"El
problema es que vivimos en una crisis profunda y no tiene otra solución
que el cambio de gobierno", afirma el veterano dirigente político
Pompeyo Márquez, quien recuerda con ocasión del 23 de enero de 1958, que
fue la unidad de los partidos democráticos la que permitió la caída de
la dictadura de Pérez Jiménez
YOSSELYN TORRES RODRÍGUEZ
Quizás
los más jóvenes crean que a los 92 años se ha vivido mucho y no hay
nada más que aportar, pero no, Pompeyo Márquez demuestra que la
sabiduría le sirve para guiar a los incrédulos. En la política, como en
todo lo demás, hay un génesis.
Y cuando habla del derrocamiento del
dictador Marcos Pérez Jiménez va al origen, se remonta al 1948. Con gran
lucidez recuerda la confesión que haría años después Rómulo Betancourt
sobre la salida abrupta de Rómulo Gallegos de Miraflores: "a nosotros no
nos derrocaron, nos caímos por sectarios".
Entre 1948 y 1956 no hubo unidad contra
la dictadura. En 1950 asesinan a Carlos Delgado Chalbaud, quien presidía
la Junta Patriótica que desplazó a Gallegos, y asumió Germán Suárez
Flamerich, pero "la falta de visión de poder en la resistencia precipitó
el golpe de Estado que dio Pérez Jiménez en 1952".
Márquez en ese entonces era dirigente
del Partido Comunista de Venezuela, y cuenta que "en ese año y los
posteriores, hasta 1956, no se movía ni una hoja".
Fue el 1º de mayo de 1957, cuando se
leyó en todas las iglesias del país la Carta Pastoral de Monseñor Arias
Blanco, que se encendió la chispa de la subversión.
Pompeyo, recordando la protesta del
Liceo Fermín Toro y la huelga universitaria del 21 de noviembre de ese
año, comentó que los políticos se dieron cuenta de que solos no podían
hacer nada.
Ahí se aliaron Acción Democrática,
Copei, URD y el Partido Comunista, hecho que coincidió con el pacto en
Nueva York (EEUU) entre Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Rómulo
Betancourt.
Justo ahora, 57 años después, la Iglesia
Católica vuelve a ser protagonista. Hizo un llamado a la sociedad
entera, criticando a la oposición y al Gobierno, a propósito de la
crisis más intensa que ha vivido el país en su historia contemporánea.
Luego de ese llamado el excandidato
presidencial Henrique Capriles Radonski anunció que conversaba con la
dirigente María Corina Machado y con el partido de Leopoldo López,
Voluntad Popular.
"Son alentadoras las noticias en
relación a la unidad, ya se está poniendo de acuerdo, ya saben cuál es
el objetivo: salir de Nicolás Maduro", celebró Márquez.
Él era secretario general del PCV cuando
cayó Pérez Jiménez, y valora la importancia de trabajar en conjunto por
el bien del país. Sostiene que se debe cerrar un ciclo histórico, los
16 años de gobiernos chavistas, que "pese al apoyo popular y los grandes
ingresos financieros fracasaron".
"Ahora viene la era de la democracia y
de la República civil, en una economía de mercado y unión nacional, no
puede seguir dividida en dos toletes porque mientras siga así no habrá
desarrollo".
En 1958 la sociedad en pleno se
organizó, ¿cómo lograr eso en 2015? El problema es que vivimos en una
crisis profunda y no tiene otra solución que el cambio de gobierno, eso
va a crear las condiciones para que se produzca el hecho histórico, que
estamos tratando de hacerlo apegados a la Constitución y la vía
pacífica, pese a la sordera de Maduro, quien insiste en que va a imponer
el socialismo del siglo XXI, modelo fracasado por completo en todos los
países donde se ha aplicado. Soy optimista porque veo que la realidad
se impone.
–¿Qué hacer para integrar a toda la sociedad?
–Yo se lo he dicho a Chuíto (Jesús "Chúo" Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD), con la Junta Patriótica se crearon las juntas femenina, estudiantil, de periodistas, de ingenieros, de médicos y de intelectuales. Cada uno aportó. La unidad nacional es una confluencia, es un acuerdo de todo el país. Así se ilustraba el movimiento: desde La Charneca hasta el Country Club. Era la consigna. Además se rompió la unidad militar y nació el pacto cívico-militar.
–Yo se lo he dicho a Chuíto (Jesús "Chúo" Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD), con la Junta Patriótica se crearon las juntas femenina, estudiantil, de periodistas, de ingenieros, de médicos y de intelectuales. Cada uno aportó. La unidad nacional es una confluencia, es un acuerdo de todo el país. Así se ilustraba el movimiento: desde La Charneca hasta el Country Club. Era la consigna. Además se rompió la unidad militar y nació el pacto cívico-militar.
–¿Cómo ve al actual liderazgo opositor?
Tengo una excelente opinión de Henrique Capriles, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López. Es el cuarteto que va a dirigir el cambio de gobierno. Es importante que ellos se hayan unido y tengan claro que se debe salir de Maduro. Ahí está el origen de la crisis.
Tengo una excelente opinión de Henrique Capriles, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López. Es el cuarteto que va a dirigir el cambio de gobierno. Es importante que ellos se hayan unido y tengan claro que se debe salir de Maduro. Ahí está el origen de la crisis.
–¿Usted cree que se dejó pasar la oportunidad de salir de Maduro en 2014?
–Lo que pasó, pasó y lo que pasará, pasará. Ese es el secreto de todo. Aquí se producirá un cambio. El país no espera, no está en condiciones para aguardar (por Maduro) hasta 2019.
–Lo que pasó, pasó y lo que pasará, pasará. Ese es el secreto de todo. Aquí se producirá un cambio. El país no espera, no está en condiciones para aguardar (por Maduro) hasta 2019.
–¿Cuál ha sido el error de la oposición en estos 15 años?
–La falta de unidad causó descorazonamiento y decepción. Pero ahora tenemos elementos de optimismo y esperanza. La movilización de este sábado 24 de enero va a ser muy significativa, va a indicar cómo está la incorporación de los sectores populares en la lucha contra Maduro.
–La falta de unidad causó descorazonamiento y decepción. Pero ahora tenemos elementos de optimismo y esperanza. La movilización de este sábado 24 de enero va a ser muy significativa, va a indicar cómo está la incorporación de los sectores populares en la lucha contra Maduro.
–Algunos sectores de la MUD no quieren marcha, sino diálogo...
–El tiempo del diálogo pasó. No creo en la unanimidad, creo en la mayoría absoluta. Este cuarteto va a incidir en la unión de otros movimientos y que se precipiten las acciones.
–El tiempo del diálogo pasó. No creo en la unanimidad, creo en la mayoría absoluta. Este cuarteto va a incidir en la unión de otros movimientos y que se precipiten las acciones.
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