LUIS OLIVEROS B.| EL UNIVERSAL
lunes 22 de julio de 2013 12:00 AM
Se roban la plata del Fonden. Se estaban robando el dinero del famoso Fondo Chino. Estaban haciendo fraude con bonos. En los puertos hay corrupción. Y el "nuevo" gobierno se dio cuenta de eso apenas en estos días. 14 años tardaron (a menos que culpemos al gobierno anterior del saqueo).
Ciertamente la corrupción no es nueva en Venezuela. Guzmán Blanco era un choro, Gómez se dio cuenta que sus "compadres" militares estaban robando al país y cuando cambió los funcionarios de los puertos (principal entrada de ingresos para aquellos años) la salud financiera del país cambió radicalmente. En los gobiernos de Luis Herrera, Lusinchi, CAP y Caldera se desangró al país, sin embargo todos quedan como niños de pecho en comparación con lo que estamos viendo en la actualidad. La revolución (como siempre) exacerbó las miserias económicas, y ha convertido a la corrupción en una labor sencilla, rentable y sin riesgos.
¿Por qué es tan importante luchar contra la corrupción?: El Banco Mundial estima que la corrupción puede reducir la tasa de crecimiento de un país entre 0,5 y 1 puntos porcentuales por año. Según las investigaciones del FMI, la inversión en los países corruptos es casi un 5% menor que en los países relativamente exentos de corrupción. La corrupción roba a los pobres, por lo que cualquier respuesta a ella también debe tener en cuenta a las personas que pagan su costo. Cada dólar perdido en sobornos y mala gestión de gobierno, no permite que lleguen a ellas los beneficios de la prosperidad compartida. La corrupción funciona como un impuesto, empeorando la distribución del ingreso y potenciando la mala asignación de los recursos.
Transparencia Internacional recientemente sacó su famoso Barómetro Global de la Corrupción, que es la única encuesta mundial de opinión pública que releva las perspectivas y experiencias relacionadas con la corrupción, ofreciendo la cobertura de países más amplia hasta la fecha. ¿Cómo quedó Venezuela?, nuestro lugar fue el 165 de 176 países. En Venezuela la institución peor valorada en relación a corrupción es la policía (el 83% de los encuestados piensan que esa institución es muy corrupta), en 2do. lugar los funcionarios públicos (79%) y en 3er lugar los partidos políticos (77%). La institución "mejor valorada" (43%) fue la Iglesia.
Un ejemplo escandaloso de corrupción lo representa el 30% de importaciones ficticias en el año 2012 en Venezuela. Aproximadamente $18 millardos fueron aprobados, pero los bienes y servicios nunca llegaron al país. La peor parte es que el porcentaje de sobrefacturación en las importaciones públicas fue mayor que en las privadas. Hay corruptos en el lado privado, pero también en el lado público. ¿Por qué no hay nadie preso por la sobrefacturación?
Es fácil pensar que la falta de transparencia, la proliferación de fondos extrapresupuestarios, el secuestro de instituciones y la lealtad al caudillo han generado un magnífico caldo de cultivo para el desarrollo de la corrupción revolucionaria.
Alguien dijo una vez "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente", ¿estaría viendo a Venezuela cuando lo pensó?
Ciertamente la corrupción no es nueva en Venezuela. Guzmán Blanco era un choro, Gómez se dio cuenta que sus "compadres" militares estaban robando al país y cuando cambió los funcionarios de los puertos (principal entrada de ingresos para aquellos años) la salud financiera del país cambió radicalmente. En los gobiernos de Luis Herrera, Lusinchi, CAP y Caldera se desangró al país, sin embargo todos quedan como niños de pecho en comparación con lo que estamos viendo en la actualidad. La revolución (como siempre) exacerbó las miserias económicas, y ha convertido a la corrupción en una labor sencilla, rentable y sin riesgos.
¿Por qué es tan importante luchar contra la corrupción?: El Banco Mundial estima que la corrupción puede reducir la tasa de crecimiento de un país entre 0,5 y 1 puntos porcentuales por año. Según las investigaciones del FMI, la inversión en los países corruptos es casi un 5% menor que en los países relativamente exentos de corrupción. La corrupción roba a los pobres, por lo que cualquier respuesta a ella también debe tener en cuenta a las personas que pagan su costo. Cada dólar perdido en sobornos y mala gestión de gobierno, no permite que lleguen a ellas los beneficios de la prosperidad compartida. La corrupción funciona como un impuesto, empeorando la distribución del ingreso y potenciando la mala asignación de los recursos.
Transparencia Internacional recientemente sacó su famoso Barómetro Global de la Corrupción, que es la única encuesta mundial de opinión pública que releva las perspectivas y experiencias relacionadas con la corrupción, ofreciendo la cobertura de países más amplia hasta la fecha. ¿Cómo quedó Venezuela?, nuestro lugar fue el 165 de 176 países. En Venezuela la institución peor valorada en relación a corrupción es la policía (el 83% de los encuestados piensan que esa institución es muy corrupta), en 2do. lugar los funcionarios públicos (79%) y en 3er lugar los partidos políticos (77%). La institución "mejor valorada" (43%) fue la Iglesia.
Un ejemplo escandaloso de corrupción lo representa el 30% de importaciones ficticias en el año 2012 en Venezuela. Aproximadamente $18 millardos fueron aprobados, pero los bienes y servicios nunca llegaron al país. La peor parte es que el porcentaje de sobrefacturación en las importaciones públicas fue mayor que en las privadas. Hay corruptos en el lado privado, pero también en el lado público. ¿Por qué no hay nadie preso por la sobrefacturación?
Es fácil pensar que la falta de transparencia, la proliferación de fondos extrapresupuestarios, el secuestro de instituciones y la lealtad al caudillo han generado un magnífico caldo de cultivo para el desarrollo de la corrupción revolucionaria.
Alguien dijo una vez "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente", ¿estaría viendo a Venezuela cuando lo pensó?
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