Tuesday, September 27, 2011

Chávez para siempre o por ahora

En: http://www.confirmado.com.ve/Noticias/Zona-3/Chavez-para-siempre-o-por-ahora.aspx

Roberto Giusti


La salud amenazada del Presidente ha invadido la tranquilidad de los venezolanos para convertirse en un tema obsesivo y cargado de las consiguientes dosis de morbo y fatalidad. (En general los rumores sólo plantean las peores perspectivas). El cáncer nuestro de cada día parece ser el cáncer del Presidente, quien ha convertido su enfermedad en una novela por entregas con acompañamiento mediático, aliñado por toda clase de espectáculos, que van desde la administración de la Extremaunción (un acto íntimo y de sumo recogimiento transmitido en vivo) hasta un Bilongo, que bien podría haber sido un quilombo.
La morbosa expectativa, alimentada con todo tipo de elementos, menos con la información precisa y veraz se ha caracterizado por dos mensajes procedentes de una misma fuente. Uno, el oficial y optimista, cuyo vocero fundamental es el propio Chávez, según el cual la enfermedad está remitiendo y ya está en fase de recuperación. El otro, el oficioso de radio bemba, apocalíptico y de negros augurios que apenas le conceden meses, semanas, no digamos días, de dolorosa agonía.
En principio uno podría pensar que la imbatible negativa a divulgar un diagnóstico que le pondría punto final a las especulaciones es una demostración de cuán mal podría encontrarse el ilustre paciente. Máxime cuando ya hay un aparente delfín dejándose ver en hospitales cuán silvestre precandidato. Pero eso no deja de ser una especulación más, negada por otra cuyo argumento sería que, más allá de la gravedad y extensión del mal, sólo el Presidente y sus acólitos disponen de una información cuya carencia desorienta y confunde a la oposición.
En fin, y seguimos especulando, Chávez, grave, relativamente grave, sano o relativamente sano, Chávez para siempre o Chávez por ahora, tiene la sartén por el mango, maneja la información básica y dispone sus piezas de acuerdo con una estrategia de la cual sólo se puede extraer una variedad infinita de combinaciones y escenarios.
Por eso y me perdonan la postrera especulación, no sería extraño verlo levantarse súbitamente de su lecho de enfermo, condenado a una falsa defunción por la conseja popular, clamar milagro y salir a la calle para emprender una furibunda cruzada mágico religiosa que le permita la resucitación de algo que le resulta tan caro como su propia vida: el liderazgo y el triunfo electoral.
Lo se. Lo he dicho hasta el cansancio. Se trata de una especulación. Pero no dejo de pensar en aquellos días de abril cuando el “mesías” bajó de los cielos (en helicóptero) y aferrado a un crucifijo nos recordó que se había ido para regresar aunque no lo pudiéramos creer. Claro, el argüiría que no nos engañó, que lo dijo una y mil veces: “me estoy recuperando. Seré candidato. Voy a ganar”.

No comments:

Post a Comment