ALEXANDER GUERRERO E. | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de septiembre de 2011 09:17 AM
El Presidente ordenó, repatriar el oro en custodia en el mercado internacional y nacionalizar el oro, ¡todo el oro a las reservas! El oro corre peligro en bancos extranjeros dijo el Presidente y manus militari, el oro "debe" regresar a Caracas a las bóvedas del BCV. ¿Que piensa sobre eso el hombre de a pie? Y se pregunta, ¿que hará el Presidente con el oro? Sentarse y contar lingote a lingote como Rico McPato? ¿Por qué esa súbita fiebre por el oro? El público que entiende poco de oro monetario, no imagina costos por transporte, seguros y riesgos para traer el oro en custodia al BCV. Sin embargo, este, asesorado por esos bancos custodios, decidió que una parte importante del oro en custodia se mantenga en esos "bancos peligrosos". La confusión fue grande que ministros y dirigentes políticos del Gobierno no están dispuestos a dejar el oro en custodia porque "no ganan intereses".
Las acrobacias financieras y monetarias del Gobierno y BCV decidieron que el oro se constituyera en el mayor componente (62%) de las reservas internacionales. La operación de revaloración del oro que hizo posible esa magia monetaria tiene conocidos incentivos fiscales, el Ejecutivo de tanto derrochar ingresos petroleros e impuestos está ahora raspando la olla y le tocó al ¡oro monetario! Desde luego que ello no ocurrirá sin el correspondiente impacto inflacionario producido por el señoreaje; la "ganancia" que el Fisco recibe al revalorizar el oro. Es la magia del maravilloso Mago de Oz de la historieta americana (Baum) que relata el surgimiento del populismo americano hacia finales del siglo XIX, el efecto, allá, como acá en Venezuela, fue inflacionario.
Las cosas no terminan allí, y por ello las razones por las cuales el BCV decidió dejar ese oro en bancos internacionales. En la medida que el oro crece como componente de las reservas, al mismo tiempo crece la propensión a ser vendido en los mercados para obtener divisas y tener la liquidez inmediata para las operaciones en divisas en Cadivi y las que el propio Fisco requiera para sus importaciones y pago de pasivos externos. Como mecanismo "de última instancia" el oro compra dólares; la leche, carne y alimentos rubro que se importan más de 5000 MM de dólares no los cambian por oro sino por dólares sonantes.
Para que el oro pueda ser transado rápidamente en divisas es preciso que se mantenga en custodia en el exterior. El mercado del oro (monetario) en reserva registrada en el balance del BCV requiere estar bajo custodia en los mercados del oro. La custodia es fundamental para ser transado, su compra/venta no requiere que sea físicamente transferido de un lugar a otro, simplemente se cambia el propietario, y el oro puede seguir siendo custodiado por el mismo banco. De manera que traer a Caracas ese oro perdería su propiedad de convertirse en reserva liquida de manera inmediata sin mayores costos de transacción. En Caracas, en las bóvedas del BCV, ese oro no tiene mercado, tiene que viajar.
Con ese proceso de "revalorización" del oro, Gobierno y BCV "compensaron" las últimas transferencias del BCV a Fonden que fueron efectivas en reservas liquidas al incrementarse la posición del oro monetario en el total de reservas. Pero el objetivo del Ejecutivo no era solo ese, sino extraer el señoreaje, unos 15000 MM de bolívares, el cual es un ingreso fiscal considerable que enmarcamos en el proceso de raspado de olla que caracteriza la política fiscal en estos meses de elevada inestabilidad política.
Pero hay más, la revalorización del oro va de la mano de la nacionalización del oro en mina, siguiendo la ruta del petróleo. Será manejado por Minerven, empresa del Estado, la cual repartirá los contratos a las empresas que producirán el oro. Recordemos que el Gobierno eliminó el contrato con la empresa canadiense Cristalex para extraer y producir el oro. Por ello hay un litigio, Cristalex demandará a la Republica por más de 4000 MM de dólares, una de las tantas demandas por violación de contratos efectuadas por el Ejecutivo. Se estima por ese concepto una deuda contingente alrededor de los 25.000 MM de dólares. Minerven le venderá el oro al BCV por bolívares. Se fundiría en lingotes y sería enviado a Londres para su certificación. Lo interesante es la matemática fiscal, porque lo que recibe Minerven pasa al Fisco como Royalty, impuesto/dividendos. Este se despacha y se da el vuelto en esta colosal raspada de olla.
