Saturday, September 27, 2014

Ante la MUD y el país LOS RETOS DEL CHUO

En: http://www.ideasdebabel.com/home/?p=38206

Pasada la primera impresión ante su designación como Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tal vez la decisión más acertada de esta coordinadora de las fuerzas de oposición, Jesús Torrealba debe estar calculando los alcances de su trabajo, tanto de forma inmediata como a mediano y largo plazo. Sobre sus hombros recae una doble responsabilidad histórica: fortalecer la unidad de las fuerzas democrática, por un lado, e impulsar y potenciar la vinculación de la MUD con las luchas populares, por la otra. Es histórica esa responsabilidad porque asistimos a una situación de deterioro objetivo del régimen instaurado por Hugo Chávez —cuyo rostro circunstancial es Nicolás Maduro— pero también a la debilidad evidente de una oposición narcisista que lejos de sumar apoyos los ha alejado en un alarde de miopía política.

Afortunadamente, Chúo tiene talento y determinación para enfrentar tales retos. Durante años ha sostenido una labor como comunicador social y como activista de los derechos ciudadanos en los sectores más desfavorecidos de la población. Del dicho al hecho y El radar de los barrios —programas emblemáticos de aquella Globovisión opositora que ahora se emiten por RCR— constituyen algunas de sus cartas de presentación. Nadie puede acusarlo de oligarca ni tampoco de populista. No le ha hecho el juego al gobierno ni tampoco a la oposición. Puede convocar a todas las fuerzas democráticas del país, incluso a las que subsisten en ciertas capas del chavismo. Tiene la disposición, también, de limar las asperezas entre algunos partidos de oposición y de construir vínculos entre estrategias diversas. Es un doble trabajo: hacia afuera y hacia adentro.

Durante años he sostenido que la mayor debilidad de la MUD no reside solo en la precariedad de una unidad básicamente electoral sino, sobre todo, en la ausencia de activismo de los partidos que la componen. Activismo en los sindicatos, los gremios, los centros de estudiantes, los espacios vecinales, etcétera. A la antigua usanza. Algo que han perdido los partidos históricos como Acción Democrática, Copei, La Causa R y MAS y que han desdeñado las nuevas organizaciones como Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo. Ya no contamos con medios de comunicación independientes. Ahora la labor organizativa es en la calle. Con Chúo Torrealba al frente de la unidad de las fuerzas opositoras puede resurgir un auténtico activismo político que vaya más allá de lo electoral —sin ignora su importancia— y se inserte en las luchas sociales venezolanas. Puede tender un puente entre las organizaciones políticas y la base social del país. Allí se encuentra su oportunidad de éxito. Y debe contar con el apoyo de todos los demócratas.

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