El pueblo venezolano no acepta las pretensiones de Guyana, nuestro país no está en venta, ni se alquila
ERNESTO ALVARENGA | EL UNIVERSALmiércoles 28 de septiembre de 2011 12:00 AM
La canciller de Guyana solicitó a la ONU la ampliación de la plataforma continental de 200 a 350 millas. De esta situación fueron informados países como Trinidad y Tobago, Barbados y Surinam, pero nunca Venezuela, lo cual implica una violación a los acuerdos de Ginebra de 1966. Es evidente que las pretensiones de Guyana sobre la "zona en reclamación" del Esequibo son sencillamente inaceptables, como también lo es el silencio cómplice y entreguista del alto gobierno y del propio presidente Chávez, principal responsable -ejecutor de la política exterior venezolana.
Este "movimiento" diplomático de Guyana se corresponde con la seguridad de no recibir una respuesta firme y patriótica del gobierno venezolano, como sí lo hicieron gobiernos anteriores, toda vez que el presidente Chávez tiene como uno de sus principales objetivos el convertirse en un líder continental. El discurso baboso del antiimperialismo no pasa de ser un rosario de frases prefabricadas y obsoletas. Es por ello que la defensa de nuestro territorio soberano constituye un tema que va más allá de la burocracia gubernamental y que debemos asumir todos los venezolanos.
Debo decir que cuando se escoge una profesión es para ejercerla. La Constitución de la República en su artículo 328, reza lo siguiente: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar...". Bajo ningún concepto considero la salida militar como la respuesta adecuada, muy por el contrario, los venezolanos exigimos que se respete lo suscrito en el acuerdo de Ginebra. Quisiéramos ver a la FAN defendiendo nuestra soberanía, no asumiendo funciones de otros poderes, como el Electoral o amenazando a quien pretenda atentar contra la "revolución bolivariana".
El pueblo venezolano no acepta las pretensiones de Guyana, nuestro país no está en venta, ni se alquila a cambio de "apoyo". Bajo ninguna circunstancia podemos admitir que se negocie con nuestro territorio, debemos oponernos categóricamente.
Este artículo fue escrito pensando en el historiador Pedro Sosa, recientemente fallecido.
Este "movimiento" diplomático de Guyana se corresponde con la seguridad de no recibir una respuesta firme y patriótica del gobierno venezolano, como sí lo hicieron gobiernos anteriores, toda vez que el presidente Chávez tiene como uno de sus principales objetivos el convertirse en un líder continental. El discurso baboso del antiimperialismo no pasa de ser un rosario de frases prefabricadas y obsoletas. Es por ello que la defensa de nuestro territorio soberano constituye un tema que va más allá de la burocracia gubernamental y que debemos asumir todos los venezolanos.
Debo decir que cuando se escoge una profesión es para ejercerla. La Constitución de la República en su artículo 328, reza lo siguiente: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar...". Bajo ningún concepto considero la salida militar como la respuesta adecuada, muy por el contrario, los venezolanos exigimos que se respete lo suscrito en el acuerdo de Ginebra. Quisiéramos ver a la FAN defendiendo nuestra soberanía, no asumiendo funciones de otros poderes, como el Electoral o amenazando a quien pretenda atentar contra la "revolución bolivariana".
El pueblo venezolano no acepta las pretensiones de Guyana, nuestro país no está en venta, ni se alquila a cambio de "apoyo". Bajo ninguna circunstancia podemos admitir que se negocie con nuestro territorio, debemos oponernos categóricamente.
Este artículo fue escrito pensando en el historiador Pedro Sosa, recientemente fallecido.
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