Tuesday, December 13, 2011

El gran salto atrás

En: http://www.eluniversal.com/opinion/111213/el-gran-salto-atras

SAÚL GODOY GÓMEZ |  EL UNIVERSAL
martes 13 de diciembre de 2011  12:00 AM
Fidel Castro y los comunistas cubanos le han inculcado a nuestro crédulo Presidente que la realidad es una cuestión de percepción, es decir, conocemos lo que sentimos sin importar si allá afuera existe un mundo objetivado y real, diferente a lo que pensamos. Para ellos, un buen servicio de salud depende principalmente de que el paciente se sienta bien atendido, no si el tratamiento es efectivo o clínicamente correcto, basta con que psicológicamente el enfermo esté satisfecho porque alguien, supuestamente un médico, lo escuchó, lo manipuló, lo interrogó y finalmente le recetó unos medicamentos y tenga la percepción de que se encuentra en un proceso curativo de sus males.

Bajo esta premisa es que la medicina cubana ha cosechado tantos éxitos mundialmente, sus médicos, en su mayoría, con un muy precario conocimiento de la ciencia de Galeno, son enviados a los lugares más remotos del planeta en misiones humanitarias, su sola presencia en estos escenarios críticos donde las pandemias, campamentos de refugiados, desastres naturales, guerras y otras calamidades son cotidianas, su presencia alivian la percepción de abandono y sufrimiento, pero no curan, sus pacientes mueren o les prolongan la agonía.

Lo importante para un régimen de fuerza que necesita mantenerse en el poder, es el impacto mediático y colectivo que produce en estas circunstancias y los beneficios políticos que se pueden cosechar.

Se trata del mismo efecto chamánico del contacto del brujo con el paciente, unas manipulaciones, unas oraciones, el "toqueteo" general y finalmente una toma que expulsará el espíritu maligno que lo posee, parece ser la receta del éxito en salud pública de ciertos países subdesarrollados, que a falta de recursos y estudios, buenos son los disfraces y el teatro.

Los gobiernos que desprecian las ciencias, la educación formal, los programas de estudios para la profesionalización de los ciudadanos recurren a estos atajos, a expedientes pseudocientíficos, a recursos mágico-religiosos que convierten en salidas "políticas" que, puedan que no tenga un éxito clínico, pero son muy buenas para aumentar los índices de popularidad.

Es interesante notar que son en los regímenes socialistas donde más abundan estas estafas colectivas, los soviéticos lo sufrieron bajo la influencia del biólogo Trofim Lysenko quien durante el gobierno de Stalin promocionó unas locas ideas sobre genética y tratamiento de semillas para la agricultura que resultaron en tremendas hambrunas y un sensible retroceso en las ciencias de la URSS.

En la China de Mao, durante la Revolución Cultural hizo famosos a sus "Médicos Descalzos", jóvenes que salían de la secundaria y eran entrenados por seis meses como médicos para enviarles a las provincias más lejanas con tan solo hierbas y amuletos en sus mochilas.

Con Hitler, cuando colapsó el frente ruso y se hacía imperioso la presencia de más médicos en los frentes de batalla, graduó promociones de jóvenes con apenas dos años de estudios, las amputaciones de miembros por heridas de guerra se hicieron rutina en los hospitales de campaña dejando tras de sí a un enorme número de efectivos lisiados.

Chávez necesita ganar una elección que le es fundamental para perpetuarse en el poder, ahora más que nunca la estrategia de influenciar sobre la percepción se impone. Su programa de Médicos Comunitarios Integrales es una respuesta política para un escenario electoral, ni siquiera le preocupa el inmenso daño que le causará a la sociedad venezolana, acostumbrada a sus buenos médicos, preparados y disponibles en bien equipados centros de salud, ahora serán sustituidos por enfermeros "tapa amarilla", una legión de muchachos engañados, irresponsables y peor preparados, que juran, se pueden hacer cargo de la salud del país.

El socialismo alimenta el terrible mito de que un hombre ideologizado puede acometer cualquier empresa con éxito, la técnica, la tecnología, el conocimiento son accesorios al voluntarismo y a los sentimientos, basta que el líder le indique al "hombre nuevo" su misión para que estos, con una mínima preparación, se consideren a la par que los mejores en su especialidad, y asuman, la causa humanitaria.

El desastre en que se incurra con tamaño despropósito, que lo limpien otros.

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