Angel García Banchs: No queda otro camino que restrablecer el sistema de mercado

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Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 28 ene 2015.- El director de Econométrica , Ángel García Banchs, asegura que la situación venezolana es “mucho peor” que la que ocurrió en Chile donde luego del golpe de Estado contra Salvador Allende, Augusto Pinochet aplicó una política de populismo en los primeros años.

“Aquí no tenemos esa capacidad. Ya no hay más espacio para el populismo y por una razón muy sencilla, y es que los inventarios no pueden bajar por debajo de cero. Hay que recuperarlos y la única forma de recuperarlos es restableciendo el sistema de mercado”, dice el economista en esta última parte de su conversación con Noticiero Digital.

Maduro dijo que él había recibido muchas propuestas de economistas que le parecían razonables en un ambiente distinto; pero que en una situación de guerra económica esas sugerencias eran imposibles. ¿Qué piensa usted?

-Si hay una guerra económica es la de las mafias contra la población. Un grupo minúsculo le hace la guerra a 30 millones de personas; cuando 30 millones de personas sufren penurias como la escasez, resulta ser que esa escasez es oportunidad de negocios para los mafiosos. Porque es la oportunidad de orquestar una importación con un diferencial cambiario exorbitante. Mientras un grupo sufre, otro grupo se hace multimillonario.

-La pregunta es: ¿quién va a pesar más? Hasta hoy la balanza se ha inclinado hacia los mafiosos; pero eso tiene un límite, y el límite es cuando los inventarios se acaban; cuando las mercancías desaparecen; cuando la escasez ya no es de 20 ó 25 por ciento sino que se hace generalizada; se desborda. Incluso, conduce a la población a una situación de crisis alimentaria que podría ocurrir en los próximos meses. Cuando eso llega, ya no hay manera de que esa guerra la puedan seguir ganando los grupos mafiosos.

Maduro en estos instantes se compara con Salvador Allende, y dice que la situación de escasez generalizada que se vive hoy en día, producto de la guerra económica es la misma que se vivía en el Chile de aquel gobierno de Allende. ¿Está en lo cierto el presidente?

-Lo mismo sucedía con el caso de Allende. ¿A quién se le echaba la culpa? Al sector privado de la economía. Pero la situación de Venezuela es mucho peor que la del Chile de Allende y la razón es muy sencilla: cuando viene Pinochet; éste al principio hace populismo y después al cabo de un tiempo es cuando se trae una batería de civiles, bien preparados, para diseñar y ejecutar la política económica que reformó la economía chilena.

-Aquí no tenemos esa capacidad. Ya no hay más espacio para el populismo y por una razón muy sencilla, y es que los inventarios no pueden bajar por debajo de cero. Hay que recuperarlos y la única forma de recuperarlos es restableciendo el sistema de mercado.

-El sistema de mercado es la forma más avanzada que hemos inventado los civiles para entendernos en sociedad, para poner de acuerdo a demandantes y oferentes; para coordinar socialmente a una nación, a una economía y eso pasa por el levantamiento del control de cambio y de precios. Un estallido en el sistema de cambio y precios que implique cambios exorbitantes en precios relativos; por tanto, una inflación jamás antes vista en Venezuela.

Ante el enorme déficit, cuya brecha ahora se expande más con la caída de los precios del petróleo, el gobierno está de manos amarradas para seguir imprimiendo dinero por lo que le será difícil también valerse de este recurso, ¿no le parece?

-El gobierno no tiene problemas de bolívares y no tiene restricción alguna a la impresión de dinero; ni tecnológica ni institucional. La única restricción que impide al gobierno imprimir dinero es la escasez. En la medida en que el incremento del gasto, el incremento de los salarios obligue al gobierno a imprimir más dinero, y esos dineros llegan a los bolsillos de los venezolanos, más rápidamente se vacían los anaqueles.

-Entonces, llega un límite porque posterior a eso, lo único que puede pasar es que se restablezca el sistema de precios y al restablecerse el sistema de precios se deben corregir, precisamente, las causas que están originando esa impresión de dinero. Es decir, al devaluar la moneda como se va a devaluar, probablemente el déficit fiscal va a desaparecer; si no a reducirse en forma sustancial.

-Uno pudiera preguntar: ¿no hay otra alternativa distinta al restablecimiento del mercado? Bueno, sí pudiera existir otra alternativa si existiese una coalición suficientemente grande de militares dispuestos a fusilar y reprimir a una resistencia que aparecerá ex nihilo, de la nada, y entonces eso pudiera pasar. Eso implicaría: restablecer muy rápidamente una tableta de racionamiento; que aquí quisieron llamar biométricos.

-Pero, ¿quiénes fueron los primeros que acabaron con la tarjeta de racionamiento? Fueron las propias mafias enquistadas en el poder quienes aprovechan los diferenciales de cambio y precio; quienes practican el contrabando de extracción, y a quienes no les interesa que haya restricciones al comercio.

-Además, no estamos en el siglo XX. Hoy por hoy no podemos aumentar la represión, las violaciones de derechos humanos, y Venezuela ha ratificado que sus funcionarios están sujetos a la Corte Penal Internacional cuando se han violado los derechos humanos, y esto porque se ha firmado el Estatuto de Roma. En ese contexto, luce improbable que exista esa coalición, suficientemente, grande de militares dispuestos a fusilar a decenas de miles de venezolanos para imponer una tarjeta de racionamiento que, además, controle la demanda agregada.

-Pareciera ser más sencillo restablecer el sistema de mercado con cualquiera de las implicaciones que, desde el punto de vista político, esto pueda tener. En palabras llanas: ha llegado el momento en que la economía se impone sobre la política. El modelo petropopulista implosionó: ahora la economía es una restricción. Ahora la economía no es la que se ajusta como sí la política. Ha llegado el momento en que la política deja de ser el amo para ser un siervo; el medio, en lugar de ser un fin.

¿Estaría usted dispuesto a dialogar con el presidente Nicolás Maduro, a propósito de la invitación que ha lanzado a tal efecto?

-Bueno, nosotros tenemos años y años escribiendo; formulando propuestas en diversos medios de comunicación y portales electrónicos. Hemos diseñado bosquejos, en mi caso, de lo que pudiera ser un plan de acción en el eje económico; porque yo he sido coordinador de la parte económica, en lo que se refiere a las propuestas que le planteó al país María Corina Machado.

-Por supuesto, uno seguirá haciendo esas propuestas desde las posiciones en las que estamos; pero jamás podría yo formar parte de un gobierno que responde, no a los intereses de 30 millones de venezolanos, sino a los intereses de grupos de mafias.