Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 26 sep 2014.-
El profesor de Ciencias Políticas, José Vicente Carrasquero, asegura
que la oposición venezolana sufre un cierto complejo “que se deriva de
aquel discurso demoledor de Chávez que le enrostraba todos los problemas
del país”.
“Entonces, en Venezuela da temor decir cosas que hay que hacer abiertamente” como liberar el control de cambios y de precios, dice el también matemático de la USB en esta primera parte de su enrevista con Noticiero Digital.
¿Cuál es la situación hoy en día de Venezuela desde el punto de vista político y social?
-Yo observo que Venezuela ha involucionado. Que Venezuela está en una condición peor en este momento que hace quince años. Todos los indicadores así lo señalan. Ha crecido la pobreza, han crecido los problemas graves que teníamos. Hay más escasez; hay más delincuencia; hay problemas de infraestructura a nivel educativo, vial y de salud pública.
-No se ha actuado a la velocidad del crecimiento de la población. Lo cual quiere decir que no hay suficientes hospitales; no hay suficientes escuelas, no hay suficientes servicios y eso te pone en una situación de deterioro evidente de la calidad de vida del venezolano, y ese deterioro se manifiesta entonces en empobrecimiento.
-No solamente en el aspecto económico; sino como tu vida se desenvuelve; de qué cosas estás tú pendiente; entonces, mientras en otros países la gente está pendiente de divertirse; aquí la gente está pendiente de que no la asalten; la gente está pendiente de conseguir la comida; la gente está pendiente de su supervivencia.
Se señala que hoy en día el venezolano pierde muchas horas haciendo colas; habida cuenta del colapso de nuestro sistema vial y parque automotor público; buscando alimentos y medicinas por el desabastecimiento ¿No le parece?
-De una forma brutal; de una forma que hace que en Venezuela tengamos la peor vida del continente. No lo digo yo solamente. A mí me ha venido a entrevistar gente de Bolivia y se queda asombrada: “Yo nunca pensé que los venezolanos vivieran tan mal”. ¡Bolivianos! Estamos hablando de un país pobre y sin embargo, dentro de la pobreza, no enfrentan los problemas que tenemos los venezolanos por delante.
-Son problemas de dejadez: una clase política que no ha hecho el esfuerzo por resolver problemas a los cuales se les ha dejado en un segundo plano. Entonces el tráfico es una constante sobre el cual no hago nada; la delincuencia es una constante sobre la cual no hago nada; la escasez es una constante sobre la cual no hago nada y lo que me interesa de la política es, solamente, el control del poder con finalidades, lamentablemente, siempre externas al país.
-Porque los problemas que realmente le interesan a la clase política gobernante más tienen que ver con la figuración mundial, con el socialismo, con el ALBA; con la guerra de los palestinos; pero no con los problemas básicos y elementales del venezolano.
¿Se puede considerar que la polarización que signa hoy la política venezolana se manifiesta en una guerra verbal de los unos contra los otros; el oficialismo le dice a los de la oposición “escuálidos”, y éstos a los otros “mafiosos”?
-Sí, pero se trata de una cuestión superficial. Se trata de una cuestión que no va al fondo del asunto; porque a la final, ¿quién se perjudica de una mala gestión del gobierno? Bueno, se perjudican tanto los que están con el gobierno como los que no están. Porque cuando un malandro va a asaltar a alguien no le pregunta si es del Psuv o no. Cuando una persona llega enferma a un hospital, no le preguntan si tiene el carnet de la oposición o no.
-Lo que no nos hemos dado cuenta es que nos impusieron una división artificial, que nos diferencia entre buenos y malos y que nos hace desviar nuestra atención de lo que le deberíamos exigir todos al gobierno: calidad de vida y calidad de vida expresada en recreación, en seguridad; en salud; en todas esas cosas que tiene el resto de los países de la América Latina.
¿Por qué después de 15 años ha sido tan difícil a la oposición diseñar una propuesta que convenza a los sectores populares?
-Yo creo que la oposición sufre de un cierto complejo; que se deriva de aquel discurso demoledor de Chávez que le enrostraba todos los problemas del país. Entonces, en Venezuela da temor decir cosas que hay que hacer abiertamente. La política de los controles ha sido un fracaso. Los precios no pueden ser controlados. Esto que estamos viviendo hoy en día de los costos y precios justos, ya eso lo vivimos en la época de Carlos Andrés I; con Luis Herrera, con Jaime Lusinchi. Estamos repitiendo los mismos errores.
-Entonces subsiste como una especie de complejo de no denunciar lo que está pasando en Venezuela porque, supuestamente, los 40 años de bipartidismo fueron peores. Pero cuando tú das un vistazo a lo que tenemos en Venezuela, este gobierno vive, prácticamente, de la infraestructura generada de ese período. Porque, ¿qué le ha agregado en estos tres lustros este gobierno a la infraestructura? Básicamente nada.
-Tú tienes las mismas universidades; tú tienes los mismos hospitales; tú tienes las mismas carreteras, y esa cantidad inmensa de millones y millones de dólares, que tuvo el país, se dilapidaron. Entonces, nos dejaron una deuda; nos dejaron en una situación de estrechez; que nadie puede explicar, y que la clase política le debería estar exigiendo cuentas en este momento al gobierno. ¿Explícame por qué después de haberte gastado 1 billón 500 mil millones de dólares Venezuela está en esta situación en la que se encuentra hoy?
¿Usted no cree que hay una cierta coincidencia entre el pensamiento económico de la oposición con relación al gobierno en algunos aspectos; por ejemplo, en el control de cambio y en el control de precios?
-Esa es la denuncia velada de la exposición (hecha este jueves en un foro organizado por el Frente de Entendimiento Nacional): ¿qué vas a hacer tú con el control de cambio? Cuando yo te pregunto, que qué vas a hacer con el control de cambio te estoy preguntando todo. Porque si tú dejas que el control de cambio sea una cuestión que fluya, libremente; bueno, tú estás diciendo los capitales fluyen, libremente; lo mismo que la inversión en las empresas.
-Entonces, hay un juego en el mercado en el cual la gente se da cuenta de que aquél está vendiendo más caro que el otro, ¿a quién le compro? Porque el otro me está dando ciertas ventajas. Y la gente comienza a entrenarse en una vida, en la cual ya no es el Papá-Estado el que resuelve las cosas. Desaparece un paternalismo excesivo,y el cual se deriva de la idea de que el venezolano cuenta con el petróleo, y, por lo tanto, se puede arbitrar.
Mañana, segunda parte…
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