Fue hace
23 años. Pasados unos cuantos minutos después de la media noche, recibimos una
llamada telefónica: “Le están cayendo a plomo a la Casona”. La posibilidad de
derrocar un gobierno había desaparecido por completo del imaginario del
venezolano en aquel año 92. La noticia era absurda, inaceptable.
De
inmediato vinimos a la radio y nos tocó hacer una larga cobertura de los
sucesos de aquella madrugada. Se sabía muy poco, 23 años atrás no teníamos
celulares, ni redes sociales ni nada parecido. Había toda una generación que se
había olvidado por completo de la violencia política.
El
presidente Pérez estaba en el exterior, regresaba del Foro Económico de Davos,
y fue de inmediato llevado al Palacio de Miraflores, de donde, en una acción
digna de una película de aventuras, logró escapar al cerco de las tanquetas que
bloqueaban el palacio para ir hasta Venevisión. Aquí, sobre las 2 o 3 de la
madrugada dijo (despelucado aunque era calvo) que estaba en control de la
situación. Allí, mediáticamente, los golpistas, los militares felones perdieron
la batalla. El presidente lo dijo primero por televisión, aunque no fuera
cierto del todo que controlaba la situación.
Murieron
muchos. Muchos en el ataque a La Casona, donde, cuentan, la Primera Dama Blanca
Pérez salió a defenderse con una ametralladora. Ella era la única que estaba
ahí. En otro sedctor de la ciudad se hizo famosa la imagen de aquella tanqueta
tratando de derribar la reja de Miraflores. Disparos por todas partes. Después
el propio Pérez mostraría los balazos en las paredes de su despacho. “Querían
matarme”, reveló cuando volvió la calma.
Fueron
largas horas de incertidumbre, angustia y tensión, y sobre las 10:30 de la
mañana nos llegó la información: el líder de la asonada era un Teniente Coronel
de Paracaidistas llamado Hugo Rafael Chávez Frías. Poco después fue presentado
ante la televisión, escasos 20 segundos en los que dijo su histórica frase: “No
cumplimos los objetivos, por ahora”. Fue quizá uno los grandes errores de la
jornada. Así como Pérez logró ganar por su breve y tempranera aparición en
televisión, luego perdió por la igual breve aparición de Chávez también en
televisión. La idea era que con su mensaje Chávez lograse la rendición de los
demás alzados, los que sí tuvieron éxito porque el único que fracaso en la
acción militar fue él, el líder de la asonada.
El resto
ha sido historia. Chávez fue preso. Rafael Caldera le puso en libertad. Se
lanzó al abstencionismo de una manera radical. Fue a Cuba y Castro lo ungió
como la gran esperanza del socialismo y el comunismo. Luis Miquilena le
convenció de ir a elecciones, y en 1999, triunfador absoluto en las mismas,
tomó posesión del poder.
De eso
hace ya 16 años. 16 años terribles, lamentables, que nos han traído hasta esta
situación que usted está viviendo en este momento.
¿Qué fue
lo más lamentable de aquel momento? Por supuesto las muertes; por supuesto la
violencia; por supuesto el irrespeto a la Constitución. Lo más lamentable es
que durante varias décadas los venezolanos nos acostumbramos -porque así era el
deber cívico, constitucional y democrático- a votar quinquenalmente. Y si no
nos gustaba un gobierno, sabíamos muy bien que al cumplirse el período
podríamos salir democráticamente de ese gobierno por los votos y en paz.
Lo más
lamentable es que, desde 1999 hasta el presente, sabemos muy bien que esa
posibilidad desapareció. Lo más lamentable es que, como hace 23 años, los
rumores de golpe vuelven a estar en el ambiente. No es de gratis que hoy en el
diario Vea se reseñen estas declaraciones: “Elías Jaua llamó al pueblo a
mantenerse unido y con la moral en alto para enfrentar en colectivo el plan que
intenta derrocar al gobierno popular del presidente Nicolás Maduro”.
Hemos
retrocedido en 16 años lo mucho que se logró en poco más de 40 años. Y por lo
visto seguimos empantanados, retrocediendo en la historia.
¿Alguna vez en el futuro podremos
volver a ser un país democrático, donde los militares no salgan de sus
cuarteles y respeten a la abrumadora mayoría de los venezolanos civiles?
¿Podremos volver a ser la Venezuela en paz que una vez fuimos?
Vía El Nacional
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