RAFAEL DÍAZ CASANOVA | EL UNIVERSAL
viernes 23 de diciembre de 2011 12:00 AM
Por estas fechas, cuando quedan pocos días para el cambio de calendario, se estila la escogencia del llamado Personaje del Año. Esta selección tiene vertientes de apreciación y ámbitos de escogencia.
Las vertientes pueden ser positivas o negativas y los ámbitos pueden cobijar a toda la tierra, a lo que el autor quiere ver de ella, o lo que puede, o a parcelas mucho más pequeñas, donde posiblemente la visión es mejor o más clara.
Quisiéramos dedicar estas líneas a comunicar lo que apreciamos en el ámbito nacional. Tanto los personajes, en este caso colectivos, que han hecho mella en la calidad de vida de los venezolanos como aquellos que han encaminado sus pasos a darnos una sociedad mejor.
Comenzando por lo que podemos catalogar como negativo, la inseguridad se lleva la palma de todo lo malo que sufrimos los venezolanos. No estamos seguros, pero entendemos que el régimen tiene vínculos estrechos con los delincuentes responsables de la inseguridad y ello conforma una dupla que aterroriza a la ciudadanía general.
En segundo lugar debemos colocar el déficit que sufre la sociedad en necesidades primarias como son la Salud, la Educación y la Vivienda.
El estado en que se encuentra la salud pública es deplorable. La infraestructura hospitalaria está en el suelo, sus profesionales médicos y paramédicos son samaritanos que trabajan con las uñas y la posibilidad de tener insumos adecuados es punto menos que imposible. La corrupción tiene terreno fértil y lo explota.
Nos gustaría conocer cuánto es el costo de las esperas que tienen que sufrir los pacientes "no urgentes" que pasan meses aguardando una atención que puede estar llegando muy tarde.
La atención sanitaria prestada por el sector privado está agredida por unos sistemas de pseudo-seguros de las empresas públicas que tienen congestionadas y al borde de la quiebra a todas las clínicas privadas del país.
De la educación, nos ocupamos una vez más. Tanto la educación privada, a todos los niveles, como la pública; especialmente en el nivel universitario, se encuentran al borde del colapso. La primera por efecto de un "corralito" económico que atenaza la yugular del sistema. Las universidades nacionales, que como es natural son de estudiada beligerancia, se mantienen con un presupuesto que tiene más de cuatro años de retraso y ahora, durante las últimas semanas, son agredidas por delincuentes que gozan de la complicidad del régimen.
El show de la vivienda es todavía más novedoso. Se agredió de manera inicua a constructores tradicionales que tiene una experiencia de varios lustros y que han cumplido con todas sus obligaciones, y se ha contratado, con acuerdos poco trasparentes, con países que poco tienen que enseñar a Venezuela. El resultado es que tenemos las estadísticas más pobres en cuanto a construcción de viviendas.
Pero también debemos hablar del personaje positivo del año. Quisiéramos colocar en la cúspide del palmarés a la actuación de la Mesa de la Unidad.
El año 2012 es medular para el futuro de Venezuela. En las elecciones que se sucederán en octubre se decidirá, si Dios quiere, como será el futuro de nuestros hijos y nietos. Debemos escoger entre Libertad y Comunismo.
La Mesa de la Unidad ha trabajado arduamente para conciliar los distintos intereses de la oposición y la seriedad y ponderación de sus conductores permite que en febrero dirimamos quién será el representante de toda la oposición.
La labor que ha conducido Ramón Guillermo Aveledo es digna de un reconocimiento general y nosotros no vacilamos en proclamarlo. Ustedes dirán.
Las vertientes pueden ser positivas o negativas y los ámbitos pueden cobijar a toda la tierra, a lo que el autor quiere ver de ella, o lo que puede, o a parcelas mucho más pequeñas, donde posiblemente la visión es mejor o más clara.
Quisiéramos dedicar estas líneas a comunicar lo que apreciamos en el ámbito nacional. Tanto los personajes, en este caso colectivos, que han hecho mella en la calidad de vida de los venezolanos como aquellos que han encaminado sus pasos a darnos una sociedad mejor.
Comenzando por lo que podemos catalogar como negativo, la inseguridad se lleva la palma de todo lo malo que sufrimos los venezolanos. No estamos seguros, pero entendemos que el régimen tiene vínculos estrechos con los delincuentes responsables de la inseguridad y ello conforma una dupla que aterroriza a la ciudadanía general.
En segundo lugar debemos colocar el déficit que sufre la sociedad en necesidades primarias como son la Salud, la Educación y la Vivienda.
El estado en que se encuentra la salud pública es deplorable. La infraestructura hospitalaria está en el suelo, sus profesionales médicos y paramédicos son samaritanos que trabajan con las uñas y la posibilidad de tener insumos adecuados es punto menos que imposible. La corrupción tiene terreno fértil y lo explota.
Nos gustaría conocer cuánto es el costo de las esperas que tienen que sufrir los pacientes "no urgentes" que pasan meses aguardando una atención que puede estar llegando muy tarde.
La atención sanitaria prestada por el sector privado está agredida por unos sistemas de pseudo-seguros de las empresas públicas que tienen congestionadas y al borde de la quiebra a todas las clínicas privadas del país.
De la educación, nos ocupamos una vez más. Tanto la educación privada, a todos los niveles, como la pública; especialmente en el nivel universitario, se encuentran al borde del colapso. La primera por efecto de un "corralito" económico que atenaza la yugular del sistema. Las universidades nacionales, que como es natural son de estudiada beligerancia, se mantienen con un presupuesto que tiene más de cuatro años de retraso y ahora, durante las últimas semanas, son agredidas por delincuentes que gozan de la complicidad del régimen.
El show de la vivienda es todavía más novedoso. Se agredió de manera inicua a constructores tradicionales que tiene una experiencia de varios lustros y que han cumplido con todas sus obligaciones, y se ha contratado, con acuerdos poco trasparentes, con países que poco tienen que enseñar a Venezuela. El resultado es que tenemos las estadísticas más pobres en cuanto a construcción de viviendas.
Pero también debemos hablar del personaje positivo del año. Quisiéramos colocar en la cúspide del palmarés a la actuación de la Mesa de la Unidad.
El año 2012 es medular para el futuro de Venezuela. En las elecciones que se sucederán en octubre se decidirá, si Dios quiere, como será el futuro de nuestros hijos y nietos. Debemos escoger entre Libertad y Comunismo.
La Mesa de la Unidad ha trabajado arduamente para conciliar los distintos intereses de la oposición y la seriedad y ponderación de sus conductores permite que en febrero dirimamos quién será el representante de toda la oposición.
La labor que ha conducido Ramón Guillermo Aveledo es digna de un reconocimiento general y nosotros no vacilamos en proclamarlo. Ustedes dirán.
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