Tuvieron que recurrir a sus mejores argumentos porque la oposición era fuerte y radical. Al fin ganaron. El alcalde venezolano de Doral basó su lobby en exponer que más de 600 millones de personas estarían pendientes de la ciudad y eso se traduciría en más turismo. Y Trump. ¿Qué hizo Donald Trump?
La ciudad del Doral, en gran Miami,
es una mezcla predominante de venezolanos e inversiones, muchas de ellas
propulsadas por Donald Trump. Las cifras indican que en una población
de alrededor de 50 mil habitantes, uno de cada cinco es nacido en
Venezuela. No en balde su alcalde, Luigi Boria, es venezolano de
nacimiento.
La organización del
último Miss Universo, precisamente en el Doral, ha supuesto una mezcla
de sentimientos y controversias que salieron a flote en estos meses.
Precisando qué significa
el Doral para Venezuela, se trata de una ciudad situada en el sur de
la Florida dentro del Condado de Miami Dade. Es como una urbanización,
para ubicar al lector en este espacio, pero es sobre todo para el exilio
venezolano una región en la que es posible encontrar panaderías,
restaurantes, profesores, tiendas y empresas regentadas por
venezolanos. Es el rincón en el que el exilio opositor se concentra para
divulgar ideas y realizar protestas, es el lugar que escogieron los
medios de comunicación con acento venezolano que han proliferado en
Miami en los últimos 16 años, es la sede de las líneas de aviación
venezolanas, las que todavía sobreviven o las que ya pasaron a manos del
gobierno, como Aeropostal. Es en definitiva, el lugar que los
habitantes del sur de la Florida identifican plenamente con Venezuela.
Como la calle 8 ha sido el centro de evocación del exilio cubano.
Este contexto es
importante, porque para los venezolanos que mudaron sus sueños a una
nueva tierra y se asentaron en esta, el concurso de Miss Universo es una
evocación importante a sus raíces y recuerdos culturales. No en balde,
Venezuela ha conseguido la corona en siete ocasiones. Y la organización
del mismo en la ciudad del Doral ha traído consecuencias e historias que
han involucrado tanto al Alcalde, como a los residentes y a Donald
Trump, el dueño de la Organización Miss Universo. Un hombre polémico,
que no solo se pasea por el mundo con su concurso, sino que exhibe su
riqueza desde distintos ángulos. Hace años con un programa de televisión
y de un tiempo a esta parte, con pretensiones a la presidencia de los
Estados Unidos. Pero sobre todas las cosas, es un multimillonario
americano que en cada uno de sus pasos ve un negocio.
En los días preliminares
al concurso, cuando las candidatas ya estaban alojadas en las lujosas y
recién remodeladas habitaciones del hotel de Donald Trump, los
comensales que se reúnen en el famoso Arepazo, el lugar emblemático del
exilio venezolano, discutían acerca de si era conveniente o no que el
Miss Universo se celebrara en esta ciudad del sur de la Florida.
Valentina,
una señora que aseguró que no iba a perderse ninguno de los actos
preliminares del concurso, comentaba que “en Venezuela sabemos de esto,
de otras cosas no, pero de esto sí”. Mientras José Luis le refutaba que
el concurso no traería nada bueno para el Doral, y que al final de
cuentas todo iba a ser “una gastadera de real”.
La historia del concurso
este año se inicia después de que la organización decidió que no se
celebraría en Brasil y restó así un año a sus consecutivas e
ininterrumpidas celebraciones. El señor Trump, y su lujoso resort,
destacado con su nombre “Trump National Doral Golf Club” inició entonces
los trámites para organizar la 63 edición de su Miss Universo en la
ciudad en la que ha invertido algunos de sus recursos.
Contactó nuevamente a la
Alcaldía del Doral, presidida por un polémico alcalde venezolano,
involucrado con su ciudad, pero también con los problemas de su país de
origen y éste decidió plantearlo en el Concejo de la ciudad. En la
plenaria de 5 votos, se encontraron con un voto en contra. La
vicealcaldesa Christi Fraga, se opuso a que el Doral fuera la sede,
especialmente a que aportara dinero porque consideró que se trataba de
un evento en apoyo a Trump y no debería ser subsidiado por los
contribuyentes. En este sentido argumentó que “hay mejores maneras de
utilizar los fondos” y muchos residentes opinaron lo mismo, argumentando
que debería destinarse a otros proyectos para la ciudad.
