Saturday, September 27, 2014

A la reminiscencia perezjimenista la paró en seco una maniobra legal

En: http://konzapata.com/2014/09/a-la-reminiscencia-perezjimenista-la-paro-en-seco-una-maniobra-legal/


Por Johan Rodríguez Perozo.
 
La historia electoral de Venezuela recoge diversas experiencias, acerca de fenómenos electorales bien sea de candidatos o agrupaciones partidistas. Se considera en esta clasificación a personeros o partidos que, sin mayor trayectoria y raigambre política, se convirtieron sorpresivamente en receptáculos de cotas electorales de importancia. Los llamados “aluviones electorales” suelen ocurrir en circunstancias disímiles atribuidas a movimientos complejos de la opinión pública. Hasta la aparición en el ámbito electoral de la Cruzada Cívica Nacionalista,  la historia en este campo conoció de dos fenómenos representados en la votación obtenida por Wolfgang Larrazabal, en las elecciones de 1958 y la de Arturo Uslar Pietri y el FND en los comicios de 1963.

El proceso de recomposición política de Venezuela, luego de la caída de la dictadura encabezada por Marcos Pérez Jiménez y los inicios de la instauración del proyecto democrático, vivió tiempos de turbulencia inéditos para la época. A pesar de la solidez de los entendimientos derivados del Pacto de Punto Fijo, como plataforma de acuerdos entre las principales fuerzas democráticas, distintos factores y situaciones surgidas en ese tiempo atentaron significativamente contra la estabilidad del sistema. Intentonas de golpe de Estado, la subversión armada o lucha guerrillera, las divisiones o escisiones sufridas por algunos de los principales partidos y el clima de inestabilidad general de la época, probablemente propiciaron los cambios en la cultura electoral de los venezolanos. Aunque el fenómeno de votaciones inesperadas por candidatos y partidos favorecidos, según los registros electorales, se manifestaron fundamentalmente en la capital, sin embargo ello produjo resultados que alteraron la conformación de algunos estamentos del Estado, como por ejemplo, el Congreso Nacional. Es por ello, que las llamadas “votaciones sorpresivas”, siempre fueron consideradas como una suerte de fenómeno “caraqueño”.

El partido Cruzada Cívica Nacionalista se fundó en el año 1963, pero fue en las elecciones de 1968 cuando participó por primera vez en el proceso electoral. Algunos de los fundadores de Cruzada Cívica Nacionalista, de destacada actuación en la época, fueron Edwin Burguera y Rómulo Moncada. La misión fundamental que se trazó esta agrupación fue la de rescatar la influencia que, según sus fundadores, aún ejercía la imagen de Marcos Pérez Jiménez  en buena parte de la población. El partido buscaba,  además, rescatar los planteamientos e ideas políticas que dieron vida al extinto Frente Electoral Independiente (FEI)inspirado en la idea de Pérez Jiménez del Nuevo Ideal Nacional. Una Patria próspera, digna y fuerte, capaz de transformar a Venezuela no sólo en el aspecto físico sino además, en el plano de las condiciones morales e intelectuales de los venezolanos. Los promotores del partido tomaron las ideas de Pérez Jiménez, quien a su vez las tomó de su proceso de formación en la Escuela Militar de Chorrillos en Perú. Los militares con los cuales se codeó en esa etapa, promulgaban la idea según la cual la institución militar era la llamada a dirigir los destinos de la sociedad latinoamericana. Al menos era esa la proclama.

El mismo año de la fundación, a Cruzada Cívica Nacionalista le tocó vivir la prueba de fuego como partido político. En agosto de ese año, por gestiones del gobierno de Rómulo Betancourt, Pérez Jiménez fue extraditado desde Estados Unidos con la finalidad de enjuiciarlo en el país. Sentenciado a cuatro años de prisión, por haber incurrido en delitos de peculado y malversación, fue recluido en la Cárcel Modelo de Caracas. Una vez liberado, Pérez Jiménez se residenció en España, para nunca más regresar a Venezuela.

