ANDRÉS F. SCHMUCKE G.| EL UNIVERSAL
sábado 6 de julio de 2013 12:00 AM
Me encantaría que el gobierno venezolano le otorgara asilo político a Edward Snowden. Me muero por ver cómo va a hacer ese gringo cuando lo roben en una esquina de Caracas y no consiga papel tualé para limpiarse el susto. ¡Ja!, gringo, guelcome to Venezuela, land of the choros, enjoy.
El caso de Snowden es una de las noticias internacionales más importantes del año. Al muchacho, un excontratista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se le ocurrió revelar que EEUU había espiado a países como Alemania, Francia, Grecia e Italia. Luego de esas y otras revelaciones, Snowden huyó de EEUU, y está buscando asilo en algún país que lo quiera acoger.
Venezuela debería toma la batuta y traerse a ese gringo chismoso para acá, total, aquí el gobierno y la oposición se la pasan en una sola grabadora; así que ¿por qué no tener a un experto en ese tema viviendo con nosotros? Snowden podría pasarse las mañanas buscando harina de maíz y papel higiénico en los supermercados, las tardes en la piscina de vaselina del ministro Villegas y las noches viendo películas en blu-rays quemaditos.
Nuestro querido presidente obrero ha declarado que el mundo debería proteger a Snowden y que casi seguramente Venezuela le otorgaría el asilo político. Es increíble cómo en este país se protege a algunos y se le da la espalda a casi todos los demás. ¿No sería mejor proteger primero a los venezolanos del hampa? No sé, digo yo.
"El mundo tiene que ser libre, hay que proteger a Snowden", dijo el presidente obrero en Moscú hace unos días. Bien, eso me parece chévere, si se viene a Venezuela mejor pónganle unos escoltas, porque esa es la única manera de que esté libre de los malandros. Epa, Snowden, no te olvides de traerte el papel y la harina, si por fin Venezuela es tu destino.
El caso de Snowden es una de las noticias internacionales más importantes del año. Al muchacho, un excontratista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se le ocurrió revelar que EEUU había espiado a países como Alemania, Francia, Grecia e Italia. Luego de esas y otras revelaciones, Snowden huyó de EEUU, y está buscando asilo en algún país que lo quiera acoger.
Venezuela debería toma la batuta y traerse a ese gringo chismoso para acá, total, aquí el gobierno y la oposición se la pasan en una sola grabadora; así que ¿por qué no tener a un experto en ese tema viviendo con nosotros? Snowden podría pasarse las mañanas buscando harina de maíz y papel higiénico en los supermercados, las tardes en la piscina de vaselina del ministro Villegas y las noches viendo películas en blu-rays quemaditos.
Nuestro querido presidente obrero ha declarado que el mundo debería proteger a Snowden y que casi seguramente Venezuela le otorgaría el asilo político. Es increíble cómo en este país se protege a algunos y se le da la espalda a casi todos los demás. ¿No sería mejor proteger primero a los venezolanos del hampa? No sé, digo yo.
"El mundo tiene que ser libre, hay que proteger a Snowden", dijo el presidente obrero en Moscú hace unos días. Bien, eso me parece chévere, si se viene a Venezuela mejor pónganle unos escoltas, porque esa es la única manera de que esté libre de los malandros. Epa, Snowden, no te olvides de traerte el papel y la harina, si por fin Venezuela es tu destino.
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