Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 27 ene 2015.-
A juicio del economista Ángel García Banchs, el mesnaje del presidente
Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional ratificó una política económica
que responde a los intereses de las mafias del contrabando de
extracción de bienes y alimentos que se aprovechan del diferencial
cambiario y de precios.
Esta política, advierte el director de Econométrica en esta primera parte de su conversación con Noticiero Digital, es suicida porque “en la práctica no quedan casi inventarios en la economía”. “Lo que queda es un mes y medio”.
¿Cómo juzga usted los anuncios que hizo el presidente Nicolás Maduro con respecto al nuevo esquema cambiario?
-De la forma como yo lo veo, se trata de una política económica que sigue respondiendo factores de poder político que son mafiosos, por la sencilla razón de que no se levanta el control de cambio ni de precios. Existen unos grupos, unos factores de poder que continúan empeñados en seguir expoliando a la población venezolana con unos diferenciales de cambio y precio.
-Constituye una política de mafias a la medida de 30 millones de personas que están pasando penurias, escasez, desabastecimiento, inflación desbordada, desempleo, etcétera. No es la política económica que llevaría a cabo un hacedor de política benévolo sino la que lleva a cabo un hacedor de política que responde a intereses de factores políticos muy específicos; que, en lo particular, están asociadas a mafias del contrabando de extracción; del contrabando de alimentos; mafias de diferenciales de precios; de diferenciales de cambio.
-Ciertamente, se trata de una devaluación. Esa devaluación aparece porque se ha dicho que la tasa del 6,30 bolívares por dólar queda para alimentos y medicinas; mientras que Sicad I y Sicad II se fusionan quedando un solo Sicad, y esa fusión no será hacia la tasa de abajo, de doce bolívares por dólar sino hacia una tasa muy por encima de esos doce bolívares por dólar: podría ser 50, podría ser por debajo de 50; pero en todo caso no sería la de doce bolívares por dólar.
-Por otro lado, queda un mercado que anteriormente era ilegal y que ahora es legal que lo constituye el paralelo. En ese mercado se ha dicho que se va a dejar flotar la tasa de cambio pero también se ha dicho en el pasado y no se ha hecho. Entonces, basta ver si va a ser cierto que el gobierno permita, que se publique a diario una tasa de un mercado que ahora sería legal y con una tasa que estaría subiendo. Porque, ¿quién abastecería de dólares ese mercado? Evidentemente, tendría que ser Pdvsa. Pero los incentivos de las mafias determinan que mientras más se entregue en el espectro de arriba, en la tasa de cambio, menos se entrega abajo.
-Entonces, si se le entrega poco abajo las mafias salen castigadas mientras que si se le entrega bastante abajo, los diferenciales de cambio se aprovechan, amasan mucho más capitales y las mafias siguen contentas. ¿Qué podría esperar uno de allí? Que poco dinero se invierta o se coloque en la tasa de cambio del espectro más alto; que sería la tasa del mercado paralelo.
-Bajo esas condiciones, si el gobierno no dejase fluctuar en la práctica la tasa del mercado paralelo, seguiríamos teniendo un mercado negro. Ahora, si dejan fluctuar la tasa de cambio entonces esa tasa subirá y subirá porque, prácticamente, será una tasa que estará determinada por las liquidaciones que se hagan en la parte de abajo del espectro cambiario, es decir, empresas privilegiadas que reciban a 6,30 y vendan en el mercado paralelo, que ahora es legal, o empresas que reciban a la tasa de Sicad, que todavía no conocemos a qué nivel estará y que vendan en el mercado paralelo.
-Se trata de una devaluación que resuelve un problema fiscal, parcialmente, o sea, mejora las cuentas de Pdvsa. Pero no resuelve el problema fundamental, que es acabar con las distorsiones de precios en la economía que son la causa fundamental de la escasez. No genera más dólares, por ejemplo; no destruye la demanda de dólares.
-Mientras haya más de un precio para un mismo bien la demanda de ese bien (en este caso dólares) al precio o tasa de cambio más baja será infinita; con una tasa de cambio a 6,30 la demanda será infinita, mientras exista una tasa de cambio muy superior. ¿Cuál es la demanda a la tasa de cambio de Sicad cualquiera que sea el precio que se va fijar en ese mecanismo? Bueno, va a ser infinita.
-De manera que al no levantar el control de cambio y de precios y al no fijar una sola tasa de cambio, entonces la demanda de divisas es infinita y como es infinita, se produce escasez; sigue la sobrefacturación; sigue el contrabando de extracción por nuestras fronteras; sigue el desabastecimiento y sigue conduciéndose a la sociedad venezolana a un estallido social.
¿Qué opina usted sobre la medida de incremento de los salarios en un 15%? ¿Le parece contraproducente?