Pero no termina allí, Minerven podrá, un sueño de muchos grupos de interés alrededor de CVG y BCV, emitir los ansiados bonos en dólares-oro, ello le daría liquidez a la CVG o para mantener el derroche y destrucción y para la magia monetaria y química financiera que funciona entre el BCV y Min-Economía. Como observamos, la fiebre del oro de ahora tiene fuertes incentivos fiscales y se suma al raspado de olla. El Gobierno tratándose de bolívares, dólares y oro, no tiene paz con la miseria.
Las acrobacias financieras y monetarias del Gobierno y BCV decidieron que el oro se constituyera en el mayor componente (62%) de las reservas internacionales. La operación de revaloración del oro que hizo posible esa magia monetaria tiene conocidos incentivos fiscales, el Ejecutivo de tanto derrochar ingresos petroleros e impuestos está ahora raspando la olla y le tocó al ¡oro monetario! Desde luego que ello no ocurrirá sin el correspondiente impacto inflacionario producido por el señoreaje; la "ganancia" que el Fisco recibe al revalorizar el oro. Es la magia del maravilloso Mago de Oz de la historieta americana (Baum) que relata el surgimiento del populismo americano hacia finales del siglo XIX, el efecto, allá, como acá en Venezuela, fue inflacionario.
Las cosas no terminan allí, y por ello las razones por las cuales el BCV decidió dejar ese oro en bancos internacionales. En la medida que el oro crece como componente de las reservas, al mismo tiempo crece la propensión a ser vendido en los mercados para obtener divisas y tener la liquidez inmediata para las operaciones en divisas en Cadivi y las que el propio Fisco requiera para sus importaciones y pago de pasivos externos. Como mecanismo "de última instancia" el oro compra dólares; la leche, carne y alimentos rubro que se importan más de 5000 MM de dólares no los cambian por oro sino por dólares sonantes.
Para que el oro pueda ser transado rápidamente en divisas es preciso que se mantenga en custodia en el exterior. El mercado del oro (monetario) en reserva registrada en el balance del BCV requiere estar bajo custodia en los mercados del oro. La custodia es fundamental para ser transado, su compra/venta no requiere que sea físicamente transferido de un lugar a otro, simplemente se cambia el propietario, y el oro puede seguir siendo custodiado por el mismo banco. De manera que traer a Caracas ese oro perdería su propiedad de convertirse en reserva liquida de manera inmediata sin mayores costos de transacción. En Caracas, en las bóvedas del BCV, ese oro no tiene mercado, tiene que viajar.
Con ese proceso de "revalorización" del oro, Gobierno y BCV "compensaron" las últimas transferencias del BCV a Fonden que fueron efectivas en reservas liquidas al incrementarse la posición del oro monetario en el total de reservas. Pero el objetivo del Ejecutivo no era solo ese, sino extraer el señoreaje, unos 15000 MM de bolívares, el cual es un ingreso fiscal considerable que enmarcamos en el proceso de raspado de olla que caracteriza la política fiscal en estos meses de elevada inestabilidad política.
Pero hay más, la revalorización del oro va de la mano de la nacionalización del oro en mina, siguiendo la ruta del petróleo. Será manejado por Minerven, empresa del Estado, la cual repartirá los contratos a las empresas que producirán el oro. Recordemos que el Gobierno eliminó el contrato con la empresa canadiense Cristalex para extraer y producir el oro. Por ello hay un litigio, Cristalex demandará a la Republica por más de 4000 MM de dólares, una de las tantas demandas por violación de contratos efectuadas por el Ejecutivo. Se estima por ese concepto una deuda contingente alrededor de los 25.000 MM de dólares. Minerven le venderá el oro al BCV por bolívares. Se fundiría en lingotes y sería enviado a Londres para su certificación. Lo interesante es la matemática fiscal, porque lo que recibe Minerven pasa al Fisco como Royalty, impuesto/dividendos. Este se despacha y se da el vuelto en esta colosal raspada de olla.
Pero no termina allí, Minerven podrá, un sueño de muchos grupos de interés alrededor de CVG y BCV, emitir los ansiados bonos en dólares-oro, ello le daría liquidez a la CVG o para mantener el derroche y destrucción y para la magia monetaria y química financiera que funciona entre el BCV y Min-Economía. Como observamos, la fiebre del oro de ahora tiene fuertes incentivos fiscales y se suma al raspado de olla. El Gobierno tratándose de bolívares, dólares y oro, no tiene paz con la miseria.
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