Salazar salió de Venezuela luego de años bajo el paraguas del gobierno para ponerse al amparo del enemigo hecho país, Estados Unidos. Al parecer, lo hace para hablar ante los tribunales a costa de convertirse en persona non grata para el gobierno chavista. Una pelea con Cabello habría provocado su salida.
Por Alicia Hernández @por_puesto.-
El diario ABC de España destaca hoy en su portada una noticia que, de ser cierta, supone graves acusaciones contra Diosdado Cabello. Leasmy Salazar, su principal escolta, estaría en Washington para denunciar al presidente de la Asamblea Nacional y acusarlo de narcotráfico. Fuentes cercanas al círculo de ambos hizo saber a KonZapata que el origen del conflicto estaría en una pelea personal entre el capitán de corbeta y el diputado, lo cual condujo a una ruptura de relaciones y a la renuncia de Salazar a su cargo.
Diosdado Cabello respondía hoy en su cuenta de Twitter a las acusaciones que pesan sobre él: “Cada ataque contra mi persona fortalece mi espíritu y mi compromiso, agradezco infinitamente las muestras de solidaridad de nuestro pueblo”. También decía que “amenazas, infamias, intrigas hemos vivido en estos años de Revolución, aprendimos del mejor a navegar en tempestades con la moral en alto”.
La periodista Luz Mely Reyes contaba ayer, a través de su cuenta de Twitter, que Salazar contrajo segundas nupcias hace mes y medio en Margarita y que usó la luna de miel como excusa para escapar sin sospechas del país a través de Madrid “porque temía por su vida”. Hoy, en el parlamento, la bancada del PSUV confirmaba su pertenencia a los círculos de seguridad de Chávez y Cabello y de que en diciembre había renunciado a su cargo. El diputado Pedro Carreño fue el encargado de hacer la confirmación.
Según recoge El Universal esta tarde, Carreño “confirmó que Salazar fue escolta de la Casa Militar en la época de Hugo Chávez y posteriormente del presidente de la Asamblea Nacional”. Agregó que el militar desertó de las Fuerzas Armadas Nacionales el pasado mes de diciembre y calificó sus presuntas declaraciones ante la DEA como “difamación” e “injuria”. Además manifestó su solidaridad con Cabello. “Nadie va a dudar, ni lo harán dudar de la honorabilidad del compromiso, de la entrega, del sacrificio, de la convicción y sobre todos de la lealtad de Diosdado Cabello”.
El tema aún no tiene de luz sino la que arroja ABC. Tampoco se sabe nada de si Salazar fue contactado por Estados Unidos o al revés. O a qué precio, si es que lo hubiera, y si formará parte del programa de testigos de la DEA o si hay más contactados entre las filas chavistas.
El caso Salazar da cuenta de un fenómeno que se repite a cuenta gotas dentro del chavismo. Alguien que durante años estuvo vinculado al poder, a su amparo, y decide salir de pronto de las faldas rojas para meterse bajo las de barras y estrellas.
Es una jugada similar a la que en su día hizo el ex juez de la Corte Suprema, Eladio Aponte Aponte, quien salió al país del norte para colaborar con la DEA en la investigación sobre los vínculos entre el Gobierno de Venezuela y el narcotráfico. De esas y otras investigaciones salió una lista de supuestos implicados en la importación de droga a Estados Unidos.
En julio, el gobernador de Anzoátegui Aristóbulo Istúriz, declaraba a KonZapata que muchos cuadros del PSUV estaban en una lista negra del Departamento de Estado y en la de “cometer crímenes de lesa humanidad por los sucesos de Puente Llaguno, sin investigar ni nada”. Aclaraba que, de querer salir de Venezuela, no podría hacerlo por Miami porque lo meterían preso. Y que igual le sucedería a Diosdado Cabello. Lo dijo a cuenta del escandaloso caso del Pollo Carvajal, quien por esas fechas estaba recluido en Aruba, acusado de narcotráfico.
Algunas voces decían que Estados Unidos lo había comprado para que piara, pero pajarito Carvajal regresó sano y salvo a la patria. Tras el acto tipo rock star que marcaron con su regreso en el III Congreso del PSUV, no volvió a trinar, ni a figurar. Salvo, eso sí, amenazar a algunos periodistas por injurias.
Otro que sí ha trinado, pero en la red social, es Rafael Isea. Se presume que desde 2013 la DEA también lo captó para hablar de los asuntos de narcotráfico en suelo venezolano. Él argumentó que estaba en EE.UU por estudios. Versiones extraoficiales aseguran que se encuentra en República Dominicana. La última nota oficial que se tuvo sobre él la dio la Fiscal Luisa Ortega Díaz, cuando en septiembre del año pasado anunció que se había solicitado su búsqueda y extradición a Interpol. Pero continúa en libertad.
