Hasta los babalawos están temerosos de lo que nos trae el año 2016 y así lo han hecho saber a través de una letra que dieron a conocer el viernes a los medios de comunicación. Desde luego, su particular forma de interpretar el futuro es respetable porque constituye una cita muy esperada por los seguidores de estas prácticas en Venezuela. Dicen que en los altos círculos de Miraflores, la moribunda Asamblea Nacional y algunos generales y coroneles creen a pie juntillas en estos anuncios anuales.
Pero lo cierto es que los babalawos nada tienen que ver con los partidos o las corrientes políticas, porque cada quien escoge libremente sus creencias sin que por ello tenga que mostrar un carnet o enfundarse una franela roja. Por el contrario, grandes sectores populares y de clase media que claramente se oponen a este socialismo del siglo XXI no ocultan su simpatía por estas prácticas que, de alguna manera, los reconfortan ante las adversidades de la vida diaria.
Quienes confunden babalawos con oficialismo más le valdría leer la letra de este año 2016 para que se le aclaren las cosas y sepan a tiempo por dónde van los tiros. Por ejemplo, según lo publicado en nuestra página web, “Venezuela podría vivir un año de revolución, enfrentamientos y traición, según las predicciones formuladas por los sacerdotes de Ifá”.
Advierten los babalawos que el signo Iroso Ogundá o Iroso Toldá dictará la vida de los venezolanos durante los 366 días. “Esta letra sagrada advierte diferencias irreversibles y confrontaciones por el poder, escenarios donde estarán presentes Ogún (santo de la guerra) y Oshún (santo del amor). A estas deidades gobernantes, especialmente la primera, tendrán que encomendarse todos los creyentes para esquivar los conflictos que afrontará la nación”.
“Lo que ya vivimos en este año que acaba de terminar es un ápice de lo que viene este 2016”, aseguró Tony Madriz, de la religión yoruba. En este sentido, Madriz indica que “aquí no se llegará a ningún tipo de acuerdo en el ámbito gubernamental para que el país empiece a evolucionar. Habrá barreras y los perjudicados seremos todos aquellos que vivimos dentro de estas fronteras”.
Pero Tony Madriz revela que “Ifá habla del sustituto, la sustitución de un personaje importante en el país por una traición o un desplazamiento. Incluso puede haber una muerte repentina y esto podría generar un confrontación mucho más cerrada”. ¡Válgame Dios!, menudo futuro nos espera.
Lo cierto es que si nos atrevemos a editorializar sobre esta Letra del Año es porque en muchas formas y maneras coincide con lo que el venezolano siente que está pasando y lo que es casi seguro que llegará a pasar, en especial en el aspecto económico. Cristianos, judíos, musulmanes, budistas y ateos esperan por la llegada de una hambruna como nunca antes en esta martirizada tierra.
Con o sin Letra del Año los venezolanos debemos prepararnos para tiempos mayores de escasez, de inseguridad y de temblores políticos. No hay escape posible.
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