LUIS EDUARDO MURO | EL UNIVERSAL
sábado 10 de diciembre de 2011 12:00 AM
Estamos en un constante retroceso económico a consecuencia de las decisiones del Gobierno Nacional.
Se siente que regresamos a la época de los grandes terratenientes que pagaban, a los campesinos que trabajaban en sus haciendas, con monedas que solo podían ser canjeadas por productos de su tienda. De esa manera el campesino quedaba siempre en deuda con su patrono-proveedor y se convertía casi en su esclavo.
Gran parte de los préstamos que tomó el Gobierno Nacional con China solo sirven para comprar en yuanes, "en la tienda del prestamista", y llenar de "cachivaches" al país mientras se compromete nuestra soberanía y se hipoteca el futuro de nuestros hijos.
La Constitución de Venezuela establece que no se puede dar en garantía el petróleo. El país no puede comprometerse a entregar petróleo a futuro por préstamos recibidos y gastados hoy. Esto es ilegal, y además acaba con la libertad y soberanía nacional.
El nivel de endeudamiento de Venezuela sobrepasa los límites aceptables internacionalmente. Tenemos una deuda pública externa consolidada de 95 mil millones de dólares y una deuda interna en bolívares equivalente a 32 mil millones de dólares más. En total la deuda declarada oficialmente es de 127 mil MM$. ¿Cuánto más será? Eso equivale al 54% del PIB a tasa oficial o 67% del PIB a la tasa Sitme. El indicador del costo es aún peor, ya el país canceló 12.75% de interés en la última emisión de bonos.
Los indicadores venezolanos son peores que los de España y Argentina. En el caso de España la deuda alcanzó el 65% del PIB y se dice que ha entrado en "zona de rescate" porque el interés que debe pagar llegó a 7%. Argentina aún tiene problemas para colocar deuda externa, aunque ha bajado su endeudamiento a menos del 50% de su PIB.
Vamos por mal camino y el Gobierno, en lugar de rectificar, mete el acelerador. ¡Qué desastre!
Se siente que regresamos a la época de los grandes terratenientes que pagaban, a los campesinos que trabajaban en sus haciendas, con monedas que solo podían ser canjeadas por productos de su tienda. De esa manera el campesino quedaba siempre en deuda con su patrono-proveedor y se convertía casi en su esclavo.
Gran parte de los préstamos que tomó el Gobierno Nacional con China solo sirven para comprar en yuanes, "en la tienda del prestamista", y llenar de "cachivaches" al país mientras se compromete nuestra soberanía y se hipoteca el futuro de nuestros hijos.
La Constitución de Venezuela establece que no se puede dar en garantía el petróleo. El país no puede comprometerse a entregar petróleo a futuro por préstamos recibidos y gastados hoy. Esto es ilegal, y además acaba con la libertad y soberanía nacional.
El nivel de endeudamiento de Venezuela sobrepasa los límites aceptables internacionalmente. Tenemos una deuda pública externa consolidada de 95 mil millones de dólares y una deuda interna en bolívares equivalente a 32 mil millones de dólares más. En total la deuda declarada oficialmente es de 127 mil MM$. ¿Cuánto más será? Eso equivale al 54% del PIB a tasa oficial o 67% del PIB a la tasa Sitme. El indicador del costo es aún peor, ya el país canceló 12.75% de interés en la última emisión de bonos.
Los indicadores venezolanos son peores que los de España y Argentina. En el caso de España la deuda alcanzó el 65% del PIB y se dice que ha entrado en "zona de rescate" porque el interés que debe pagar llegó a 7%. Argentina aún tiene problemas para colocar deuda externa, aunque ha bajado su endeudamiento a menos del 50% de su PIB.
Vamos por mal camino y el Gobierno, en lugar de rectificar, mete el acelerador. ¡Qué desastre!
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