ANGEL GARCÍA BANCHS | EL UNIVERSAL
lunes 8 de octubre de 2012 12:00 AM
Porque separó a los venezolanos, al crear una división y segregación política innecesaria, causar la desunión de los hogares y sembrar el odio entre quienes piensan distinto.
Por discriminar a quienes no le seguían y excluirles de su gobierno.
Porque acabó con nuestras normas, instituciones y convenciones sociales, exacerbó el voluntarismo, la discrecionalidad y el presidencialismo, el estatismo, los controles, el clientelismo, petropopulismo y rentismo, debilitando nuestra Democracia.
Por sus sempiternas cadenas de radio y televisión.
Por su deseo de imponerse sobre la sociedad, en lugar de permitir que, libremente, pudiésemos escoger nuestro destino, qué, cómo, dónde y cuándo preferimos y deseamos.
Por acabar en parte con la libertad, la fraternidad e igualdad entre venezolanos, al enemistar a los ciudadanos en base a un apartheid político.
Porque estableció un modelo de reparto de la renta externa petrolera para abaratar el consumo de importados y el ahorro en divisas en detrimento de la producción nacional, el mercado de valores en bolívares, y la inversión interna.
Porque no creó riqueza, ni empleos productivos, mientras rezagó a la economía nacional, la cual creció menos que la de la OPEP, Latinoamérica y el mundo desde 1999.
Porque causó incertidumbre e inseguridad política, jurídica y personal, ahuyentando la inversión y los empleos.
Porque estableció un modelo basado en la lucha de clases, y no uno de armonía social, basado en la inclusión de todos en pro del incremento del producto y el aporte al país.
Porque hizo del Estado el gobierno, del gobierno Pdvsa, y de Pdvsa el PSUV, al utilizar a su discreción los dineros públicos de la renta petrolera y de los contribuyentes para el beneficio de su proyecto político, todo esto en el marco de un deslave institucional y la ausencia de un Estado de Derecho.
Porque intentó desinstitucionalizar las Fuerzas Armadas y a Pdvsa.
Porque estableció un modelo petrolero rentista, despidió a capricho a 20 mil trabajadores y disminuyó la producción de la industria de 3,2MBD en 1999 a 2,4MBD actualmente.
Porque entregará el país sin reservas, crónicamente endeudado, con la industria eléctrica y petrolera en el piso, corrompido, sin instituciones, en un ambiente de impunidad contrario a los valores tradicionales venezolanos.
Porque hizo de Venezuela la economía con la mayor inflación del planeta en 2010, y causó escasez de divisas y bienes.
Porque incrementó nuestra dependencia del petróleo y las importaciones, así como, también, del consumo financiado en base a subsidios y el asistencialismo.
Porque creó deliberadamente programas políticos como las misiones cuyo fin último es la dependencia del Estado y la captación de votos, en vez de programas sociales liberadores, basados en un período inicial de asistencia y capacitación, pero, con último objetivo el empleo, el emprendimiento y la independencia del ciudadano.
Y, finalmente, porque privatizó la provisión de bienes públicos como la seguridad, la educación y la salud, excluyendo a los más pobres.
Por discriminar a quienes no le seguían y excluirles de su gobierno.
Porque acabó con nuestras normas, instituciones y convenciones sociales, exacerbó el voluntarismo, la discrecionalidad y el presidencialismo, el estatismo, los controles, el clientelismo, petropopulismo y rentismo, debilitando nuestra Democracia.
Por sus sempiternas cadenas de radio y televisión.
Por su deseo de imponerse sobre la sociedad, en lugar de permitir que, libremente, pudiésemos escoger nuestro destino, qué, cómo, dónde y cuándo preferimos y deseamos.
Por acabar en parte con la libertad, la fraternidad e igualdad entre venezolanos, al enemistar a los ciudadanos en base a un apartheid político.
Porque estableció un modelo de reparto de la renta externa petrolera para abaratar el consumo de importados y el ahorro en divisas en detrimento de la producción nacional, el mercado de valores en bolívares, y la inversión interna.
Porque no creó riqueza, ni empleos productivos, mientras rezagó a la economía nacional, la cual creció menos que la de la OPEP, Latinoamérica y el mundo desde 1999.
Porque causó incertidumbre e inseguridad política, jurídica y personal, ahuyentando la inversión y los empleos.
Porque estableció un modelo basado en la lucha de clases, y no uno de armonía social, basado en la inclusión de todos en pro del incremento del producto y el aporte al país.
Porque hizo del Estado el gobierno, del gobierno Pdvsa, y de Pdvsa el PSUV, al utilizar a su discreción los dineros públicos de la renta petrolera y de los contribuyentes para el beneficio de su proyecto político, todo esto en el marco de un deslave institucional y la ausencia de un Estado de Derecho.
Porque intentó desinstitucionalizar las Fuerzas Armadas y a Pdvsa.
Porque estableció un modelo petrolero rentista, despidió a capricho a 20 mil trabajadores y disminuyó la producción de la industria de 3,2MBD en 1999 a 2,4MBD actualmente.
Porque entregará el país sin reservas, crónicamente endeudado, con la industria eléctrica y petrolera en el piso, corrompido, sin instituciones, en un ambiente de impunidad contrario a los valores tradicionales venezolanos.
Porque hizo de Venezuela la economía con la mayor inflación del planeta en 2010, y causó escasez de divisas y bienes.
Porque incrementó nuestra dependencia del petróleo y las importaciones, así como, también, del consumo financiado en base a subsidios y el asistencialismo.
Porque creó deliberadamente programas políticos como las misiones cuyo fin último es la dependencia del Estado y la captación de votos, en vez de programas sociales liberadores, basados en un período inicial de asistencia y capacitación, pero, con último objetivo el empleo, el emprendimiento y la independencia del ciudadano.
Y, finalmente, porque privatizó la provisión de bienes públicos como la seguridad, la educación y la salud, excluyendo a los más pobres.
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