MIGUEL ÁNGEL SANTOS | EL UNIVERSAL
viernes 9 de diciembre de 2011 12:00 AM
La posibilidad de que Venezuela incurra en default es uno de esos temas que generan reacciones inconsistentes. Si Ud. adquiere una cesta de títulos de deuda externa de la deuda venezolana hoy, la mantiene hasta vencimiento y la República paga, tendrá un rendimiento anual en dólares 13% por encima de lo que tendría si adquiriera deuda de Estados Unidos. Ese rendimiento adicional es consistente con una probabilidad de default estimada de 55%. Es decir, si Ud. tiene deuda venezolana y quiere comprar un seguro contra todo riesgo, la prima del seguro hoy en día le saldría en 55% del monto asegurado.
Siendo así, quienes piensan que el riesgo de que Venezuela incurra en default es bajo (es decir, el mercado financiero mundial en pleno lo ha sobreestimado) porque "tenemos unas reservas enormes", "estamos en plena bonanza petrolera", "en Bélgica y en Italia están más endeudados" o porque "en el Ministerio de Finanzas están conscientes de las consecuencias que eso traería", deberían estar montados ya en deuda venezolana. Pero no, la mayoría de nosotros no quiere correr ese riesgo. La mayoría interviene en estas operaciones de títulos bolívar-dólar habiendo cerrado de antemano el precio de venta del bono. Tenemos prejuicios locales (locally biased) cuando se trata de opinar ("aquí sabemos más de aquí que los de allá"), pero cuando se trata de poner nuestro dinero el viejo lado izquierdo del cerebro se impone.
De todos, quizás el argumento más divertido sea el de Bank of America. Según ellos el mercado mundial sobre-estima el riesgo Venezuela, porque "un barril de petróleo a ochenta dólares probablemente sea suficiente para soportar las ineficiencias de la política económica de Hugo Chávez". Insisten, es que "Venezuela está en medio de la bonanza petrolera más prolongada de su historia".
Ahora, ¿qué ha hecho Venezuela durante esa bonanza? Esa bonanza, en términos reales per cápita, no comienza sino hasta 2006. Para esa fecha nuestra deuda externa (26.600 millones de dólares) era inclusive menor a la registrada en 1998 (28.455). Desde entonces, desde el inicio de la bonanza, la deuda pública externa saltó a 94.670 millones de dólares. Es decir, ha crecido 355% en cinco años, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual de 35%. Como la economía no ha crecido precisamente a esa tasa, nuestra razón de endeudamiento (externo e interno) pasó de 25% del tamaño de nuestra economía a 69% (si se calcula el PIB en dólares a 6 Bs por dólar, aun algo optimista).
Ese mismo Bank of America piensa que Chávez ganará cómodamente las elecciones. Si eso ocurre, no hay razón que haga pensar que la deuda no seguirá creciendo a la misma tasa: No vendrán más inversiones, no tomará responsabilidad fiscal repentina el gobierno, no dejará de hacer diplomacia con petróleo. ¿Y entonces? Si la economía y la deuda siguen creciendo a las mismas tasas que lo vienen haciendo, entre 2015-2016 Venezuela alcanzará una razón de deuda a PIB de 180-200% (algo pasará antes). En ese caso, ¿cómo están tan seguros de que no habrá default en el mediano plazo?
Siendo así, quienes piensan que el riesgo de que Venezuela incurra en default es bajo (es decir, el mercado financiero mundial en pleno lo ha sobreestimado) porque "tenemos unas reservas enormes", "estamos en plena bonanza petrolera", "en Bélgica y en Italia están más endeudados" o porque "en el Ministerio de Finanzas están conscientes de las consecuencias que eso traería", deberían estar montados ya en deuda venezolana. Pero no, la mayoría de nosotros no quiere correr ese riesgo. La mayoría interviene en estas operaciones de títulos bolívar-dólar habiendo cerrado de antemano el precio de venta del bono. Tenemos prejuicios locales (locally biased) cuando se trata de opinar ("aquí sabemos más de aquí que los de allá"), pero cuando se trata de poner nuestro dinero el viejo lado izquierdo del cerebro se impone.
De todos, quizás el argumento más divertido sea el de Bank of America. Según ellos el mercado mundial sobre-estima el riesgo Venezuela, porque "un barril de petróleo a ochenta dólares probablemente sea suficiente para soportar las ineficiencias de la política económica de Hugo Chávez". Insisten, es que "Venezuela está en medio de la bonanza petrolera más prolongada de su historia".
Ahora, ¿qué ha hecho Venezuela durante esa bonanza? Esa bonanza, en términos reales per cápita, no comienza sino hasta 2006. Para esa fecha nuestra deuda externa (26.600 millones de dólares) era inclusive menor a la registrada en 1998 (28.455). Desde entonces, desde el inicio de la bonanza, la deuda pública externa saltó a 94.670 millones de dólares. Es decir, ha crecido 355% en cinco años, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual de 35%. Como la economía no ha crecido precisamente a esa tasa, nuestra razón de endeudamiento (externo e interno) pasó de 25% del tamaño de nuestra economía a 69% (si se calcula el PIB en dólares a 6 Bs por dólar, aun algo optimista).
Ese mismo Bank of America piensa que Chávez ganará cómodamente las elecciones. Si eso ocurre, no hay razón que haga pensar que la deuda no seguirá creciendo a la misma tasa: No vendrán más inversiones, no tomará responsabilidad fiscal repentina el gobierno, no dejará de hacer diplomacia con petróleo. ¿Y entonces? Si la economía y la deuda siguen creciendo a las mismas tasas que lo vienen haciendo, entre 2015-2016 Venezuela alcanzará una razón de deuda a PIB de 180-200% (algo pasará antes). En ese caso, ¿cómo están tan seguros de que no habrá default en el mediano plazo?
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