No obstante el tránsito tortuoso vivido por el líder inspirador de la organización política, sus principales mentores se prepararon para entrar en liza en la campaña para las elecciones de 1968. Ese año, convulso y complejo, lleno además de acontecimientos políticos diversos, significó para la Cruzada Cívica Nacionalista un debut relativamente exitoso. Paralelamente a las complicaciones derivadas de la tercera división de AD, lo cual dio origen al Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) de Luis Beltrán Prieto; a la creación del frente político y electoral integrado por URD, FND y MENI, en apoyo a Miguel Ángel Burelli Rivas, más la incursión electoral de los antiguos guerrilleros sometidos a la política de pacificación, a través del UPA, la Cruzada Cívica Nacionalista, aunque no apoyó ninguna de las candidaturas presidenciales, si presentó sus propias listas para integrar el Congreso Nacional. Los resultados electorales  rindieron sus primeros frutos. En el siguiente cuadro, se puede observar el número de Senadores y Diputados del Congreso, tal como fue la distribución de acuerdo con los votos obtenidos por los diferentes partidos concurrentes a las elecciones:

Año
Electores
Sen.
Dip.
Partidos
Senad.
Diput.
1968
3.907.823
52
214
AD
19
66
COPEI
16
59
MEP
5
25
CCN
4
21
URD
3
18
FDP
2
10
UPA
1
5
FND
1
4
PRIN
1
4

Cono se puede inferir de los números anteriores, Cruzada Cívica Nacionalista se convirtió en el fenómeno electoral de esos comicios. Emulando la figuración anterior de Larrazabal y Uslar Pietri, esta vez asumió el rol de partido receptor de aproximadamente 400.300 votos, lo cual le permitió colocarse en el cuarto lugar, con una buena cantidad de parlamentarios elegidos por el voto popular. De esta manera, el llamado perezjimenismo validó el hecho democrático con la participación en las elecciones. Es de resaltar que se le atribuye a la presentación de la candidatura de Marcos Pérez Jiménez, como candidato a senador por Caracas, una de las razones de la alta votación obtenida, dado que fue en esta entidad donde obtuvo la cifra mayor de votos a favor de esta agrupación política. Al igual que para el resto de los partidos, las de 1968 serían las últimas elecciones en las cuales se utilizó las tarjetas separadas y “ensobradas”. La de CCN era una tarjeta cuyo color de fondo rojo servía de marco a la imagen o silueta de la cara de un indio, emulando a los aborígenes venezolanos. La tarjeta identificaba las siglas del organismo electoral y la fecha de la elección, y de manera oblicua, el nombre del partido con la imagen del indio en el centro del motivo.

Pérez Jiménez resultó elegido como Senador, pero una acción judicial promovida por AD y otros partidos, logró que la Corte Suprema de Justicia anulara la elección, alegando las mismas razones que conllevaron al enjuiciamiento anterior. Edwin Burguera y Rómulo Moncada, en su condición de máximos representantes de la CCN, en entrevista con Sofía Ímber y Carlos Rangel en Radio Caracas Televisión, el día viernes 11 de abril de 1969,  expresaron la posición del partido frente a la inhabilitación a Pérez Jiménez como senador electo al Congreso Nacional, sentenciada por la Corte Suprema de Justicia: El 9 de abril de 1969 (fecha de la sentencia de la Corte Suprema que anuló la elección de Pérez Jiménez), quedará como una fecha trágica para la democracia venezolana. El 9 de abril de 1948, dijo Burguera, fue asesinado en Bogotá el gran líder Jorge Eliécer Gaitán; el 9 de abril de 1969, cuatro accióndemocratistas, disfrazados de jueces, asesinaron la democracia venezolana. Allá, al asesino lo descuartizó el pueblo; aquí, han quedado descuartizados moralmente”.

