!Viva el alboroto!

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Carlos Blanco

El Gobierno adelantó las elecciones, pero no como quería. Así se cumple el apotegma de un viejo amigo de este narrador: el caudillo te ofrece cortarte las dos criadillas; cuando oyes la amenaza se te fruncen el alma y el perineo; al rato, el tipo, condescendiente como es, te dice: “no; no te voy a cortar las dos; para que veas mi generosidad sólo te voy a cortar una”; entonces, tú respiras agradecido y hasta dices, “bueno si a ver vamos, el tipo no es tan cruel”.
Aunque no parezca mucho, el régimen ha impuesto un parecer contra la tradición política del país y, sobre todo, sin que los representantes de la disidencia democrática tuvieran una palabra que fuera tomada en cuenta. Lo que ha ocurrido es una nueva violación de las reglas democráticas cuando las doncellas del CNE adoptan decisiones de esta naturaleza.
Las fuerzas democráticas tienen una tarea en relación con las condiciones electorales. Algunos dirigentes, de manera aislada, han planteado sus preocupaciones sobre el asunto, sin embargo sólo un propósito conjunto y enérgico puede lograr lo que se hace indispensable para elecciones libres y limpias. El hecho de que la oposición no tenga acceso al Registro Electoral Permanente y que el 60% de sus módulos estén cerrados (según Voto Joven), que carezca de poder de decisión en el tejemaneje tecnológico, que no se pueda saber dónde están cientos de miles de electores (en 2007 fueron 1.800.000), que haya obstáculos para el registro de los venezolanos en el exterior, son hechos que configuran las bases de un fraude. Todo esto sin hablar del ventajismo cotidiano, de la despiadada utilización de todos los recursos estatales para el Gobierno y la supresión inmisericorde del oxígeno a la oposición.
Resulta insólito que el Gobierno se atreva a reclamar de las fuerzas democráticas respeto a los resultados electorales, cuando no sólo ha habido fraude sino que se han dado varios golpes de estado al despojar de atribuciones al Alcalde Metropolitano, a gobernadores y a alcaldes de otras regiones. Golpes de estado continuos contra la voluntad popular los ha conducido el Gobierno de Chávez a lo largo de estos años.
CHÁVEZ, ¿SUBE O BAJA?. Chávez ha bajado y ha subido y ha vuelto a bajar en su popularidad y en la disposición al voto por él. Las encuestas, poco fiables según suelen ser, dicen que ha subido en los últimos meses. Hay quienes dicen: “¡imposible, no puede ser que eso ocurra con el desastre que hay!”; otros, más prudentes aunque confiados en su tino pocas veces atinado, aseguran que es un hecho circunstancial porque la gente está harta, más allá de donde es posible; no faltan desde luego quienes aseguran que ya no hay nada que hacer e inician su quejumbre con respecto a los venezolanos y su falta de conciencia.
Lo que se puede asegurar es que a Chávez lo desfavorece: 1. El desastre de su administración; 2.La criminalidad rampante que sólo ahora ha descubierto; 3. Las peleas internas,por las cuotas de poder, en el chavismo; 4. Las discordias entre civiles y militares, así como entre la derecha y la izquierda del “proceso”; 5. Su enfermedad, en la medida en que lo ha puesto a un cuarto de máquina y eso se nota a leguas; 6. La sensación de que el proyecto no lo sobrevive si es que su enfermedad es tan grave como dicen sus amigos o al menos la mitad de grave de la que dicen sus enemigos; 7. El progresivo aislamiento internacional y esa vocación de aferrarse a cadáveres reales o virtuales como Fidel Castro, Ahmadineyad, Gadafi, Sadam Hussein, y otros a un paso del formol, químico o político; y 8. A mediano plazo, la perspectiva de la quiebra fiscal del país.
Sin embargo, hay aspectos que favorecen a Chávez: 1. El más importante es que no se aprecia en la oposición, salvo en algunos dirigentes, garra por el poder; mientras unos quieren derrotar a Chávez en toda la línea otros quieren “mejorar” lo que ha hecho; 2. La enfermedad como una convocatoria a la lástima y a la conmiseración colectivas, lo cual el líder no tiene el menor escrúpulo en usar; 3. El miedo que logra infundir con la represión o con su amenaza, que es poderoso disuasivo; 4. El uso a diestra y siniestra de la justicia penal para lograr sus propósitos; 5. La adaptación más o menos obligada de algunas de las viejas élites en la convivencia con el régimen; y 6. La solidaridad que todavía alquila en el exterior por la vía de la munificencia petrolera.
No hay un equilibrio estable entre ambos grupos de factores. Los que más lo ayudan son el uso absolutamente incontinente y desconsiderado del miedo, y, por otra parte, lo que se aprecia una falta de vocación de poder en sectores de la oposición democrática. Mientras los ciudadanos no sientan que un poder alternativo reta a Chávez en su terreno,de manera agónica y sin importar las consecuencias, el miedo no será vencido. Recuérdese que esta sociedad en varios lugares y por algún tiempo venció el miedo en los años de las luchas gloriosas de calle de 1999 a 2007.
CANDIDATURAS. Las candidaturas de la oposición se mueven. Hasta el presente hay lo siguiente: Capriles ha corrido casi solo por mucho tiempo con un impresionante apoyo mediático y financiero a Primero Justicia (PJ). María Corina Machado se situó de segunda en la lista después de su exitoso anuncio y logró reventar el cerco de los poderes que quieren una competencia sólo a dos. Pablo Pérez resolvió el tema de su partido, UNT, aunque de no ser electo candidato o de ser derrotado por Chávez, no regresará a la gobernación del Zulia porque ésta es una posición a la cual optará su mentor Manuel Rosales o su esposa, Evelyng de Rosales. Antonio Ledezma hizo una jugada audaz con el retorno a AD y la propuesta de entendimiento entre ABP, UNT y AD; rápidamente negada por Pablo Pérez lo cual ha generado tensión con AD. La propuesta de Leopoldo López se había debilitado en la medida en que la justicia se demoraba; con la sentencia de la Corte IDH la cuestión cambia porque su lucha se ve reconocida, aunque, anuncian las muchachas del Gobierno, no será rehabilitado. Las candidaturas de Oswaldo Álvarez Paz, Diego Arria, Eduardo Fernández, César Pérez Vivas, Pablo Medina y Cecilia Sosa son factores más políticos que electorales e incidirán en las definiciones indispensables que vendrán.
Es evidente que hay un interés común entre los poderosos factores que apoyan a Capriles y a Pérez en que ellos polaricen. Después de su celebración muchos dirigentes adecos piensan que el candidato debe ser Henry Ramos, tema negado por la dirección de AD, y ven a Ledezma como segunda opción. Copei y Proyecto Venezuela van a tomar una decisión conjunta que podría inclinar la balanza. Una porción importante del descontento independiente drena hacia María Corina.
Lo cierto es que todavía faltan muchas decisiones para definir el cuadro de las primarias. Siempre suponiendo que los matarifes no quieran darle el palo a la lámpara.