ELIDES J. ROJAS L.| EL UNIVERSAL
miércoles 31 de julio de 2013 12:00 AM
Son unos finos hablando gamelote. 14 años estuvo el finado en el mismo plan. Que si el imperio, que la revolución, que Fidel, que gracias Raúl, que si la patria grande, que los próceres. No descansan con el cuento del proceso revolucionario y la salvación del planeta. Algunos ni bachillerato terminaron, pero estuvieron en Cuba agarrando mínimo y aprendiendo las planas de Castro, los amos.
Otros, tal vez un poco más dotados, después de 15 años en la universidad y ya casi abuelos se graduaron. La historia es la misma. Bachillerato tardío, universidad peor. Piedras, plomo y candela. Capucha y pistola. Autobuses quemados. Horas y horas de clases perdidas. Pero eso sí, el discurso impecable. El imperio, Vietnam, la URSS, China. Y tenemos patria. En eso se les ha ido la vida en los últimos 40 años. Como era el finado. Gracias Fidel, Gracias Rusia. Y por detrás todo el mundo robando, llevándose hasta el oro y asegurando la muy buena calidad de vida de hijas e hijos hasta más allá de tres generaciones. Eso es comunismo del bueno. Imperialismo, explotación, plusvalía, guerra, paz, pacificación, golpistas, soberanía, independencia, dólar, capitalismo salvaje, batallas, sangre, no pasarán, no volverán, corrupción, Marx, Lenin, justicia social, igualdad, equidad. Todas eso es parte de la trama atrapa bobos que viene usando la izquierda vividora desde hace décadas. Tan es así que la gente que está ahora montada en el gobierno, además de ser de las peores en términos académicos, nunca han trabajado pero ni vendiendo zarcillos. O eran militares, que jamás han trabajado. O eran comunistas de universidad, que tampoco han trabajado. Y, en algunos casos, eran sindicalistas de segunda que menos han trabajado. Un país de vividores y vagos. Eso es lo que está haciendo la revolución bolivariana con Venezuela. Y lo hace perfectamente. A trabajar menos, pues se inventa una Ley del Trabajo y le pega un reglamento que persigue realmente que las empresas se vean obligadas a crear empleos nuevos para suplir la incapacidad del gobierno para generar trabajo y bienestar. Pero resulta que las empresas están trabajando a menos de la mitad de su capacidad de producción, así que todo el mundo para su casa y todavía hay espacio ocioso. Eso es el socialismo al estilo cubano. Ruina y machorreo en escalera mecánica. Sin esfuerzo.
La cifra de empleo anda por casi 7%. Eso es una coba monumental. Este país está de rodillas en las calles vendiendo películas piratas y peroles chinos, además de los productos regulados a cuatro veces su precio. Y empanadas por toneladas. ¡Cómo se come empanadas en esta revolución! En la cubana se sabe que comen masitas de puerco. Es el mismo estilo.
Pero de desarrollo, solo gamelote.
Otros, tal vez un poco más dotados, después de 15 años en la universidad y ya casi abuelos se graduaron. La historia es la misma. Bachillerato tardío, universidad peor. Piedras, plomo y candela. Capucha y pistola. Autobuses quemados. Horas y horas de clases perdidas. Pero eso sí, el discurso impecable. El imperio, Vietnam, la URSS, China. Y tenemos patria. En eso se les ha ido la vida en los últimos 40 años. Como era el finado. Gracias Fidel, Gracias Rusia. Y por detrás todo el mundo robando, llevándose hasta el oro y asegurando la muy buena calidad de vida de hijas e hijos hasta más allá de tres generaciones. Eso es comunismo del bueno. Imperialismo, explotación, plusvalía, guerra, paz, pacificación, golpistas, soberanía, independencia, dólar, capitalismo salvaje, batallas, sangre, no pasarán, no volverán, corrupción, Marx, Lenin, justicia social, igualdad, equidad. Todas eso es parte de la trama atrapa bobos que viene usando la izquierda vividora desde hace décadas. Tan es así que la gente que está ahora montada en el gobierno, además de ser de las peores en términos académicos, nunca han trabajado pero ni vendiendo zarcillos. O eran militares, que jamás han trabajado. O eran comunistas de universidad, que tampoco han trabajado. Y, en algunos casos, eran sindicalistas de segunda que menos han trabajado. Un país de vividores y vagos. Eso es lo que está haciendo la revolución bolivariana con Venezuela. Y lo hace perfectamente. A trabajar menos, pues se inventa una Ley del Trabajo y le pega un reglamento que persigue realmente que las empresas se vean obligadas a crear empleos nuevos para suplir la incapacidad del gobierno para generar trabajo y bienestar. Pero resulta que las empresas están trabajando a menos de la mitad de su capacidad de producción, así que todo el mundo para su casa y todavía hay espacio ocioso. Eso es el socialismo al estilo cubano. Ruina y machorreo en escalera mecánica. Sin esfuerzo.
La cifra de empleo anda por casi 7%. Eso es una coba monumental. Este país está de rodillas en las calles vendiendo películas piratas y peroles chinos, además de los productos regulados a cuatro veces su precio. Y empanadas por toneladas. ¡Cómo se come empanadas en esta revolución! En la cubana se sabe que comen masitas de puerco. Es el mismo estilo.
Pero de desarrollo, solo gamelote.
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