Seguramente, porque ya tendrían un plan en ese sentido y conscientes de la importancia de la votación obtenida, los líderes antes mencionados agregaron a su declaración, lo que probablemente fue un acto premonitorio: “Con esto acaban de hacerle un pedestal al general Pérez Jiménez y preparan el éxito de su candidatura presidencial en 1973. Hubiera sido, sin embargo, preferible que pudiera incorporarse al Senado para que mostrara al país otra faceta de su personalidad: su capacidad para el diálogo, a la vez que hubiera demostrado una voluntad implacable de denunciar a quienes han hipotecado al país, porque estamos de acuerdo en que la democracia merece ser pagada a alto precio, pero a Venezuela le ha costado demasiado cara”.

El partido no se arredró y optó por desarrollar una política desde el parlamento, con base a lo cual buscó ampliar la base de apoyo lograda en las elecciones. Desde la instancia parlamentaria respaldó al gobierno de Rafael Caldera, quien al haber obtenido una victoria sumamente estrecha en votos, no pudo hacerse con la mayoría parlamentaria para su partido. Una alianza a nivel parlamentario, con el apoyo fundamental de CCN, permitió aislar a AD como primera fuerza, a objeto de la elección de las directivas de las Cámaras. Este episodio ocurrido en el ámbito parlamentario, quizás sea uno de los hechos más notorios de los cuales se conozca en la historia del Congreso Nacional. Resalta como hecho histórico, porque fue la primera ocasión en la que AD como partido mayoritario, además de perder el poder del gobierno, también perdió el control de la instancia parlamentaria. Todo ello, con el concurso de una de las agrupaciones consideradas, por razones obvias, de las adversarias más radicales.

Como aliado estratégico del gobierno de Caldera, la CCN mantuvo el ritmo político y electoral. En este sentido, de cara a las elecciones presidenciales pautadas para el año 1973, la organización se dispuso a presentar la candidatura de Marcos Pérez Jiménez para la Presidencia. No obstante haber apoyado al gobierno de Caldera, sin embargo, el partido Copei no tuvo ningún complejo en apoyar a AD en la promoción de una enmienda constitucional mediante la cual se declaró, de manera retroactiva, la inhabilitación de Pérez Jiménez como candidato. Con base a las mismas razones por las cuales fue enjuiciado y que fueron  utilizadas también para anular su elección como Senador de la República, Pérez Jiménez quedó impedido de participar en las elecciones como candidato presidencial. De tal manera que, en vista de la imposibilidad de participar políticamente en Venezuela, éste decidió quedarse en Madrid con lo cual hizo de España su residencia definitiva. No obstante la inhabilitación de Pérez Jiménez como candidato presidencial, la Cruzada Cívica Nacionalista logro elegir en esta ocasión 1 senador y 7 diputados al Congreso.

Luego de estas incursiones políticas y electorales, la Cruzada Cívica Nacionalista intentó sobrevivir en el entramado político partidista nacional. Pero la suerte política ya no sería la misma y aunque muchos candidatos persistieron en buscar el apoyo público de Pérez Jiménez en elecciones posteriores, el partido se mantuvo incólume en su posición. Para las elecciones de 1978 presentaron la candidatura propia de Pablo Salas Castillo, con la cual marcaron el proceso de decadencia de la agrupación. Salas Castillo apenas obtuvo  6.000 votos, lo cual resultó una cifra irrisoria y muy por debajo de las expectativas del partido. Posteriormente, la CCN hizo mutis por el foro en materia electoral y reapareció en las elecciones de 1988 con la candidatura del militar retirado Luis Hernández Campos, quien apenas logra la cantidad de 2.500 votos aproximadamente. La última candidatura con la cual se decretó la desaparición definitiva del escenario político y electoral, fue la de Carmen de González, quien obtuvo 860 votos en las elecciones 1993. La última batalla electoral con la cual intentaron obtener un puesto en el parlamento, la dieron en alianza con los partidos OPINA, Movimiento Republicano y Presencia Vecinal.

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