HERBERT HUDDE| EL UNIVERSAL
martes 9 de julio de 2013 12:00 AM
El triste y ridículo espectáculo que están dando las lumbreras en el área cambiaria, que desde marzo, cuando hicieron la célebre y hasta ahora única subasta de $, con un cambio que infantilmente ocultaron, aunado al tiempo que han pasado sin saber qué hacer, no hace más que revelar que no ven luz, y que son inmensamente incapaces en esa materia, como en todo lo que tenga que ver con la economía. Siguen algunos comentarios al respecto.
Primero, hay algo que a las lumbreras no les ha entrado en la cabeza, ni les entrará jamás aunque se lo claven a mandarriazos: Los controles de cambio (CC) son nefastos. Además de muchos inconvenientes, los CC espantan la inversión, lo único que permite el desarrollo de los países, pues es la que genera la capacidad productiva, lo cual tampoco entenderán las lumbreras nunca, porque claro, es muy difícil comprender que para que haya más producción, se requiere de mayor capacidad productiva; esto para ellos es un jeroglifo. Para las lumbreras lo único necesario para desarrollarnos es el petróleo y seguir las sabias enseñanzas que les legó "el gigante".
Otra cosa, para la buena marcha de un país se requiere de miles de artículos, y cuando hay CC bastantes cosas comienzan a escasear. Además, como las lumbreras acabaron con el aparato productivo del país, hoy en día todo hay que importarlo, y ahora todos los $ que entran, que son más que abundantes, no alcanzan, así que necesariamente se racionan las divisas, y la escasez empeora. Está claro que los alimentos y las medicinas son más importantes que los repuestos para carros y ascensores, pero cuando uno se tiene que calar 6 meses sin carro, o subiendo y bajando diariamente 8 pisos a pie porque no se consiguen los repuestos, se comprende que uno le mente la madre a Lola mínimo una vez por escalón. A la hora de las chiquitas todo se transforma en importante. Sin CC uno consigue de todo, más caro, pero lo consigue; las empresas no paralizan su marcha por tener que esperar meses a que a un señor de cierto organismo le dé la gana de pasar una solicitud de $ al departamento siguiente (normalmente con la intención que ustedes saben); el que compró unos $ para cualquier cosa que necesitaba, no tiene que vivir atormentado debido a que según la ley de los ilícitos cambiarios lo pueden encanar por ello. El dichoso CC nos ha transformado la vida a todos en un verdadero calvario.
Comentario especial merece la tarada sobrevaluación a que han sometido las lumbreras al bolívar, con la cual han destrozado criminalmente el aparato productivo del país. Señores lumbreras, ¿es que ustedes, insignes genios de la economía, no saben que cuando se sobrevalúa mucho una moneda, las empresas nacionales no sólo no pueden exportar, sino que además quiebran porque no pueden competir con lo importado? ¿Ustedes no saben que una de las cosas que ayudó mucho al impresionante desarrollo de los chinos fue subvaluar su moneda?
¿Qué hay que hacer en materia cambiaria, para salir de este inmenso hueco al que nos arrojaron las lumbreras? Pues hay que eliminar el CC y la sobrevaluación del bolívar, no queda otra.
¿Cómo hacerlo? Pues no soy yo el indicado para decirles detalladamente todo lo que deben hacer al respecto, ya que ello debe ser la labor de un grupo de calificados economistas y otros profesionales que se aboque a ello. Economistas excelentes tenemos bastantes, pero claro, ninguno es chavista, lo cual se hace patente por el hecho de que de las tres personas que ejercen la pésima conducción de nuestra economía, ninguna es economista, así que se le sugiero al Gobierno olvidarse de sus adeptos y contactar por ejemplo a la Academia de Ciencias Económicas, al IESA, o a cualquiera de los muchos reputados economistas que tenemos.
El trabajo no es fácil, pues deben conciliarse razones económicas con las de tipo social, procurando que los golpes que la población va a recibir no sean muy fuertes. Al respecto unos golpes son inevitables, se tomen o no medidas acertadas, pero si se toman por lo menos se verá la luz al final del túnel, mientras que si no se toman, varios de los golpes se podrán posponer en el tiempo, pero cuando lleguen serán mucho más dolorosos.
Otras cosas que deben tomarse en cuenta son estas: 1) Hay otras medidas que imprescindiblemente deben tomarse, además de las cambiarias, para enderezar nuestra economía. Particularmente hay que maximizar la seguridad jurídica y acabar con la expropiadera. 2) Las medidas que se tomen tienen que provenir de un consenso nacional, para así asegurar a la comunidad de inversionistas que lo que se haga no va a ser algo pasajero, sino que se trata de un entorno de confianza que va a perdurar. Si sólo se toman las medidas cambiarias acertadas, la cosa mejoraría, pero no nos van a sacar del barranco.
