Editorial de www.analítica.com
En la Venezuela actual, mala copia de los regímenes comunistas del siglo XX, no se fusila físicamente a nadie, pero no por ello la crueldad con la que se trata a las personas consideradas como enemigos de la revolución es menos letal
Cuando en un Estado la justicia es una farsa la inseguridad no tiene límites. Basta recorrer la historia de los países que se autodenominaban democracias populares para ver que la primera víctima fue la perdida de autonomía de los jueces. La excusa siempre fue que la justicia revolucionaria estaba por encima de la justicia convencional, residuo del estado liberal burgués. Con esa justificación se celebraron los juicios de Moscú en los que fueron condenados a muerte numerosos dirigentes bolcheviques figuras importantes de la revolución de octubre.
En la Venezuela actual, mala copia de los regímenes comunistas del siglo XX, no se fusila físicamente a nadie, pero no por ello la crueldad con la que se trata a las personas consideradas como enemigos de la revolución es menos letal. Basta ver como se comporta la “ justicia” con la juez Afiuni, a quien no le han podido probar ningún delito y la tienen presa en su hogar por casi dos años y ahora sin mediar un debido proceso le prorrogan su detención por dos años más. La juez Afiuni se ha convertido en el reo principal de este gobierno. No sólo tiene 18 guardias nacionales de custodia en su edificio sino que no le permiten caminar por el patio para tomar el sol necesario para su salud.¿ Cual fue el delito cometido por Afiuni? ¿ acaso cometió un acto de lesa majestad?. Por lo visto su principal falta fue cumplir con la ley , pero para su desgracia personal esa decisión molestó a las más altas esferas del gobierno y como no pueden sentenciarla por un delito inexistente la orden es que no la juzguen pero que la mantengan detenida sin proceso. La justicia venezolana se somete a la razón de Estado o mejor dicho a los caprichos revolucionarios.
En esa misma situación están los presos políticos o como la revolución los llama “ políticos presos” y tantas otras personas que están condenadas a ser presos sin juicio ni sentencia, son los presos preventivos de la revolución. La causa, el presunto delito, no tiene importancia, sólo cuenta la seña que se le da al poder judicial para que tal o cual persona deba ser detenida y recluida mientras dure el juicio ( que puede ser infinito) en algún recinto carcelario.
Si esto no es una farsa de lo que debe ser la justicia en un país civilizado es ciertamente una tragedia que acaba con la vida de muchas personas honestas cuya única falta ha sido contrariar los propósitos fundamentales del denominado socialismo del siglo XXI que cada día se parece más al comunismo totalitario del siglo XX.
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