MIGUEL BAHACHILLE M.| EL UNIVERSAL
lunes 22 de julio de 2013 12:00 AM
Era previsible que la violencia urbana y el creciente número de trabajadores que subsisten fuera del ámbito de su formación y de los sistemas de producción, gracias a Chávez, suscitaran la inestabilidad social que hoy aqueja por igual a todo país. El monopolio estatal sobre la manufactura, la propiedad y distorsión grotesca de la vida material y cultural, han creado un caos que se refleja en la barahúnda urbanística y la restricción del consumo de bienes y servicios.
El zanganeo incitado por la corrompida tesitura gubernativa, carente de entereza republicana, han instituido en el país las llamadas "prioridades invertidas" las cuales, por reflejo, llevan a lo que se conoce como "sociedad enferma". Tipología, por cierto, recurrida por marxistas clásicos para denigrar del sistema democrático formal. En este régimen de tendencia comunista, el malestar ha perturbado a los sectores más jóvenes que sienten cómo se recurre al oscurantismo buscando respuestas a problemas de hoy.
-Se confiscan parcelas en centros urbanos para construir viviendas trasgrediendo leyes ordinarias y normas municipales. El 75% de esas obras están paralizadas por falta de recursos e inviabilidad funcional.
-Mientras se evidencian millonarios casos de corrupción en la zona de Guayana, los constructores honestos deben paralizar sus obras o recurrir al mercado negro para adquirir acero, mallas, etc. Lo mismo ocurre con el cemento.
-Mientras se expropian empresas como Agroisleña que financiaba e instruía a agricultores honestos, la escasez y carestía de los productos de la cesta alimentaria golpea a los más pobres.
-Mientras el precio del petróleo remonta de 10 a más de 100 dólares por barril en doce años, empresarios y particulares deben recurrir a vergonzosas subastas públicas, propiciadas por el mismo gobierno, para mendigar algo de divisas a una tasa 3 veces mayor a la oficial.
-Mientras la inseguridad personal y pública crece exponencialmente, cuerpos armados como los llamados colectivos, provistos con armas de gran potencia, cierran una importante vía durante 12 horas (Avenida Sucre) para "rescatar" a un delincuente detenido en la sede de la Policía Nacional por portar un arma solicitada por otros delitos.
Ningún jefe ni subalterno revolucionario podrá eludir su débito histórico como institutor de una sociedad que camina "hacia lo peor". La masacre de la GNB contra un vehículo conducido por una dama con su familia, registro carcelario operado por los mismos recluidos, forajidos motorizados que actúan a la libre, corrupción pública a todo nivel, degradación sistemática de servicios públicos, lasitud de la Controlaría General, parcialidad ostensible de la Fiscalía y entidades jurisdiccionales, configuran la sintomatología típica de un cuerpo social enfermo; diríase que muy grave.
Existen serios indicios que revelan cómo se incuba en todas las clases sociales, sobre todo entre jóvenes, un peligroso sentimiento de apostasía que deniega de cualquier apoyo a las instituciones porque las percibe endebles y corruptas. Buena parte de la sociedad cree actuar en defensa propia cuando adopta esta posición crítica de denegación cuando trata de tomar parte ante cualquier conflicto. ¿No es otro síntoma de sociedad enferma?
El ámbito más axiomático de la enfermedad se refleja en el área de las comunicaciones. Han surgido en la mayoría de los Estados "colectivos de información revolucionarios" para embestir contra estaciones de radio, plantas de TV y periódicos particulares que denuncien los desvíos de las pervertidas estructuras del socialismo. El plan de liquidar cualquier alternativa comunicacional buscando que la gente se adhiera al caciquismo gubernativo, tiene el firme propósito de instituir una pereza colectiva que se registre en el esquema de una sociedad endeble y enferma.
