN”, afirmó Peña, quien vive exiliado en Miami.
Antonio Maria Delgado
Fuentes cercanas a los organismos de seguridad venezolanos dijeron tener conocimiento de que Acosta es integrante del SEBIN, y señalaron que realizó labores de inteligencia para ese organismo cuando ejercía funciones diplomáticas en México.
Acosta no respondió las llamadas realizadas por El Nuevo Herald, pero una funcionaria del consulado aseguró que se encuentra en Miami, pese a que versiones de prensa señalaban que estaba de viaje en Venezuela.
Acosta está en el centro de un creciente escándalo diplomático luego de que un reportaje de la cadena Univisión transmitiera una grabación en la que solicitaba a un presunto ciberpirata mexicano las claves de acceso a las instalaciones nucleares en Estados Unidos.
En la grabación, el presunto ciberpirata comenta que suministró las claves secretas y la ubicación de cada una de las plantas nucleares de Estados Unidos y una voz atribuida a Acosta expresa: “Deberías también darme eso […] para enviarlo al presidente, el jefe de Defensa, más bien, de la seguridad presidencial, es mi amigo”.
El lunes un portavoz del Departamento de Estado expresó preocupación y dijo que estaban evaluando las acciones que podrían tomar en respuesta al reportaje que implica a Irán y a Cuba en el presunto complot para lanzar un ataque cibernético contra plantas nucleares, la Casa Blanca, el Pentágono y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La representante republicana de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que el hecho de que Acosta es integrante activa del servicio de inteligencia de Chávez es un tema adicional de preocupación.
“Tengo una profunda preocupación sobre el pasado de la cónsul general de Venezuela en Miami y sus presuntas conexiones con grupos extremistas y los regímenes de Irán y Cuba. Si se demuestra que estas aseveraciones descubiertas por El Nuevo Herald son ciertas, sería otra peligrosa capa de la interferencia del régimen de Chávez en nuestra comunidad del sur de Florida”, expresó Ros-Lehtinen.
“Todo esto es muy preocupante y resalta la renovada vigilancia que nuestras agencias de seguridad nacional deben implementar con relación al gobierno venezolano”, afirmó. “Chávez está a la cabeza de un régimen chillón y antiestadounidense que está activamente buscando maneras de perjudicar nuestros intereses, y no podemos mantenernos de brazos cruzados”.
Activistas venezolanos en Miami también expresaron indignación ante las noticias.
“Representa un peligro que funcionarios de la policía política se encuentren realizando funciones dentro del consulado”, indicó José Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), agrupación que está organizando una manifestación de protesta para el viernes a las 10 a.m. frente al Consulado de Miami, en la avenida Brickell.
“Hay que recordar que ha sido precisamente la policía política la que en muchas oportunidades lleva los expedientes en contra de los perseguidos políticos […] y ahora nos encontramos que en Miami, donde hemos solicitado asilo, nos siguen persiguiendo funcionarios de la Disip, amparados con la inmunidad diplomática”, añadió.
El presidente Hugo Chávez, por su parte, tachó de mentiras las alegaciones contra Acosta.
“Hasta hoy [lunes] estaban lanzando programas en las televisoras de Estados Unidos, diciendo que ahora Venezuela está montando actos terroristas junto con terroristas iraníes para atacar a Estados Unidos. La mentira es utilizada como excusa para agredirnos, hay que estar atentos a eso”, afirmó Chávez durante una cadena en radio y televisión.
Acosta también las desmintió. En una breve entrevista telefónica con La Voz de América, dijo que las acusaciones formuladas en su contra son “tan ciertas como el beso que le dio Obama a Chávez”, en referencia a la campaña publicitaria emprendida por la firma Benetton en la que aparecen ambos presidentes besándose en la boca.
Los documentos obtenidos por El Nuevo Herald muestran que Acosta y González están registrados como integrantes activos del SEBIN en la caja de ahorros del organismo. El SEBIN sustituyó a la antigua Dirección General de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP).
Según la relación de cuenta, a la que se tiene acceso ingresando la cédula de identidad del usuario, ambos funcionarios tenían montos acumulados en la caja de ahorros creada para los empleados del organismo de seguridad.
Anthony Daquin, ex asesor del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, dijo conocer a Acosta.
“Ella es funcionaria del SEBIN, es funcionaria activa […]. Es una señora que estuvo muy involucrada [en la revolución bolivariana] y ha tenido muy buenas relaciones con las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia]. A ella la sembraron en el 2006 en México, después de los problemas entre [el entonces presidente Vicente] Fox y el presidente Chávez”, aseguró Daquin.
“México es un punto importante porque es el puente para entrar y atacar a Estados Unidos y la gente no lo sabe”, expresó Daquin, quien se desempeñó en Venezuela como asesor de Seguridad del Cuartel General del Ejército y dijo haber estado al tanto de algunas de las operaciones que la inteligencia venezolana emprendió en México y en las que Acosta estuvo involucrada.
Johan Peña, ex comisario de la DISIP, dijo tener conocimiento de que Acosta es integrante del servicio de inteligencia.
“Ella conjuntamente con un vicecónsul [González] son del SEBIN”, afirmó Peña, quien vive exiliado en Miami.
Antonio Maria Delgado
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