-Sí, de hecho constituye una bomba de tiempo. Lo que hace el incremento del
salario mínimo en un 15% es acelerar la escasez, la desaparición masiva y generalizada de inventarios y, por tanto, lo que hace es conducir al estallido social más rápidamente. Claro, porque les da más bolívares a los consumidores y en un contexto como el actual de alta incertidumbre por la propia escasez y por la inflación; entonces irán a volcarse a los mercados de bienes a buscar mercancía,, y los anaqueles quedarán cada vez más vacíos.
-Estos aumentos lo que hacen es acelerar ese proceso que conduce a ese estallido social, que es lo que pareciera estar buscando el gobierno. Porque no es lo mismo si la economía tuviera seis meses de inventario. No, la economía está trabajando en este momento con menos inventarios. Estamos a las puertas de un estallido social, y si aumentan los salarios esto pudiera ser el detonante.
En un reciente artículo usted decía que las medidas, que ha adoptado Maduro son esquizofrénicas. ¿Nos pudiera ilustrar al respecto?
-Sí, el gobierno se ha planteado una guerra económica que no existe, y si existiera la estuviera perdiendo, y, evidentemente, en estas condiciones lo que decide es suicidarse como el decretar un aumento de salarios; cuando ya en la práctica no quedan casi inventarios en la economía. Lo que queda es un mes y medio de inventario; algo que pronosticó Econométrica que ocurriría, y que Fedecámaras recientemente ha corroborado; además, porque no se han hecho los ajustes cambiarios. No se ha levantado el control de cambio y el control de precios.
-Se trata en evidencia de una esquizofrenia partiendo de que se ha planteado una guerra que no existe y la solución para ese escenario es quitarse la vida, es decir, acelerar el fin, a propósito de los aumentos de salarios cuando ya no hay inventarios.
-¿Qué va a pasar en el marco de ese estallido? Bueno, yo me imagino que un grupo de los factores de poder dirán que se van. Otro grupo dice que pueden ganar esa guerra, que no será sino contra la sociedad venezolana, y otros pensarán que pueden usar la fuerza armada venezolana para mantener a la gente en sus casas. Pero ese pueblo va a volver a salir a la semana siguiente cuando los anaqueles queden vacíos; porque el problema fundamental de la economía es que la oferta viene disminuyendo, porque se quedó sin inventarios. No se está resolviendo, y no se resuelve con un suicidio.
-Se resuelve, sencillamente, levantando los controles de cambio y precio; pero claro, eso significaría no responder a los factores de poder político que hacen vida en el marco de mafias de extracción de combustibles y de expoliación de diferenciales de cambio y precio.
¿Cómo vio usted la decisión de no aumentar la gasolina, por ahora, cuando se esperaba que ese iba a hacer uno de los anuncios?
-Lo que aplica en este caso es una restricción que impone la historia. La izquierda ha inventado el cliché de que un aumento de la gasolina es capaz de tumbar un gobierno. Resulta ser que Caldera aumentó siete veces la gasolina, y no pasó, absolutamente, nada, y cuando el “Caracazo” eso no fue sino una excusa y no la causa.
-Los que causaron el “Caracazo”, precisamente, son los que están hoy en día en el poder, con un plan político entonces de desestabilización. Sin embargo, estos grupos de la izquierda se creen sus propios cuentos y sus propias historias; evidentemente se sienten restringidos y prefieren abrir la discusión para no tomar la decisión de levantar los subsidios, así sea parcialmente.
-Aun cuando cualquier encuesta que se levante en este instante le daría un apoyo suficientemente alto a esa medida. La gente debe estar consciente de que debe aumentarse la gasolina y, sin embargo, no lo hace porque pesa una restricción que está asociada a un cliché inventado por la propia izquierda venezolana.
Usted dice que las decisiones de Maduro están condicionadas por estos factores mafiosos. ¿Hasta qué punto no influye también el hecho de que ellos no entienden de política económica?
-La política económica la entienden salvo algunos grupos que no tienen la capacidad por restricciones ideológicas, la gran mayoría del chavismo, y esto porque los técnicos que están en el BCV son profesores universitarios y conocen de teoría económica perfectamente y les explican y se levantan en las reuniones, y hablan; pues tienen voz, mas no voto, a la hora de diseñar y ejecutar políticas económicas.
-Los técnicos se paran, explican: los políticos entienden eso; pero después privan sobre esas decisiones restricciones que tienen que ver con la necesidad de responder a intereses de factor político que fundamentalmente son mafias. Es decir, no es un problema de falta de información, se trata de un problema de que el hacedor de políticas económicas no responde a intereses de 30 millones de personas ni responde a teorías económicas como sí a intereses muy específicos: las mafias.
Mañana, segunda parte…
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