Y es que la ciudad del
Doral invirtió $ 2.5 millones de los impuestos de los contribuyentes
para pagar a los organizadores. No toda esta cantidad salió de sus
fondos, pues hasta hace poco había conseguido el apoyo de varias
empresas que ayudaron a que la Alcaldía no desembolsara la totalidad del
costo. Las constructoras Lennor-Codina, la empresa de alimentos Badía,
la línea aérea venezolana Santa Bárbara y el Hospital Baptist, entre
otros, fueron algunos de los que apoyaron la iniciativa de Boria para
promocionar a la ciudad.
El Alcalde en su lobby
ante los medios y los residentes de esta ciudad, se basó en que 190
países, lo que significa 600 millones de personas, estarían pendientes
de la transmisión de televisión, lo que daría a conocer a un público
cautivo esta ciudad del gran Miami fundada hace apenas una década y con
ello conseguirían más visitas, turismo e inversiones. Y de hecho, en la
publicidad del programa transmitido por distintos canales de TV del
mundo, se vio un amplio reportaje con el progreso de la ciudad y las
posibilidades que ella ofrece. Además en el concurso se comercializaron
hoteles, restaurantes, tiendas y negocios localizados en la ciudad.
Las autoridades también
aseguraron que en otras ciudades en el pasado el pago fue mayor. Moscú
por ejemplo, pagó unos $16 millones y Brasil $17 millones.
Pero
para Luigi Boria, no todo fue muy fácil y encontró otro percance en su
decisión de realizar el concurso en el Doral. Y es que de pronto propuso
entregarle las llaves de la ciudad a Donald Trump y a la presidenta del
Miss Universo, Paula M Shugart. El Alcalde escogido en el año 2012,
había recibido hace un tiempo el título de “el cerrajero de la ciudad”,
por la cantidad de llaves que le gustaba entregar, hasta que el Concejo
decidió que las llaves solo serían entregadas a dignatarios y personas
de un compromiso e importancia muy altos.
Boria le pidió al
Concejo que considerara en este caso la entrega de las llaves, pero los
residentes llamaron y los medios de comunicación de la ciudad lo
criticaron y la medida no se concretó. El Alcalde dijo entonces que la
llave no tenía sentido que Trump la tuviera, pero consideró que era
importante para el Miss Universo y para la Alcaldía del Doral, que la
Organización de Trump tuviera entre sus trofeos la codiciada llave. Al
final ni uno ni otro se llevó el galardón.
A Boria también se le
ocurrió proclamar el 25 de enero como el Día de Miss Universo, pero nada
se concretó al respecto. A los miembros del Concejo no les pareció nada
relevante que fuera un día para rememorar en la ciudad. Más aún cuando
Miami ha celebrado en 14 ocasiones en la historia del Miss Universo,
este certamen.
Hasta ahora los
resultados económicos inmediatos de la celebración del concurso en el
sur de la Florida han sido la recaudación que tuvo lugar en el desfile
del Festival de las Naciones, cuyos fondos se destinaron a la asistencia
sanitaria de personas sin recursos y el acuerdo que se hizo con la FIU
por prestar uno de sus espacios para la noche final, -pues en el Doral
no hay un espacio para concentrar a mucha gente-, en el que la
Universidad recibió 150 mil dólares para becas de estudiantes de primera
generación y pasantías durante el concurso de Miss Universo para
estudiantes de carreras relacionadas.
Después de todos los
obstáculos y entretelones el Miss Universo se realizó según los planes
del señor Trump. Durante la transmisión el numeroso grupo de venezolanos
que asistió al teatro del Universidad Internacional de La Florida
(FIU), expresaron entusiasmados su apoyo al certamen y celebraron en sus
asientos como si estuvieran en el Poliedro de Caracas apoyando a las
candidatas.
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