El diario ABC de España destaca hoy en su portada una noticia que, de ser cierta, supone graves acusaciones contra Diosdado Cabello. Leasmy Salazar, su principal escolta, estaría en Washington para denunciar al presidente de la Asamblea Nacional y acusarlo de narcotráfico. Fuentes cercanas al círculo de ambos hizo saber a KonZapata que el origen del conflicto estaría en una pelea personal entre el capitán de corbeta y el diputado, lo cual condujo a una ruptura de relaciones y a la renuncia de Salazar a su cargo.
Diosdado Cabello respondía hoy en su cuenta de Twitter a las acusaciones que pesan sobre él: “Cada ataque contra mi persona fortalece mi espíritu y mi compromiso, agradezco infinitamente las muestras de solidaridad de nuestro pueblo”. También decía que “amenazas, infamias, intrigas hemos vivido en estos años de Revolución, aprendimos del mejor a navegar en tempestades con la moral en alto”.
La periodista Luz Mely Reyes contaba ayer, a través de su cuenta de Twitter, que Salazar contrajo segundas nupcias hace mes y medio en Margarita y que usó la luna de miel como excusa para escapar sin sospechas del país a través de Madrid “porque temía por su vida”. Hoy, en el parlamento, la bancada del PSUV confirmaba su pertenencia a los círculos de seguridad de Chávez y Cabello y de que en diciembre había renunciado a su cargo. El diputado Pedro Carreño fue el encargado de hacer la confirmación.
Según recoge El Universal esta tarde, Carreño “confirmó que Salazar fue escolta de la Casa Militar en la época de Hugo Chávez y posteriormente del presidente de la Asamblea Nacional”. Agregó que el militar desertó de las Fuerzas Armadas Nacionales el pasado mes de diciembre y calificó sus presuntas declaraciones ante la DEA como “difamación” e “injuria”. Además manifestó su solidaridad con Cabello. “Nadie va a dudar, ni lo harán dudar de la honorabilidad del compromiso, de la entrega, del sacrificio, de la convicción y sobre todos de la lealtad de Diosdado Cabello”.
El tema aún no tiene de luz sino la que arroja ABC. Tampoco se sabe nada de si Salazar fue contactado por Estados Unidos o al revés. O a qué precio, si es que lo hubiera, y si formará parte del programa de testigos de la DEA o si hay más contactados entre las filas chavistas.
El caso Salazar da cuenta de un fenómeno que se repite a cuenta gotas dentro del chavismo. Alguien que durante años estuvo vinculado al poder, a su amparo, y decide salir de pronto de las faldas rojas para meterse bajo las de barras y estrellas.
Es una jugada similar a la que en su día hizo el ex juez de la Corte Suprema, Eladio Aponte Aponte, quien salió al país del norte para colaborar con la DEA en la investigación sobre los vínculos entre el Gobierno de Venezuela y el narcotráfico. De esas y otras investigaciones salió una lista de supuestos implicados en la importación de droga a Estados Unidos.
En julio, el gobernador de Anzoátegui Aristóbulo Istúriz, declaraba a KonZapata que muchos cuadros del PSUV estaban en una lista negra del Departamento de Estado y en la de “cometer crímenes de lesa humanidad por los sucesos de Puente Llaguno, sin investigar ni nada”. Aclaraba que, de querer salir de Venezuela, no podría hacerlo por Miami porque lo meterían preso. Y que igual le sucedería a Diosdado Cabello. Lo dijo a cuenta del escandaloso caso del Pollo Carvajal, quien por esas fechas estaba recluido en Aruba, acusado de narcotráfico.
Algunas voces decían que Estados Unidos lo había comprado para que piara, pero pajarito Carvajal regresó sano y salvo a la patria. Tras el acto tipo rock star que marcaron con su regreso en el III Congreso del PSUV, no volvió a trinar, ni a figurar. Salvo, eso sí, amenazar a algunos periodistas por injurias.
Otro que sí ha trinado, pero en la red social, es Rafael Isea. Se presume que desde 2013 la DEA también lo captó para hablar de los asuntos de narcotráfico en suelo venezolano. Él argumentó que estaba en EE.UU por estudios. Versiones extraoficiales aseguran que se encuentra en República Dominicana. La última nota oficial que se tuvo sobre él la dio la Fiscal Luisa Ortega Díaz, cuando en septiembre del año pasado anunció que se había solicitado su búsqueda y extradición a Interpol. Pero continúa en libertad.
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