Tardó un día el presidente de la Asamblea Nacional en responder al bombazo que le cayó ayer con las denuncias del capitán Leamsy Salazar. Declaró a la prensa colombiana -no a la venezolana, para variar-, y de todo lo que ha dicho, aún se le percibe como enredado, desencajado, a punto de que le cuenten 10 en el ring.
Por Elizabeth Fuentes.-
Como dice un viejo refrán llanero, frente al caso de Leamsy Salazar , Diosdado Cabello “se volvió pata y no se pudo parar”. De hecho, el agresivo aspirante a caudillo tardó todo un día en responder a la gravísima acusación de Salazar quien lo identifica como el jefe del Cartel de Los Soles. Y ocurre que en política, tardar un día en responder un asunto tan crítico, es una eternidad. Y peor aún si, como en efecto, la respuesta sigue sin aclarar las dudas y , sobre todo, generó muchas más.
Por ejemplo, Cabello deja colar en la entrevista que le hicieran en Radio Blu colombiana, que Salazar pudo haber estado tan cercano a Chávez durante su enfermedad que quizás lo asesinó: “Da mucha tristeza que esa persona estuvo al lado del comandante Chávez, imagínate que pudo haber tenido algún nivel de incidencia, él comandante ya no está. Pensemos que no fue él que hizo algo para que el que el comandante muriera, pero y si lo hizo, da mucha tristeza”, se preguntó el presidente de la Asamblea Nacional…”.
Pero todo lo anterior no lo afirma con certeza. Perdió la oportunidad de mentir a la galería. ¿Por qué? Si ahí tenía el titular para el 20 por ciento del chavismo duro que le va creer lo que diga. “Salazar asesinó a Hugo Chávez”. Pero no se atrevió.
También señala que Salazar pertenecía al anillo de seguridad de Chavez y que cuando éste falleció , Cabello lo llamó a trabajar con él. Pero no dice en calidad de qué: “Luego, con la enfermedad del comandante Chávez, yo mismo pedí que se viniera a trabajar conmigo… Mentira que fue mi jefe de seguridad…”. Y hasta allí. Pero no ha podido explicar en cuál cargo se desempeñaba, algo más contundente que permitiera inferir que no eran tan allegados. Pero objetivamente, no puede hacerlo porque debe saber que mucha gente en el gobierno y cercana a él, conoce la verdad.
Para finalizar, Cabello despliega una confesión de debilidad gigantesca:
“No tengo la menor duda de que era un infiltrado. Siempre se decía que había alguien de la Armada que estaba dando información ( se supone que sobre la enfermedad del presidente Chavez) , es una conclusión después de tantas reuniones de seguridad (…) “… Lo que equivale a decir que “después de tantas reuniones de seguridad”, tuvo el capitán Salazar que huir a Washington y delatarlo, para que se dieran cuenta de que era un infiltrado, lo que implica que un éxito rotundo para cualquier infiltrado, que no lo descubran sino cuando está a salvo. En fin, que Salazar, el espía, le tiró una trompetilla al G2 cubano, el DIM, el Sebin y demás afines..
Finalmente Cabello agrega que es asombroso “cómo alguien pueda tener tan poca convicción ética como para venderse por dinero”, una reflexión que también se le devuelve ante la absoluta certeza de que los 15 años del gobierno de Chavez y el resto de Maduro, el proceso bolivariano lo único que ha hecho con eficacia, es comprar aliados.
Como dice un viejo refrán llanero, frente al caso de Leamsy Salazar , Diosdado Cabello “se volvió pata y no se pudo parar”. De hecho, el agresivo aspirante a caudillo tardó todo un día en responder a la gravísima acusación de Salazar quien lo identifica como el jefe del Cartel de Los Soles. Y ocurre que en política, tardar un día en responder un asunto tan crítico, es una eternidad. Y peor aún si, como en efecto, la respuesta sigue sin aclarar las dudas y , sobre todo, generó muchas más.
Por ejemplo, Cabello deja colar en la entrevista que le hicieran en Radio Blu colombiana, que Salazar pudo haber estado tan cercano a Chávez durante su enfermedad que quizás lo asesinó: “Da mucha tristeza que esa persona estuvo al lado del comandante Chávez, imagínate que pudo haber tenido algún nivel de incidencia, él comandante ya no está. Pensemos que no fue él que hizo algo para que el que el comandante muriera, pero y si lo hizo, da mucha tristeza”, se preguntó el presidente de la Asamblea Nacional…”.
Pero todo lo anterior no lo afirma con certeza. Perdió la oportunidad de mentir a la galería. ¿Por qué? Si ahí tenía el titular para el 20 por ciento del chavismo duro que le va creer lo que diga. “Salazar asesinó a Hugo Chávez”. Pero no se atrevió.
También señala que Salazar pertenecía al anillo de seguridad de Chavez y que cuando éste falleció , Cabello lo llamó a trabajar con él. Pero no dice en calidad de qué: “Luego, con la enfermedad del comandante Chávez, yo mismo pedí que se viniera a trabajar conmigo… Mentira que fue mi jefe de seguridad…”. Y hasta allí. Pero no ha podido explicar en cuál cargo se desempeñaba, algo más contundente que permitiera inferir que no eran tan allegados. Pero objetivamente, no puede hacerlo porque debe saber que mucha gente en el gobierno y cercana a él, conoce la verdad.
Para finalizar, Cabello despliega una confesión de debilidad gigantesca:
“No tengo la menor duda de que era un infiltrado. Siempre se decía que había alguien de la Armada que estaba dando información ( se supone que sobre la enfermedad del presidente Chavez) , es una conclusión después de tantas reuniones de seguridad (…) “… Lo que equivale a decir que “después de tantas reuniones de seguridad”, tuvo el capitán Salazar que huir a Washington y delatarlo, para que se dieran cuenta de que era un infiltrado, lo que implica que un éxito rotundo para cualquier infiltrado, que no lo descubran sino cuando está a salvo. En fin, que Salazar, el espía, le tiró una trompetilla al G2 cubano, el DIM, el Sebin y demás afines..
Finalmente Cabello agrega que es asombroso “cómo alguien pueda tener tan poca convicción ética como para venderse por dinero”, una reflexión que también se le devuelve ante la absoluta certeza de que los 15 años del gobierno de Chavez y el resto de Maduro, el proceso bolivariano lo único que ha hecho con eficacia, es comprar aliados.
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