Para terminar, sin querer aguarles el día, sinceramente no creo que las lumbreras vayan a tomar las medidas adecuadas; las probabilidades son de uno a cien. Lamento decirlo.
Primero, hay algo que a las lumbreras no les ha entrado en la cabeza, ni les entrará jamás aunque se lo claven a mandarriazos: Los controles de cambio (CC) son nefastos. Además de muchos inconvenientes, los CC espantan la inversión, lo único que permite el desarrollo de los países, pues es la que genera la capacidad productiva, lo cual tampoco entenderán las lumbreras nunca, porque claro, es muy difícil comprender que para que haya más producción, se requiere de mayor capacidad productiva; esto para ellos es un jeroglifo. Para las lumbreras lo único necesario para desarrollarnos es el petróleo y seguir las sabias enseñanzas que les legó "el gigante".
Otra cosa, para la buena marcha de un país se requiere de miles de artículos, y cuando hay CC bastantes cosas comienzan a escasear. Además, como las lumbreras acabaron con el aparato productivo del país, hoy en día todo hay que importarlo, y ahora todos los $ que entran, que son más que abundantes, no alcanzan, así que necesariamente se racionan las divisas, y la escasez empeora. Está claro que los alimentos y las medicinas son más importantes que los repuestos para carros y ascensores, pero cuando uno se tiene que calar 6 meses sin carro, o subiendo y bajando diariamente 8 pisos a pie porque no se consiguen los repuestos, se comprende que uno le mente la madre a Lola mínimo una vez por escalón. A la hora de las chiquitas todo se transforma en importante. Sin CC uno consigue de todo, más caro, pero lo consigue; las empresas no paralizan su marcha por tener que esperar meses a que a un señor de cierto organismo le dé la gana de pasar una solicitud de $ al departamento siguiente (normalmente con la intención que ustedes saben); el que compró unos $ para cualquier cosa que necesitaba, no tiene que vivir atormentado debido a que según la ley de los ilícitos cambiarios lo pueden encanar por ello. El dichoso CC nos ha transformado la vida a todos en un verdadero calvario.
Comentario especial merece la tarada sobrevaluación a que han sometido las lumbreras al bolívar, con la cual han destrozado criminalmente el aparato productivo del país. Señores lumbreras, ¿es que ustedes, insignes genios de la economía, no saben que cuando se sobrevalúa mucho una moneda, las empresas nacionales no sólo no pueden exportar, sino que además quiebran porque no pueden competir con lo importado? ¿Ustedes no saben que una de las cosas que ayudó mucho al impresionante desarrollo de los chinos fue subvaluar su moneda?
¿Qué hay que hacer en materia cambiaria, para salir de este inmenso hueco al que nos arrojaron las lumbreras? Pues hay que eliminar el CC y la sobrevaluación del bolívar, no queda otra.
¿Cómo hacerlo? Pues no soy yo el indicado para decirles detalladamente todo lo que deben hacer al respecto, ya que ello debe ser la labor de un grupo de calificados economistas y otros profesionales que se aboque a ello. Economistas excelentes tenemos bastantes, pero claro, ninguno es chavista, lo cual se hace patente por el hecho de que de las tres personas que ejercen la pésima conducción de nuestra economía, ninguna es economista, así que se le sugiero al Gobierno olvidarse de sus adeptos y contactar por ejemplo a la Academia de Ciencias Económicas, al IESA, o a cualquiera de los muchos reputados economistas que tenemos.
El trabajo no es fácil, pues deben conciliarse razones económicas con las de tipo social, procurando que los golpes que la población va a recibir no sean muy fuertes. Al respecto unos golpes son inevitables, se tomen o no medidas acertadas, pero si se toman por lo menos se verá la luz al final del túnel, mientras que si no se toman, varios de los golpes se podrán posponer en el tiempo, pero cuando lleguen serán mucho más dolorosos.
Otras cosas que deben tomarse en cuenta son estas: 1) Hay otras medidas que imprescindiblemente deben tomarse, además de las cambiarias, para enderezar nuestra economía. Particularmente hay que maximizar la seguridad jurídica y acabar con la expropiadera. 2) Las medidas que se tomen tienen que provenir de un consenso nacional, para así asegurar a la comunidad de inversionistas que lo que se haga no va a ser algo pasajero, sino que se trata de un entorno de confianza que va a perdurar. Si sólo se toman las medidas cambiarias acertadas, la cosa mejoraría, pero no nos van a sacar del barranco.
Para terminar, sin querer aguarles el día, sinceramente no creo que las lumbreras vayan a tomar las medidas adecuadas; las probabilidades son de uno a cien. Lamento decirlo.
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