YON GOICOECHEA| EL UNIVERSAL
martes 30 de julio de 2013 12:00 AM
Leocenis García y Diego están promoviendo una constituyente. Como es costumbre, la propuesta fue desestimada por la MUD, que es experta en evadir todo lo que no es electoral. Sin embargo, convendría preguntarse si existe otra alternativa democrática para sanear los poderes públicos. Algunos dirán que debemos esperar hasta el referéndum revocatorio. Vale, pero aunque hubiese un nuevo presidente el resto de los poderes estarían en manos de la mafia. Otros asegurarán que, una vez que cambie el "comandante", los sargentos se amoldarán a los nuevos tiempos. No lo dudo, pero eso sólo indicaría que en un próximo gobierno tampoco habría justicia.
El problema no es si la mafia está a favor de uno u otro presidente. El asunto es que, con el narco y los cubanos secuestrando las instituciones, Venezuela no será jamás una país serio. Si me conceden esto, entonces lo de la Constituyente merece una discusión razonable. Aquello de decir que lo más urgente es no perder espacios municipales en diciembre es demasiado palurdo.
Yo he escuchado dos argumentos muy válidos en contra de un nuevo proceso constituyente. El primero es histórico y alude al hecho de que ninguna de las muchas constituciones venezolanas han solucionado los problemas estructurales del país. El segundo es jurídico-político y guarda relación con la creencia de que una Constitución, eficaz y duradera, resulta de un acuerdo social de base amplia y no de una sociedad polarizada. Comparto estos razonamientos, pero ninguno responde la pregunta clave: ¿Cómo se renueva el poder en Venezuela sin derramamiento de sangre?
Sé que hay quien espera llegar a la presidencia para luego forzar las dimisiones de los funcionarios corruptos ¡Buena suerte! No creo que nadie que reciba un país en la devastación económica y social en la que está Venezuela tenga "muñeca" para enfrentar al resto de los poderes públicos. Pero se me hizo pequeño el artículo. Supongo que sólo quería pedirles pensar en este asunto sin prejuicios.
El problema no es si la mafia está a favor de uno u otro presidente. El asunto es que, con el narco y los cubanos secuestrando las instituciones, Venezuela no será jamás una país serio. Si me conceden esto, entonces lo de la Constituyente merece una discusión razonable. Aquello de decir que lo más urgente es no perder espacios municipales en diciembre es demasiado palurdo.
Yo he escuchado dos argumentos muy válidos en contra de un nuevo proceso constituyente. El primero es histórico y alude al hecho de que ninguna de las muchas constituciones venezolanas han solucionado los problemas estructurales del país. El segundo es jurídico-político y guarda relación con la creencia de que una Constitución, eficaz y duradera, resulta de un acuerdo social de base amplia y no de una sociedad polarizada. Comparto estos razonamientos, pero ninguno responde la pregunta clave: ¿Cómo se renueva el poder en Venezuela sin derramamiento de sangre?
Sé que hay quien espera llegar a la presidencia para luego forzar las dimisiones de los funcionarios corruptos ¡Buena suerte! No creo que nadie que reciba un país en la devastación económica y social en la que está Venezuela tenga "muñeca" para enfrentar al resto de los poderes públicos. Pero se me hizo pequeño el artículo. Supongo que sólo quería pedirles pensar en este asunto sin prejuicios.
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