Friday, December 30, 2011

Sólo para seguir mandando

En: http://www.eluniversal.com/opinion/111230/solo-para-seguir-mandando

RAFAEL J. CHAVERO GAZDIK |  EL UNIVERSAL
viernes 30 de diciembre de 2011  12:00 AM
Uno de los principales problemas de haber eliminado, en forma fraudulenta, el principio de la alternabilidad del gobierno, para establecer un sistema de reelección indefinida, es que ahora sólo se gobierna para permanecer en el poder. Ese es el único objetivo de quienes su ego supera los límites de lo razonable y de quienes sólo tienen por norte vivir de privilegios. Nada importa la eficiencia de las políticas públicas que se toman, pues lo único relevante es si dan votos o no.

Ahora ya no se gobierna para bienestar al mediano y largo plazo, sino sólo para conquistar inmediatamente a los sectores populares que garantizan la conservación del cargo, pues en nuestro país, los pobres siguen siendo la mayoría. El Gobierno Nacional ha identificado que las clases más necesitadas son quienes lo apoyan, de allí que sólo gobierna para ellos, no para el bienestar del pueblo, sino para complacer a sus aliados. Y los complace con migajas y paños calientes, mas no con herramientas sólidas que permitan superar la pobreza.

Espantando la inversión

Utilicemos algunos ejemplos de esta afirmación. Es obvio que el Gobierno sabe que la Ley de Costos generará desastrosos efectos a futuro, eso lo puede entender hasta Jaua. Un país donde unos funcionarios arbitrarios decidan a cuánto deben venderse los bienes producidos, es evidente que está espantando la inversión y generando escasez. La gente se limitará a producir lo indispensable y hasta el momento en que perciba un lucro que justifique el esfuerzo y los riesgos asociados. Si esto último no justifica la inversión, sencillamente se buscan otros caminos. Pero al Gobierno le importa poco los efectos futuros de esta normativa, es obvio que conoce que en ningún país han dado resultado estas aventuras comunistas, y está claro que menos lo serán aquí. Sin embargo, en épocas electorales, las clases populares perciben que estas medidas rebajarán los precios, al menos así se lo hace ver la gigantesca publicidad oficial. Cuando los pobres perciben que se están metiendo con los empresarios, tienden a presumir que es para favorecerlos a ellos. En suma, se trata de una ley aberrante que sólo tiene por norte ganar unos cuantos votos para las próximas elecciones.

Menos viviendas

Lo mismo hay que decir de la nueva Ley de Arrendamientos. La mejor prueba de lo absurdo de esta normativa es que obliga a los constructores a dedicar una cierta cantidad de viviendas para arrendamientos. Cuando esto se establece como una obligación es porque nadie desea hacerlo voluntariamente, lo que evidencia que tarde o temprano habrán menos viviendas para arrendar. Qué mejor muestra de lo absurdo de la ley. Sin embargo, los arrendatarios sienten que se ha legislado para ellos, que su situación mejorará al destruírsele el "negocio" a los arrendadores. Para los arrendadores no es importante llevar comida a su casa. Con esto, el líder populista suma otros votos de los miopes intelectuales.

Nunca se paga

Y ni hablar de las expropiaciones, o mejor dicho, expoliaciones, pues nunca se paga el precio y mucho menos el justo. La mejor muestra del fracaso de esta política lo constituyen los hatos y empresas hurtadas. Ninguna produce eficientemente y dan pérdidas enormes. Pero quienes se han aprovechado de esta piñata poco les importa los resultados. Se trata de unas medidas que generan votos, por eso se anuncian en programas de televisión a todo gañote y con el más vulgar tono autoritario. Los sectores populares celebran la noticia, pues sienten que pueden ser los beneficiarios de esta lotería.

Al mismo tiempo, también hay lamentables omisiones que buscan no perturbar a los votantes. Así, por ejemplo, es obvia la complacencia hacia los invasores de propiedad ajena, hacia los huelguistas de empresas privadas que utilizan métodos ilegítimos, hacia los violentos de las universidades públicas que generan destrozos con la mayor impunidad y hacia los propios delincuentes, a quienes sencillamente no se quiere enfrentar. Para ellos no hay acción de gobierno, pues se busca no molestar a quienes pueden convertirse en votos seguros.

Endeudando y consumiendo

Con esa misma irresponsabilidad se maneja la economía. Tenemos un control cambiario para maquillar cifras oficiales y evitar la fuga de capitales, pues es más sencillo prohibir que generar confianza. De la misma forma, nos estamos endeudando y consumiendo toda la riqueza petrolera.

En lugar de invertir en proyectos sustentables se decide multiplicar el gasto social. Se regala una vivienda en lugar de generar condiciones favorables para su adquisición. Y ni hablar del tema tabú, el subsidio de la gasolina. El solo temor de generar algún descontento en sectores populares inhibe la toma de una decisión impostergable. No podemos seguir subsidiando el consumo de combustible, más aún cuando tenemos tantas necesidades en el sector salud, educación y seguridad. ¿Cuántos hospitales y escuelas no podrían construirse con un pequeño aumento de la gasolina?

Precisamente por esa intención de mostrar obras a corto plazo es que vemos cientos de obras iniciadas, pero muy pocas culminadas. El Gobierno anuncia la construcción de una autopista o de una obra pública, pero posteriormente las abandona. Las transnacionales se llevan los anticipos y no concluyen nada. Pero se generó en el electorado la expectativa de algo que viene.

Bonanza petrolera

Una vez más estamos desperdiciando una época de bonanza petrolera. Una inversión responsable de los millonarios ingresos de los últimos años nos hubiese podido garantizar un progreso seguro y sustentable, pero eso no da votos al corto plazo. Y es que hemos dejado de invertir en uno de los principales recursos de una sociedad, el humano. Nada hemos adelantado en materia educativa. Se eliminaron los programas de becas y créditos educativos para formar profesionales en las mejores universidades del mundo.

Mientras en países como la India y China se abren las puertas a las mejores instituciones docentes del mundo, aquí las hemos expulsado. Pareciera que es una política de Estado el mantener limitado el crecimiento intelectual, pues eso voltearía los resultados electorales.

La alternabilidad

Por estas razones era muy importante mantener la alternabilidad en el ejercicio de la función pública. El solo hecho de pensar que pronto viene una revisión y evaluación de una gestión reduce la arbitrariedad. Pero cuando se gobierna con la convicción de que nunca se dejará el trono, no hay reparo en atropellos. Se trata al adversario como a un enemigo de guerra.

Qué importante es un cambio de gobierno en un tiempo prudencial. Es importante destapar las ollas y realizar agudos escrutinios de las políticas públicas. Con ello, permanecerían las realmente efectivas y se condenarían las deficientes. La alternabilidad es un valor que hay que rescatar en nuestra democracia, para que nuestra gente aprenda a creer en ideas y no en personas.

Ojalá el año 2012 nos permita cambiar el rumbo de nuestra democracia, pero para ello es importante renovar nuestros gobernantes y reconstruir nuestros valores cívicos.

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