Otra señal del síndrome que nos aqueja se advierte en la manera como Maduro injuria con aviesas arengas a casi toda la población. Sólo un mando endeble justifica tal anomalía. Nicolás se olvida que la prestancia se logra por la ética que pueda reflejar y no por agravios a capricho. Así pues el carácter de sociedad enferma incitada por el anterior presidente e incrementada por el actual, configuran un cuadro de emergencia que requiere urgente medicación que sólo puede dar la sociedad en su conjunto. De momento hay que concentrarse en las próximas elecciones municipales.
El zanganeo incitado por la corrompida tesitura gubernativa, carente de entereza republicana, han instituido en el país las llamadas "prioridades invertidas" las cuales, por reflejo, llevan a lo que se conoce como "sociedad enferma". Tipología, por cierto, recurrida por marxistas clásicos para denigrar del sistema democrático formal. En este régimen de tendencia comunista, el malestar ha perturbado a los sectores más jóvenes que sienten cómo se recurre al oscurantismo buscando respuestas a problemas de hoy.
-Se confiscan parcelas en centros urbanos para construir viviendas trasgrediendo leyes ordinarias y normas municipales. El 75% de esas obras están paralizadas por falta de recursos e inviabilidad funcional.
-Mientras se evidencian millonarios casos de corrupción en la zona de Guayana, los constructores honestos deben paralizar sus obras o recurrir al mercado negro para adquirir acero, mallas, etc. Lo mismo ocurre con el cemento.
-Mientras se expropian empresas como Agroisleña que financiaba e instruía a agricultores honestos, la escasez y carestía de los productos de la cesta alimentaria golpea a los más pobres.
-Mientras el precio del petróleo remonta de 10 a más de 100 dólares por barril en doce años, empresarios y particulares deben recurrir a vergonzosas subastas públicas, propiciadas por el mismo gobierno, para mendigar algo de divisas a una tasa 3 veces mayor a la oficial.
-Mientras la inseguridad personal y pública crece exponencialmente, cuerpos armados como los llamados colectivos, provistos con armas de gran potencia, cierran una importante vía durante 12 horas (Avenida Sucre) para "rescatar" a un delincuente detenido en la sede de la Policía Nacional por portar un arma solicitada por otros delitos.
Ningún jefe ni subalterno revolucionario podrá eludir su débito histórico como institutor de una sociedad que camina "hacia lo peor". La masacre de la GNB contra un vehículo conducido por una dama con su familia, registro carcelario operado por los mismos recluidos, forajidos motorizados que actúan a la libre, corrupción pública a todo nivel, degradación sistemática de servicios públicos, lasitud de la Controlaría General, parcialidad ostensible de la Fiscalía y entidades jurisdiccionales, configuran la sintomatología típica de un cuerpo social enfermo; diríase que muy grave.
Existen serios indicios que revelan cómo se incuba en todas las clases sociales, sobre todo entre jóvenes, un peligroso sentimiento de apostasía que deniega de cualquier apoyo a las instituciones porque las percibe endebles y corruptas. Buena parte de la sociedad cree actuar en defensa propia cuando adopta esta posición crítica de denegación cuando trata de tomar parte ante cualquier conflicto. ¿No es otro síntoma de sociedad enferma?
El ámbito más axiomático de la enfermedad se refleja en el área de las comunicaciones. Han surgido en la mayoría de los Estados "colectivos de información revolucionarios" para embestir contra estaciones de radio, plantas de TV y periódicos particulares que denuncien los desvíos de las pervertidas estructuras del socialismo. El plan de liquidar cualquier alternativa comunicacional buscando que la gente se adhiera al caciquismo gubernativo, tiene el firme propósito de instituir una pereza colectiva que se registre en el esquema de una sociedad endeble y enferma.
Otra señal del síndrome que nos aqueja se advierte en la manera como Maduro injuria con aviesas arengas a casi toda la población. Sólo un mando endeble justifica tal anomalía. Nicolás se olvida que la prestancia se logra por la ética que pueda reflejar y no por agravios a capricho. Así pues el carácter de sociedad enferma incitada por el anterior presidente e incrementada por el actual, configuran un cuadro de emergencia que requiere urgente medicación que sólo puede dar la sociedad en su conjunto. De momento hay que concentrarse en las próximas elecciones municipales.
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